Contagios en la oficina: las empresas piden la ¡®app¡¯ de rastreo que el Gobierno no se decide a lanzar
Las comunidades aut¨®nomas tambi¨¦n presionan para avanzar en una aplicaci¨®n que Sanidad no ve clara
El lento proceso de vuelta a la normalidad requiere soluciones nuevas. Las empresas que han tenido que cerrar aspiran evitar tener que hacerlo de nuevo. Una herramienta muy comentada en las ¨²ltimas semanas ha sido la app de rastreo, que permite saber con qui¨¦n ha estado una persona que luego es positiva por covid. Varios gobiernos de todo el mundo prueban sus versiones de la app y Google y Apple han ofrecido un sistema que permite interoperabilidad m¨¢s all¨¢ de fronteras.
En Espa?a el Gobierno no termina de confiar en la tecnolog¨ªa para rastrear contactos. Ante sus dudas, las empresas y las comunidades aut¨®nomas est¨¢n intentando buscar sus propios caminos. No es una soluci¨®n f¨¢cil ni deseable porque una de las claves de una app as¨ª es que funcione entre territorios. En Europa, el protocolo que de momento m¨¢s pa¨ªses han asumido se llama DP3T y lo lidera una ingeniera espa?ola, Carmela Troncoso, investigadora en la Universidad Polit¨¦cnica de Lausana.
El pasado martes por la tarde un grupo heterog¨¦neo de representantes e interesados de varias comunidades aut¨®nomas participaron en una videoconferencia con Troncoso y miembros de su equipo. El motivo era, seg¨²n la convocatoria, que ¡°hab¨ªan recibido diversas peticiones y preguntas sobre el desarrollo de DP3T desde Espa?a¡± y quer¨ªan ¡°coordinar los esfuerzos, asegurar la interoperabilidad y afrontar cuestiones de gobernanza¡±. La decisi¨®n ¨²ltima sigue en manos del Gobierno, pero mientras no llega su veredicto y ante sus dudas, el resto sigue avanzando.
En la videoconferencia estaba ?scar Lage, responsable de ciberseguridad y blockchain de Tecnalia, un centro de investigaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro con sede en el Pa¨ªs Vasco. En sus dos m¨®viles, Lage ya lleva una versi¨®n de la app emitiendo se?ales de bluetooth con el protocolo de DP3T, junto por ahora a un centenar de colegas de su organizaci¨®n. El pr¨®ximo viernes empezar¨¢n el test con grupos de los 1.400 empleados de Tecnalia y pronto tambi¨¦n de la empresa Iberm¨¢tica, colaboradores en el proyecto. El Gobierno vasco est¨¢ interesado en la app para lo que llaman el Proyecto de Reanudaci¨®n Productiva de Euskadi. Tecnalia tambi¨¦n ha hablado con otros Gobiernos, entre ellos el espa?ol; entre sus patronos est¨¢ el Ministerio de Industria. ¡°Pero han venido muchas empresas pregunt¨¢ndonos, porque estar¨ªan muy contentas de probar esto en sus sedes¡±, dice Lage.
As¨ª funcionan
Estas apps funcionan a trav¨¦s de bluetooth: los m¨®viles emiten y reciben c¨®digos an¨®nimos de la gente que est¨¢ a su alrededor durante un n¨²mero determinado de minutos. Si d¨ªas despu¨¦s una persona da positivo, sube a un servidor los c¨®digos que ha mandado y la gente que ha estado cerca recibe una alerta en el m¨®vil. Nadie ha comprobado si este sistema es realmente eficaz en una pandemia ni tampoco se sabe cu¨¢nta gente deber¨ªa llevarlo en su m¨®vil para que fuera ¨²til. Pero menos es nada: ¡°Las apps podr¨ªan evitar un segundo confinamiento. Hay que hacer pilotos, pero son la promesa m¨¢s cre¨ªble: rastreo manual m¨¢s el apoyo de apps para alerta temprana¡±, dice Gemma Gald¨®n, experta en pol¨ªticas tecnol¨®gicas y directora de Eticas Research & Consulting.
Seg¨²n Lage, la creciente necesidad ahora nace de la ausencia por el momento de una alternativa mejor: ¡°Si tenemos la suerte de tener una app gubernamental con una adopci¨®n grande y empieza ser ¨²til, las empresas podr¨¢n retirar la suya. Mientras eso no ocurra, que pueden ser semanas, meses o quiz¨¢ nunca llegue, las empresas quieren ponerle un equipo de protecci¨®n individual (EPI) a sus empleados y esto lo es¡±, dice.
Junto a las empresas, hay gobiernos auton¨®micos que, quiz¨¢ por la proximidad del verano, ven m¨¢s necesario tener herramientas que puedan ayudar a dar confianza a los ciudadanos. ¡°El futuro deber¨ªa de estar en apps interoperables y nos jugamos mucho como pa¨ªs de turismo, lo mejor ser¨ªa tenerla interoperable con el resto de pa¨ªses. Esto puede determinar que haya gente que se atreva o no a venir a Espa?a. Si un alem¨¢n quiere venir a Espa?a de vacaciones igual le da m¨¢s tranquilidad, si esto triunfa¡±, dice Lage.
La falta de ejemplos exitosos y quiz¨¢ la complejidad t¨¦cnica del sistema en que se basa el funcionamiento de la aplicaci¨®n asusta a algunos gobiernos. ¡°En varios pa¨ªses las autoridades de sanidad son reacias a la tecnolog¨ªa. Por un lado, porque est¨¢n desbordados, por otro porque se prometi¨® que las apps de autodiagn¨®stico ser¨ªan ¨²tiles y no han tenido apenas impacto (al margen de problemas legales)¡±, dice Gald¨®n, que asesora a diez pa¨ªses europeos y latinoamericanos en la adopci¨®n de estas tecnolog¨ªas.
Eso no impide que las empresas lo vean como una opci¨®n. ¡°Algunas empresas vienen y nos dicen que ¡®eso que est¨¢ empezando a hacer el Gobierno lo quiero yo¡¯ y en este caso es porque quieren que si se infecta alguien en una l¨ªnea de producci¨®n no retirar toda la l¨ªnea o cerrar toda la planta¡±, explica Lage.
La lista de problemas
Los problemas que afronta una iniciativa como la de Tecnalia para llevar una app pensada para millones de personas a empresas son complejos. Primero, Google y Apple han propuesto su sistema para una autoridad sanitaria por pa¨ªs, a no ser que un gobierno les diga que en su pa¨ªs el desarrollo ser¨¢ regional. Sin usar el sistema de las dos compa?¨ªas que controlan la mayor¨ªa de m¨®viles del mundo ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil que el bluetooth funcione bien sin comerse la bater¨ªa mientras el usuario tiene el m¨®vil en reposo o usa otras aplicaciones. En Android hay trucos para lograrlo, con los iPhones es casi imposible, como est¨¢n comprobando ya algunos gobiernos.
La app tampoco aparecer¨ªa en principio en las App o Play Stores, aunque eso tambi¨¦n ser¨ªa solucionable porque hay software de gesti¨®n de dispositivos m¨®viles que permite mandar apps a m¨®viles determinados. Adem¨¢s, en el protocolo de DP3T solo el usuario sabe que ha estado cerca de alguien que hoy es positivo. ?Ser¨ªa eso suficiente para una empresa? ¡°El protocolo de la mayor¨ªa de empresas es que si recibes una alerta se lo comuniques al departamento de riesgos laborales¡±, dice Lage. Pero hay empresas que quieren m¨¢s seguridad. Para eso, en Tecnalia est¨¢n ya imaginando soluciones. ¡°Estamos experimentando. Hemos hecho un art¨ªculo cient¨ªfico sobre c¨®mo se podr¨ªa, usando t¨¦cnicas criptogr¨¢ficas, saber a cu¨¢ntos usuarios se ha alertado sin saber qui¨¦nes son. A las empresas con las que hemos hablado les interesa saber cu¨¢ntos¡±, dice Lage.
Evidentemente, Tecnalia no es la ¨²nica empresa que trabaja en el desarrollo de sistemas as¨ª. En Espa?a hay al menos otra organizaci¨®n que est¨¢ probando este protocolo. Pero en el extranjero los ejemplos se multiplican. En el puerto de Amberes, prueban con brazaletes que avisan de la cercan¨ªa excesiva de un compa?ero. En Estados Unidos, Ford prueba con pulseras similares de Samsung. Todos estos dispositivos pueden usarse a su vez para rastreo de contactos.
El aspecto legal de hacer que los empleados lleven esta app en sus dispositivos tampoco ser¨¢ sencillo para las empresas. ¡°Si lo tienen que ¡®imponer¡¯ tienen que agarrarse a algo y ese algo no es el consentimiento¡±, dice Jorge Garc¨ªa Herrero, abogado especializado en privacidad. ¡°Podr¨ªa ser la relaci¨®n contractual, la obligaci¨®n legal o tambi¨¦n pueden intentar apelar al inter¨¦s vital o general, que es por donde ir¨ªa yo, por inter¨¦s leg¨ªtimo empresarial. Pero la empresa tiene que mojarse en una evaluaci¨®n de impacto previa, salvo que aleguen que los datos son an¨®nimos y veo dif¨ªcil sostener que la empresa no ser¨¢ capaz de identificar al trabajador que active las alarmas¡±, explica.
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