Las plataformas mejoran de repente la protecci¨®n de los ni?os. Pero siguen sin saber qui¨¦n es menor

En pleno verano, discreta pero implacablemente, las grandes plataformas han ido anunciando mejoras para proteger a los menores. Instagram, YouTube o TikTok han propuesto un conjunto de novedades que coincide con la entrada en vigor este jueves de un nuevo c¨®digo para la verificaci¨®n de la edad en Reino Unido y de una tendencia regulatoria clara a exigir a las plataformas mayor responsabilidad. En Espa?a, cerca de un 70% de menores de 15 a?os dispon¨ªa de tel¨¦fono m¨®vil en 2018, seg¨²n datos del INE.

Las plataformas no admiten que sus nuevas medidas se deban a la presi¨®n directa de legislaci¨®n. Pero es obvio que las grandes tecnol¨®gicas van en la misma direcci¨®n que los reguladores, aunque a otro ritmo y con prioridades distintas. Por ejemplo, admiten desde Google a preguntas de este peri¨®dico, que apoyan el esfuerzo brit¨¢nico y de otras autoridades de protecci¨®n de datos para mantener a los ni?os m¨¢s seguros en internet pero, aseguran, muchos de sus cambios van m¨¢s all¨¢ de las peticiones de cualquier regulaci¨®n.

Entre las medidas concretas, YouTube empezar¨¢ a ajustar por defecto la opci¨®n m¨¢s privada para subir v¨ªdeos a los usuarios de 13 a 17 a?os, algo similar a lo que har¨¢ TikTok. As¨ª, los adolescentes que quieran que todo el mundo vea sus v¨ªdeos deber¨¢n cambiarlo expresamente. TikTok adem¨¢s les advertir¨¢ sobre los problemas de que otros usuarios puedan descargar los v¨ªdeos y distribuirlos en otras redes. Ambas plataformas limitar¨¢n tambi¨¦n las notificaciones de nuevos v¨ªdeos por la noche a los usuarios m¨¢s j¨®venes. Instagram tambi¨¦n optar¨¢ por cuentas privadas por defecto para los menores de 16, para hacer m¨¢s dif¨ªcil que los usuarios desconocidos les encuentren, y para impedir que los adultos les manden mensajes privados. La red de fotos propiedad de Facebook limitar¨¢ adem¨¢s las opciones de los anunciantes de personalizar la publicidad dirigida a menores. La edad m¨ªnima general para usar estas redes son los 13 a?os.

¡°El nuevo c¨®digo puede animar a las empresas a tomar alg¨²n tipo de acci¨®n pero en el fondo ha sido creado por el regulador como una extensi¨®n de la ley de protecci¨®n de datos¡±, dice Michael Veale, profesor de Derecho y Regulaci¨®n Digital en el University College de Londres. ¡°Para m¨ª, ser¨ªa muy fr¨¢gil ante un tribunal. Las plataformas pueden encontrar que las estimula a hacer movimientos que ya ten¨ªan planeados, pero si creyeran que amenaza sus modelos de negocio, lo llevar¨ªan a juicio y podr¨ªan de hecho ganar¡±, a?ade.

El protagonismo de la legislaci¨®n brit¨¢nica es obvio, pero otros pa¨ªses como Irlanda ya tienen la suya tambi¨¦n en marcha. Es una tendencia creciente. En su respuesta a este peri¨®dico, Instagram ha destacado que varios nuevos marcos regulatorios en protecci¨®n de datos y seguridad de menores y otros en proyecto informan su trabajo. Entre ellos, adem¨¢s del nuevo c¨®digo brit¨¢nico, est¨¢ la Convenci¨®n de Derechos de la Infancia de Naciones Unidas, los Fundamentos para Menores de Irlanda y la directiva europea de Servicios Audiovisuales.

Pero cu¨¢ntos a?os tienes

A pesar de estas novedades, sobre el debate de la protecci¨®n de menores se cierne uno de los grandes misterios desde el principio de la era de internet: qui¨¦n hay al otro lado de la pantalla. El c¨¦lebre chiste de los a?os 90 donde aparece un perro junto a un ordenador y dice ¡°en internet, nadie sabe que eres un perro¡±, sigue vigente. Las plataformas pueden pedir la edad de sus usuarios, que a su vez pueden tranquilamente mentir.

La novedad m¨¢s reciente es que Instagram ha anunciado que pedir¨¢ la fecha de cumplea?os a sus usuarios que no la hayan dado. Si al cabo de un tiempo, el usuario no la ha querido dar no podr¨¢ seguir usando la red. En la nota donde lo cuentan la compa?¨ªa admite que es muy f¨¢cil mentir: ¡°Estamos desarrollando nuevos sistemas para afrontarlo¡±, dicen. El gran remedio es la herramienta favorita de Facebook para resolver sus peores problemas, como la moderaci¨®n de contenido ileg¨ªtimo o las cuentas falsas: la inteligencia artificial. Facebook ha dise?ado modelos con varias instrucciones como detectar la edad cuando le desean ¡°feliz cumplea?os¡± a un usuario o comprobar la fecha de nacimiento que alguien ha dado en otra de las apps de la compa?¨ªa, como WhatsApp o Facebook.

La verificaci¨®n de la edad tiene sistemas extendidos e incluso hay una Asociaci¨®n de Proveedores de Verificaci¨®n de Edad (AVPA, en sus siglas en ingl¨¦s, con sede en Londres). ¡°Algunas plataformas dicen que usan inteligencia artificial para detectar a ni?os que pueden haber hinchado sus edades para abrirse una cuenta, pero esa tecnolog¨ªa est¨¢ solo empez¨¢ndose a desarrollar¡±, dice Alastair Graham, copresidente de la Asociaci¨®n. ¡°Ese tipo de tecnolog¨ªa a¨²n permite que un 44% de ni?os entre 8 y 11 a?os usen redes sociales en Reino Unido, seg¨²n datos de la oficina regulatoria [Ofcom]¡±.

La Asociaci¨®n tiene obvios intereses en potenciar sus m¨¦todos. Seg¨²n Graham, los riesgos que afrontan los m¨¢s peque?os en las redes sociales (chatear con adultos, pornograf¨ªa, informaci¨®n que pueda provocar desordenes alimentarios) necesita de ¡°formas m¨¢s eficaces de verificaci¨®n de edad¡±, que pueden ir desde ¡°t¨¦cnicas de estimaci¨®n como el an¨¢lisis facial o el escaneo de pasaportes¡±, que ya han sido usadas por adultos para asuntos como ¡°la compra de alcohol, productos de vapeo o acceso a casinos online¡±.

Un selfi puede permitir hoy calcular la edad de un rostro. Con un margen de error razonable, este software permitir¨ªa pedir prueba de edad a los menores de 18 a?os: si se le pide identificar a todos los menores de 23 (5 a?os de margen), solo un 0,25% de menores de 18 se colar¨ªa, seg¨²n un informe de Yoti, una de las empresas de la Asociaci¨®n que se dedica a verificar la edad. Es decir, menos de 1 de cada 100 menores de 18 a?os pasar¨ªa por mayor de 23 a?os para el software.

?Por qu¨¦ las plataformas no han optado ya por m¨¦todos as¨ª? Graham cree que est¨¢n retrasando lo inevitable: ¡°Estamos llegando a un punto de inflexi¨®n, donde el peso acumulado de toda la legislaci¨®n persuada a las plataformas que deben hacer de tripas coraz¨®n y aplicar un proceso de verificaci¨®n basado en est¨¢ndares, independiente y que proteja la privacidad¡±, dice. " Es obvio que est¨¢n ganando tiempo¡±, a?ade.

Otra vez biometr¨ªa no

Sin embargo, este nuevo paso no parece tan sencillo. Otros organismos tienen dudas profundas sobre este m¨¦todo: ?Qu¨¦ ocurre con los datos biom¨¦tricos almacenados por desconocidas empresas que verifican la edad? Aunque desechen las fotos como tales, ¡°en los sistemas comerciales conservan la imagen digital, quiz¨¢ no una foto pero s¨ª el identificador ¨²nico con el que comparar. No importa que no se vean ojos u orejas en el identificador, sigues siendo ¨²nicamente t¨²¡±, dice Jen Persson, directora de la ONG de defensa de derechos de ni?os Defend Digital Me.

Persson propone ampliar el modo en que pensamos y, sobre todo, vigilar con soluciones precipitadas. ¡°Los ni?os que quieren acceder a lugares donde los adultos creen que no deber¨ªan estar lo har¨¢n, tanto en internet como fuera. Usar tecnolog¨ªas de alto riesgo y cada vez m¨¢s invasivas como la biometr¨ªa para asuntos triviales en la red es una decisi¨®n que como sociedad lamentaremos en los pr¨®ximos a?os¡±, dice.

El remedio puede ser peor que la enfermedad, advierte Persson, preocupada por la petici¨®n del nuevo c¨®digo de mejor verificaci¨®n de edad. ¡°Su enfoque de pedir la edad acarrea el riesgo de introducir o exacerbar los mismos problemas que el c¨®digo quiere solventar: discriminaci¨®n, da?o a la privacidad, restringir la participaci¨®n y el procesamiento de datos personales adicionales excesivos e innecesarios de los ni?os y sus relaciones¡±, dice.

Persson recuerda que el c¨®digo emerge de una preocupaci¨®n por el trato de los ¡°datos¡± de los ni?os y su posible perfilado, no de la ¡°protecci¨®n¡± de los menores como tal. ¡°Una discusi¨®n constructiva en las implicaciones t¨¦cnicas de la arquitectura de internet y los derechos humanos en sentido amplio se pierde debido a lo terrible del asunto¡±, a?ade.

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