¡°Me gano la vida resolviendo ¡®captchas¡±. As¨ª es la existencia en el s¨®tano de Internet

¡°He resuelto m¨¢s de dos millones de captchas en tres a?os¡±, dice el venezolano Francisco J. Esaa, de 19 a?os. ¡°Hay un programa que permite medir los captchas por minuto que haces. Los m¨¢s r¨¢pidos al teclado son capaces de hacer 20-25 por minuto y 1.500 hora, pero la mayor¨ªa se enfoca en hacer 1.000 de media¡±, a?ade. Los captchas y recaptchas son pruebas que no puede resolver una m¨¢quina y que las plataformas de Internet ponen en su p¨¢gina de registros para comprobar que quien accede es un humano. Es casi el ¨²nico obst¨¢culo que impide la automatizaci¨®n completa del proceso de creaci¨®n de cuentas en una red social o plataforma. Una empresa y sus miles de trabajadores por todo el mundo han visto una oportunidad de negocio y ofrecen sus servicios por 0,5 d¨®lares cada 1.000 captchas o dos por 1.000 recaptchas, que son m¨¢s complejos porque incluyen seleccionar im¨¢genes.

¡°Para conseguir un d¨®lar [0,85 euros] se tarda aproximadamente de dos a tres horas¡±, cuenta Esaa a EL PA?S durante varias conversaciones mediante audios de WhatsApp desde su residencia en el Estado de Aragua, a 140 kil¨®metros de Caracas. ¡°Las personas que tienen un trabajo aparte, le dedican raticos para llegar a este d¨®lar diario y aunque no es su sustento principal, pueden ahorrar con la certeza de no se devaluar¨¢ su trabajo. Luego estamos personas como yo, que toman la empresa como un trabajo formal y es su sustento principal y nos enfocamos en ofrecer un horario de trabajo empresarial de ocho horas diarias, aunque algunas hasta 12 horas¡±, explica.

¡°Lo m¨¢ximo que se puede sacar que sea humanamente posible es de ocho a nueve d¨®lares, aunque terminar¨ªas muy cansado. Mi r¨¦cord personal es de 7,47 d¨®lares [6,31 euros] en un d¨ªa, aunque lo normal y la meta que todos nos enfocamos es cinco diarios. A la mayor¨ªa les basta con solo tres d¨®lares, puesto que al cambio local estar¨ªan haciendo el sueldo b¨¢sico de un mes en tan solo un d¨ªa¡±, a?ade.

La empresa para la que trabajan es Kolotibablo, que ofrece sus servicios de resolver captchas en la p¨¢gina Anticaptcha. En los t¨¦rminos de servicio de Kolo, aparece como sede una direcci¨®n de Chipre, mientras que AntiCaptcha da una direcci¨®n en Londres. En ninguna de las dos p¨¢ginas web aparece un correo electr¨®nico para contactar de manera clara o sin registrarse.

¡°Estas empresas hace muchos a?os que funcionan. Es un tira y afloja entre desarrolladores que crean captchas y otros que intentan resolverlos. Cuando no pueden, el siguiente movimiento es poner un humano a hacerlo y crean un ej¨¦rcito de gente explotada, una forma de hacer crowdsourcing¡±, dice Sergio Pastrana, investigador en la Universidad Carlos III. Sobre todo se anuncian en foros oscuros, aunque Anticaptcha y Kolo no solo est¨¢n en la web, sino que sus trabajadores cuelgan fotos de su casa y familia y cuentan sus historias.

?Por qu¨¦ alguien paga por automatizar el registro de miles de cuentas en Netflix, Twitter, Spotify u otra plataforma? ¡°Para crear bots que posteen de forma autom¨¢tica. Son cuentas que se pueden usar para varias cosas: generar tr¨¢fico en redes o plataformas, crear cuentas en plataformas que ofrecen 14 d¨ªas gratuitos de prueba y dar luego acceso a clientes solo cambiando credenciales cada dos semanas, crear crawlers que rastrean todo lo publicado. No creo que sean ilegales desde un punto de vista policial. Pero es un mundo underground¡±, dice Pastrana.

Esaa admite que el trabajo con captchas puede ir destinado a la creaci¨®n de cuentas falsas, pero cree que tambi¨¦n puede ir a ayudar a discapacitados o a vagos: ¡°Con recaptchas, el dominio se abre en otra pesta?a y la mayor¨ªa son p¨¢ginas conocidas como Netflix porque la gente siempre est¨¢ entrando en Netflix. Me imagino que a la gente le causa ladilla y no les gusta hacer captchas, ya sabe c¨®mo son los estadounidenses, entonces pagan para resolverlos¡±, explica.

La visi¨®n que se tiene de un servicio gris como Kolo desde un pa¨ªs en la situaci¨®n de Venezuela es distinta. ¡°Kolo me ha cambiado la vida, no te imaginas. Sin Kolo seguro que hubiera emigrado¡±, dice Esaa. ¡°Curso segundo semestre de Inform¨¢tica. Con mis condiciones a lo m¨¢ximo que puedo es optar es trabajar en una tienda, en una casa o facilitando limpieza, trabajos para sacar dinero extra para estudiar. Estos trabajos pagan casi siempre un mill¨®n y medio de bol¨ªvares semanales, con todo el riesgo que implica salir a la calle. Eso ser¨ªan 3-5 d¨®lares semanales. Kolo me ha permitido mejorar la calidad de vida de mi familia, estudiar¡±, explica. Esaa saca ese dinero cada d¨ªa, no cada semana.

Los captchas son solo un ejemplo del movimiento humano que hay bajo la apariencia automatizada y admirable que se tiene de Internet. La investigadora de Microsoft Mary Gray ha estudiado en profundidad este ¡°trabajo fantasma¡±. ¡°He visto trabajadores pagados para crear reviews de productos, crear cuentas nuevas o descargarse nuevas aplicaciones como estrategia de marketing¡±, dice Gray a EL PA?S por correo electr¨®nico. ¡°Estos trabajadores venezolanos quiz¨¢ cobren menos pero no hay un est¨¢ndar global para este tipo de trabajo¡±. Gray aspira a promover ese est¨¢ndar, que quiere llamar ¡°est¨¢ndar laboral para la cadena de suministro en Inteligencia Artificial¡±: ¡°Ser¨ªa para cubrir servicios como estos en plataformas y los trabajadores que hagan el mismo trabajo deben tener las mismas condiciones b¨¢sicas en cualquier pa¨ªs: un sueldo base, derecho a representaci¨®n sindical, herramientas y beneficios que les permitan entrar y salir de su sector¡±. Kolo tambi¨¦n permite a sus trabajadores este tipo de trabajo pero, seg¨²n Esaa, es menos constante y es m¨¢s dif¨ªcil crear una rutina y un salario fijo.

Este tipo de trabajadores deben lidiar con desaf¨ªos inform¨¢ticos que muchos ciudadanos en Occidente no saben ni qu¨¦ significan. Los captchas est¨¢n en la nube, cada plataforma no tiene el suyo. Ah¨ª es donde estos trabajadores resuelven una tras otro. Por tanto si Google, que provee el servicio, detecta que una direcci¨®n IP resuelve muchos, la bloquea. EL PA?S ha tenido acceso a un chat de Esaa donde m¨¢s de 100 trabajadores de Kolo en Venezuela se ayudan para poder trabajar mejor: son diarios los debates sobre qu¨¦ VPN (red privada virtual) combinar con qu¨¦ navegador, c¨®mo debe ser la IP o c¨®mo retocar el router. ¡°Entre tres y cuatro min est¨¢n durando las ip, un estr¨¦s total, se queman ful rapido¡±, dice por ejemplo un usuario. Otros explican su planteamiento y ganancias: ¡°Yo estoy haciendo alrededor de 3 d¨®lares, bueno he estado haciendo poco menos pero por problemas en mi computadora. 3 cuentas de Firefox, el tiempo que pueda¡± o ¡°yo trabajo con dos cuentas de Kolo en la pc y aparte trabajo 2captcha en un tel¨¦fono que los ¨²ltimos d¨ªas ha estado r¨¢pido¡±. Adem¨¢s, muchos se meten en el mundo de las criptomonedas e inversiones por Internet o la conversi¨®n de divisas, como el propio Esaa.

El trabajo en Kolo no es tan simple como parece. La empresa controla que los trabajadores no se equivoquen y les penaliza o premia seg¨²n su rendimiento. En esta ilustraci¨®n en la web de Anticaptcha ya se ve la idea que Kolo tiene de sus trabajadores.

Kolo usa un m¨¦todo de prioridad y de oferta y demanda para que sus trabajadores se clasifiquen. Quien empieza con una cuenta nueva, por ejemplo, debe rebajar el precio que quiere cobrar por cada 1.000 captcha para que le lleguen de manera constante. En cambio, los buenos trabajadores que ya llevan tiempo pueden subir su tarifa unos c¨¦ntimos m¨¢s: ¡°El sistema clasifica a los trabajadores seg¨²n los que m¨¢s trabajen y errores que cometan y la calidad de transcripci¨®n. Mientras m¨¢s arriba est¨¦s, m¨¢s captchas te llegan y de m¨¢s dinero. Cuando est¨¢s empezando debes reducirte tu paga para que te lleguen m¨¢s captchas¡±, dice Esaa.

Alfredy, otro trabajador que EL PAIS ha contactado en Facebook, da una versi¨®n similar de su trabajo en Kolo. ¡°Hago entre cuatro y nueve horas diarias, que son de 5.000 a 10.000 captchas, y me dan de 2,5 a cinco d¨®lares. En mi pa¨ªs se solventa con eso. Somos muchos en Venezuela viviendo de esto porque lamentablemente trabajando con Kolo se hace m¨¢s que en pr¨¢cticamente todos los trabajos en mi ciudad. Yo, adem¨¢s, tambi¨¦n busco aprender trading para tener otra entrada¡±, explica, con unos argumentos parecidos a los de Esaa.

En los cientos de historias personales que cada trabajador publica en la p¨¢gina de Kolo desde todo el mundo hay razones de todo tipo, como esta de un ucraniano llamado Vitaliy. ¡°Al cliente le dir¨ªa que no creo que sea esclavismo. El trabajo es guay, f¨¢cil, no requiere ninguna habilidad especial. ?Adem¨¢s estoy sentado en casa, calentito, con audiolibros y m¨²sica! Nadie me despedir¨¢ si me pongo enfermo. Si trabajo 8-10 horas gano un sueldo medio de mi ciudad y no tengo que humillarme ante mi jefe y tengo m¨¢s libertad¡±, escribe. ¡°Es admirable lo que hacen personas aqu¨ª para trabajar, amigo¡±, concluye Esaa.

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