¡°Los gobiernos deben decir algo¡±: la batalla inabarcable de Facebook por moderar su contenido
La vicepresidenta de Pol¨ªticas Globales de la red, Monika Bickert, explica en una conversaci¨®n con EL PA?S por qu¨¦ desean regulaci¨®n
Los usuarios de Facebook publican 100.000 millones de posts diarios en todo el mundo. Hay ah¨ª de todo lo imaginable: felicitaciones sinceras, insultos de cuentas falsas, anuncios ¨²tiles, noticias impactantes, v¨ªdeos asquerosos o publicidad encubierta.
Casi a diario emerge una pol¨¦mica vinculada a contenido que ha ocurrido en al menos en Facebook y la compa?¨ªa debe responder con alguna reacci¨®n. Solo esta semana los dos m¨¢s gordos han sido la campa?a de Michael Bloomberg en las primarias dem¨®cratas y las cuentas falsas vinculadas al FC Barcelona. Bloomberg paga 2.500 d¨®lares mensuales a 500 empleados an¨®nimos que hablan bien de ¨¦l: ?es eso publicidad pol¨ªtica? Tambi¨¦n contrata a influencers para que hagan posts graciosos en Instagram, propiedad de Facebook, que den que hablar: ?deben estar esas piezas en el archivo de transparencia de anuncios?
El Bar?a presuntamente contrat¨® a una empresa para que gestionara varias cuentas donde se hiciera campa?a a favor del presidente, Josep Maria Bartomeu. No est¨¢ claro que sea cierto, pero por qu¨¦ los usuarios de Facebook no deben saber qui¨¦n paga la informaci¨®n que ven, si la paga alguien. Son problemas de comunicaci¨®n nuevos.
Esta semana miembros destacados de Facebook han venido a Europa para intentar explicar por qu¨¦ necesitan gu¨ªas de los gobiernos para moderar su contenido. El fundador, Mark Zuckerberg, estuvo en Bruselas. El pasado domingo public¨® un art¨ªculo en el Financial Times titulado Las grandes tecnol¨®gicas necesitan m¨¢s regulaci¨®n.
En Bruselas, la respuesta fue m¨¢s bien fr¨ªa: "No somos nosotros quienes debemos adaptarnos a estas empresas, sino ellos a nosotros", dijo Thierry Breton, comisario encargado de la estrategia de datos.
El lunes la compa?¨ªa public¨® un libro blanco con una propuesta para regular el contenido online, impulsado por Monika Bickert, vicepresidenta de Pol¨ªticas de Contenido. Bickert habl¨® con EL PA?S por videoconferencia desde Par¨ªs, desde donde gestion¨® otras entrevistas con medios europeos.
Bickert no ve la frialdad de la Comisi¨®n Europea como algo malo, de momento: "La gente en Bruselas dice que quieren hablar m¨¢s. Es magn¨ªfico. Creo que las consultas son productivas", dice. La regulaci¨®n llegar¨¢, pero tardar¨¢ meses.
Facebook es definitivamente un espacio nuevo. No encaja en ninguna categor¨ªa preexistente".
Como es l¨®gico, Facebook propone medidas sobre la gesti¨®n del contenido que ya cumple en gran medida: la supervisi¨®n de las pol¨ªticas de contenido por un ¨®rgano externo, que Facebook est¨¢ a punto de crear; la publicaci¨®n de sus normas y la transparencia con las cifras de todo lo eliminado, que Facebook incluye en sus dos informes anuales, o la consecuci¨®n de umbrales m¨ªnimos de eliminaci¨®n de contenido, sea el 99% de la apolog¨ªa del terrorismo o el 90% del discurso de odio, que Facebook logra ya mayoritariamente con tecnolog¨ªa, sin participaci¨®n humana.
Otra ventaja de Facebook es que la regulaci¨®n ser¨¢ tan compleja de asumir que dejar¨¢ pr¨¢cticamente fuera a toda la competencia. Una red social aspirante al trono de Facebook no podr¨¢ asumir los gastos de cumplir con peticiones duras. Aunque la Comisi¨®n Europea tiene en cuenta el peligro de monopolio, ser¨¢ dif¨ªcil legislar sin anclar el dominio de Facebook.
Una conversaci¨®n con Bickert implica admitir la derrota de antemano. La gesti¨®n del contenido de Facebook es una patata caliente de tal tama?o que no tiene problemas en admitir una y otra vez que deben hacer m¨¢s y en cambiar de temas para demostrar que todo es fatal.
?Por qu¨¦ los usuarios de Facebook deben sobrellevar publicidad encubierta como en el caso del Bar?a o de Bloomberg? "Ocurre una cosa cuando la gente empieza pensando en estas cosas que se focalizan en una, la que sea, y dicen que necesitamos que las compa?¨ªas hagan esto, aquello o lo otro y eso pone en peligro consecuencias negativas para otras ¨¢reas porque todo est¨¢ entrelazado", dice Bickert.
Facebook tambi¨¦n insiste en que es algo nuevo. No es una empresa de telecomunicaciones, que es ajena a lo que corre por sus l¨ªneas. Ni es un medio de comunicaci¨®n, que es responsable de su contenido. "Es definitivamente un espacio nuevo. No encaja en ninguna categor¨ªa preexistente, ni lo har¨¢", dice. Pero sus algoritmos definen qu¨¦ ve cada usuario. Y premia el contenido m¨¢s viral o que lleve al usuario a estar m¨¢s tiempo en la plataforma. Es decir, Facebook interviene gestionando el orden de aparici¨®n de esos 100.000 millones de posts diarios.
?Va a explicar mejor qu¨¦ prioriza? Bickert recuerda que se puede mirar que en cada post ense?an sus interacciones, aunque Facebook tambi¨¦n recuerda ah¨ª que hay muchos m¨¢s motivos para subir o bajar un post en cada p¨¢gina. La vicepresidenta de la Comisi¨®n encargada de Transparencia, Vera Jourova, exigi¨® m¨¢s a la red: "Quiero que las compa?¨ªas hagan un esfuerzo extra por defender nuestras democracias", dijo. "Esto requerir¨¢ mirar la transparencia y control sobre los algoritmos para evitar que las decisiones se tomen en cajas negras y en los modos en que moderan el contenido. Facebook no puede alejar toda su responsabilidad", a?adi¨®.
Despu¨¦s de las conversaci¨®n de Facebook con EL PA?S, el diario Washington Post public¨® un reportaje sobre c¨®mo la red hab¨ªa tenido muy en cuenta las posiciones conservadoras en Estados Unidos por temor a las reacciones pol¨ªticas, sobre todo la del presidente Trump. Facebook se permite en casos as¨ª decidir sobre qu¨¦ ocurre en su plataforma sin m¨¢s. Es dif¨ªcil de imaginar c¨®mo la regulaci¨®n va a cambiar eso de un modo sensato.
Facebook seguir¨¢ siendo una empresa privada que gestionar¨¢ sus problemas con la oscuridad que crea necesaria. Los desnudos son en teor¨ªa una pol¨ªtica m¨¢s sencilla que la pol¨ªtica pero tambi¨¦n est¨¢ envuelta en pol¨¦mica. As¨ª la explica Bickert: "Hablamos con grupos que tienen una opini¨®n muy fuerte en un sentido", dice, en referencia a grupos conservadores o religiosos. "Y hablamos con otros, como los artistas, que tienen un sentimiento muy fuerte en otra direcci¨®n, y hablaremos con periodistas que tienen la capacidad de llamar la atenci¨®n. As¨ª que hay muchos intereses en conflicto", explica.
Y a?ade: "La regulaci¨®n nos ayudar¨¢ a sopesar este asunto". ?C¨®mo ayudar¨¢? No descarta con que sea legislaci¨®n nacional: "Si somos realistas, al comit¨¦ de supervisi¨®n no es lo mismo que reglas para espa?oles por espa?oles. Lo que har¨¢ ese comit¨¦ ser¨¢ supervisar nuestra toma de decisiones. Pero creemos que hay espacio para una aproximaci¨®n que emerja del Gobierno espa?ol que ha sido escogido por el pueblo espa?ol".
Desde el momento que un gobierno pida a Facebook que cumpla algunas leyes que se ajusten a su regi¨®n, la responsabilidad de la red decrece. "Nosotros no hacemos los posts, pero en la historia, si posees un servicio y a la gente le gusta el contenido, entonces lo van a usar. Tenemos el inter¨¦s comercial de asegurarnos que acertamos con las decisiones. Pero creemos que el gobierno debe tener una voz en ello", a?ade. Y dejar solo de autorregularse. En el fondo, la regulaci¨®n acabar¨¢ siendo, espera Facebook, en beneficio de sus intereses comerciales.
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