Fin de partida al esc¨¢ndalo machista dentro del gigante de los videojuegos Activision Blizzard

Punto final a uno de los grandes esc¨¢ndalos dentro del mundo de los videojuegos. Un juzgado federal ha aprobado este martes un acuerdo por el que Activision Blizzard pagar¨¢ 18 millones de d¨®lares a varias v¨ªctimas de un ambiente laboral t¨®xico en la empresa creadora de juegos superventas como Call of Duty, World of Warcraft y Candy Crush. ¡°La resoluci¨®n refleja nuestro compromiso inquebrantable para crear un ambiente de trabajo seguro y equitativo para todos nuestros empleados¡±, ha dicho Bobby Kotick, el consejero delegado de la compa?¨ªa, que tiene m¨¢s de 10.000 empleados y que enfrenta a?os de se?alamientos de acoso laboral, sexual y discriminaci¨®n en la paga hacia las mujeres.

Las denuncias por el ambiente t¨®xico dentro de Activision Blizzard empa?aron el a?o pasado su adquisici¨®n por parte de Microsoft por un monto de 75.000 millones de d¨®lares. Entre los se?alados estaba el propio Kotick, quien supuestamente dej¨® en 2006 un mensaje en el buz¨®n de voz de una asistente en el que amenazaba con mandarla a matar. Se prev¨¦ que Kotick abandone la empresa en 2023, cuando los reguladores estadounidenses den luz verde a la operaci¨®n que refuerza el brazo de videojuegos de la tecnol¨®gica de Bill Gates. La salida de Kotick estar¨¢ lejos de ser un castigo. Si la compra libra la revisi¨®n, el ejecutivo se embolsar¨¢ 390 millones de d¨®lares.

Aquel episodio, por el que Kotick se ha disculpado, es solo uno entre 700 que The Wall Street Journal ha documentado a lo largo de los a?os, una cifra que la empresa desestima asegurando que algunos problemas fueron menores o se encuentran duplicados. No obstante, Kotick, quien lleva 30 a?os en la compa?¨ªa, enfrenta desde septiembre una investigaci¨®n por su conducta y por repetidas acusaciones de discriminaci¨®n de empleadas mujeres. Las autoridades de California abrieron las pesquisas tras el testimonio de ocho extrabajadoras que abandonaron la compa?¨ªa quej¨¢ndose de una cultura similar a la de ¡°una fraternidad universitaria¡±. A este grupo siguieron varias m¨¢s que se quejaron de frecuentes invitaciones a tener sexo por parte de hombres en cargos de poder. Algunas de estas llegaban en viajes de trabajo o en reuniones laborales donde el alcohol era abundante. Si las mujeres denunciaban a recursos humanos, los agresores se vengaban o las amenazaban.

El acuerdo de reparaci¨®n a las v¨ªctimas, que beneficia ¨²nicamente a trabajadores desde 2016, fue ofrecido por la empresa a finales de septiembre. Este esperaba todav¨ªa el visto bueno del juez Dale Fischer. Adem¨¢s del monto a pagar, Activision Blizzard debe hacer varios cambios exigidos por la Comisi¨®n federal de empleo igualitario para hacer accesible el terreno a las mujeres. Entre las medidas que deben adoptarse se encuentran la contrataci¨®n de una experta en el combate a la discriminaci¨®n y la supervisi¨®n peri¨®dica de las pol¨ªticas internas por parte de un consultor externo.

El esc¨¢ndalo lleva a?os transformando el interior de la compa?¨ªa. Al menos es lo que esta asegura en un comunicado de prensa emitido este martes tras la resoluci¨®n judicial. La compa?¨ªa ha creado una serie de puestos que ayudan a vigilar sus objetivos de equidad, ha transparentado los salarios dentro de la compa?¨ªa y elabor¨® en octubre pasado su primer reporte de representaci¨®n. Tambi¨¦n han donado un mill¨®n de d¨®lares a una organizaci¨®n que beca a mujeres dentro de la industria.

La empresa tiene solamente un 24% de mujeres entre sus filas, una cifra similar a la de la industria. El n¨²mero diminuye a menos de 20% en Activision y al 22% en Blizzard, porcentajes muy por debajo de otros estudios. El grupo tambi¨¦n admite que tiene dificultad manteniendo a sus empleadas dentro de la n¨®mina. El 29% de sus contrataciones son de mujeres, pero el 26% de las bajas son del mismo grupo. Tambi¨¦n son escasos los empleados latinos y negros.

El caso se repite dentro de otros gigantes de la industria. A mediados de este mes, ocho mujeres se sumaron al caso judicial contra Sony por discriminaci¨®n. La empresa japonesa encara desde noviembre pasado una demanda colectiva de extrabajadoras que denuncian un ambiente machista. El caso fue iniciado por Emma Majo, una analista inform¨¢tica, que acudi¨® a los tribunales para quejarse de un despido injustificado. En su escrito asegur¨® que un superior hombre se negaba a contestarle por el solo hecho de ser mujer. Tampoco pudo competir por aumentos y promociones por una ¡°cultura laboral dominada por los hombres¡±. La situaci¨®n era generalizada, dijo. Ubisoft y Riot, competidores de Sony y Microsoft, enfrentan se?alamientos similares. En la industria de los videojuegos el machismo es protagonista.

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