La querella contra el comprador de un piso que se quej¨® en la red se vuelve contra la promotora: ¡°Carece del m¨ªnimo rigor¡±
La Audiencia de Madrid desestima las alegaciones de la inmobiliaria Valenor y considera que la cr¨ªtica por el estado de una vivienda no constituye un delito y est¨¢ amparada por la libertad de expresi¨®n
La usuaria del foro nuevosvecinos.com Lidia hab¨ªa comprado un piso nuevo en una promoci¨®n en Valdebebas (Madrid). Pero consideraba que la casa ten¨ªa fallos y, como muchos otros ciudadanos, fue a internet a quejarse. ¡°Adem¨¢s de los problemas de aislamiento con el fr¨ªo y ac¨²stico, encima tenemos goteras, en algunas casas hay goteras en terrazas, ba?os, cocina¡±, escribi¨® en un mensaje en uno de sus hilos en noviembre de 2018. Otros afectados iban respondiendo con lamentos similares.
Uno de ellos fue Diego, que ha pedido que no usemos su apellido. Diego a¨²n no ten¨ªa el piso, que se le iba a entregar en una fase posterior, y escribi¨® en respuesta a Lidia: ¡°Me parece un poco lamentable que pisos con estos precios y que presumen de estar perfectamente aislados del exterior para ahorro energ¨¦tico presenten estos problemas. Si nos pasase a nosotros en la segunda fase tomaremos medidas legales oportunas ;)¡±. De todos los comentarios, la promotora, Valenor, se querell¨® contra Diego en 2019 por injurias y calumnias. Las viviendas se presentaban como ¡°la urbanizaci¨®n m¨¢s techie de Espa?a¡±.
Este verano, dos a?os despu¨¦s, la Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado el caso. Por unos comentarios en internet, Diego ha vivido bajo la amenaza de embargo por valor de 50.000 euros y de una sentencia que podr¨ªa haberle supuesto dos a?os de c¨¢rcel por calumnias. Su pareja, que nunca escribi¨® nada, fue tambi¨¦n incluida en la querella. ¡°Lo hemos vivido con much¨ªsimo estr¨¦s los dos. En mi caso, un m¨¦dico psiquiatra indic¨® que presentaba un cuadro cl¨ªnico compatible con trastorno de ansiedad en noviembre de 2019¡±, explica a EL PA?S en una serie de mensajes. ¡°No creo que sea correcto que una empresa tenga el poder de hacer esto e irse de rositas¡±, a?ade.
Diego no pod¨ªa creer que alguien se querellara contra ¨¦l por este motivo. Y menos que el juez instructor mandara el caso a juicio despu¨¦s de analizarlo, con el creciente riesgo de condena. Sigue sin tener muy claro el porqu¨¦, m¨¢s all¨¢ de especular con el motivo m¨¢s probable. ¡°Entiendo que se nos escogi¨® para que los usuarios que se estaban quejando de sus viviendas escarmentaran¡±, dice. ¡°De entre todos los que hicieron comentarios decidieron seleccionarme a m¨ª para su querella disuasoria de comentarios similares. No entend¨ªa c¨®mo viviendas de m¨¢s de 600.000 euros pod¨ªan presentar estos problemas¡±, a?ade.
El bufete que llev¨® su caso, De Carlos Rem¨®n, no ha respondido a repetidos mensajes de este peri¨®dico. La promotora por su parte devolvi¨® una llamada para decir que no iban a hacer declaraciones porque ve¨ªan el caso como ¡°algo del pasado¡±.
El abogado de Diego, David Bravo, tambi¨¦n cree que la causa fue acallar a los vecinos quejosos para seguir vendiendo pisos, pero cree que hacerlo con una querella sin un fundamento claro fue irresponsable. ¡°La promotora ha conseguido el efecto de acallar a los vecinos de Valdebebas pero ha conseguido tambi¨¦n un efecto contrario. Porque los comentarios que veo en internet a la hora de hablar de Valenor son muy cr¨ªticos¡±, dice Bravo.
¡°Yo querr¨ªa poder comprar un piso que cuesta 600.000 euros, si pudiera, sabiendo que si algo est¨¢ mal podr¨¦, qu¨¦ menos, quejarme sin tener miedo de la empresa a la que le dar¨¦ mi dinero¡±, a?ade. Es una muestra, aunque retardada, del c¨¦lebre efecto Streisand, que establece que un hecho se difunde m¨¢s cuando quien tiene inter¨¦s en que no se conozca trata de acallarlo. El intento de silenciar provoca que mucha m¨¢s gente se entere.
Una ¡°narraci¨®n torticera¡±
Bravo lamenta que durante el transcurso del proceso los abogados de la otra parte le hayan citado en sus escritos y hayan a?adido incluso un hilo de Twitter y la acusaci¨®n de haber hecho una ¡°narraci¨®n torticera¡± a los medios. Este peri¨®dico intercambi¨® mensajes en diciembre con la abogada que llevaba el caso por parte de Valenor y tampoco quiso hacer ninguna declaraci¨®n p¨²blica.
La gran sorpresa para ¨¦l fue la decisi¨®n del juez instructor de mandar el pasado oto?o este caso a juicio. ¡°Si yo como abogado pusiese la misma querella que puso este despacho de cierto prestigio, no contar¨ªa con que fuese admitida a tr¨¢mite [uno de los abogados que firma los escritos de acusaci¨®n, Jos¨¦ Javier Polo, ha sido fiscal durante 30 a?os, cinco de ellos como fiscal jefe provincial de Madrid]¡±, dice Bravo. ¡°Nunca tendr¨ªa la suerte de que una querella con tan poco fundamento y calificada por tres magistradas como ¡®carente del m¨ªnimo rigor¡¯ tuviera el m¨ªnimo recorrido procesal. No s¨¦ qu¨¦ ha pasado aqu¨ª pero que los querellantes y sus abogados no sean precisamente cualquiera puede hacer que Diego y su esposa se planteen si aqu¨ª se toman m¨¢s en serio querellas firmadas por unos que por otros¡±, explica.
No es raro que una empresa acuse a un usuario o consumidor de injurias o incluso calumnias, que incluye penas de c¨¢rcel, pero son casos que afectan el derecho a la libertad de expresi¨®n y no suelen tener recorrido si no hay un fundamento muy evidente. ¡°Por ejemplo cuando alguien se queja de que ¡®esta empresa me ha estafado¡¯, los jueces suelen ser finos y no dicen que le est¨¢ imputando el delito de estafa. Lo que es delito, dicen, es imputarle hechos, no calificaciones como decir ¡®estafado¡±, explica Bravo. ¡°Si digo que me han ¡°estafado¡± y explico que es porque me ha parecido muy caro, no le estoy imputando hechos penales. Para que sea calumnia debes explicar c¨®mo te han estafado y que sea mentira¡±. explica Bravo.
En el caso De Diego, los comentarios eran solo su opini¨®n sobre problemas que ten¨ªan otros vecinos y por los que ¨¦l ten¨ªa inter¨¦s por el d¨ªa en que le entregaran la vivienda. De hecho, aunque las cr¨ªticas en internet han amainado, los vecinos siguen protestando contra el estado de algunas construcciones. ¡°Existe otro grupo de propietarios superior al 25% en el que estamos incluidos que est¨¢ impulsando el cambio de administrador de la comunidad porque fue elegido por Valenor¡±, explica Diego. El motivo es, de nuevo, las deficiencias que algunos vecinos aprecian en zonas comunes de la promoci¨®n varios a?os despu¨¦s de la entrega.
¡°Por supuesto nadie ha publicado nada en ning¨²n sitio y no ser¨¢ por falta de contenido pues hay numerosos v¨ªdeos y fotograf¨ªas¡±, a?ade Diego.
Puedes seguir a EL PA?S TECNOLOG?A en Facebook y Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.