El parque tecnol¨®gico que sucedi¨® a la Expo 92 se convierte en laboratorio de la ciudad del futuro
Sevilla ensaya en el recinto de la muestra universal c¨®mo ser¨¢ un barrio con 30.000 personas, autosuficiente, sin tr¨¢fico y con aire acondicionado para exteriores
La peor parte de una fiesta es el d¨ªa siguiente. La Exposici¨®n Universal de Sevilla de 1992 fue una celebraci¨®n y qu¨¦ hacer con el recinto que la acogi¨®, la isla de la Cartuja de Sevilla, ya estaba sobre la mesa en d¨ªas como hoy hace 30 a?os, a poco m¨¢s de un mes de su clausura: crear un parque tecnol¨®gico y cient¨ªfico urbano. La recesi¨®n econ¨®mica de la ¨¦poca oblig¨® a redimensionar el proyecto cada d¨ªa. ¡°Se gener¨® una cierta imagen de pesimismo, del jaramago creciendo en las parcelas de los pabellones¡±, admite el ahora director del Parque Cient¨ªfico y Tecnol¨®gico (PCT) Cartuja, Luis P¨¦rez.
Pese a las dificultades y m¨¢s lentamente de lo previsto, el plan se fue consolidando y hoy es un complejo pr¨¢cticamente ocupado en su totalidad que recibe a diario a m¨¢s de 30.000 personas y genera el 2% del PIB de Andaluc¨ªa. La tozuda historia se empe?a en repetirse y, de nuevo, la crisis se asoma a este espacio ¡ªal igual que al resto del mundo¡ª cuando insiste en ser una ventana del porvenir. Tres d¨¦cadas despu¨¦s de la Expo, la Cartuja es el laboratorio de la ciudad del futuro: autosuficiente en energ¨ªa, cient¨ªfica, tecnol¨®gica, universitaria, sostenible, restringida al tr¨¢fico, con sistemas de reparto aut¨®nomos y, como colof¨®n, el banco de pruebas del Qanat, un aire acondicionado para exteriores inspirado en los sistemas hidrogeol¨®gicos de Oriente Pr¨®ximo de hace 2.000 a?os y capaz de rebajar en 10 grados la temperatura ambiente. Se estrenar¨¢ este octubre.
P¨¦rez resume los ¨²ltimos siete lustros: ¡°El reto inicial fue transformar la isla de la Cartuja, que no era nada m¨¢s que una huerta y un monasterio, en la Expo 92, que fue una aut¨¦ntica locura, la gran fiesta de Espa?a. Despu¨¦s, convertir todos los activos en un espacio de innovaci¨®n y tecnolog¨ªa para intentar cambiar parte de la econom¨ªa andaluza a partir de tres ejes: la universidad, la empresa y la ciencia y la tecnolog¨ªa. Ahora estamos en un momento dulce: nos estamos quedando sin espacio y hay proyectados nuevos edificios en las pocas parcelas disponibles. Una vez colmatado el parque y visto que el ecosistema funciona, tenemos que pensar en ad¨®nde queremos ir y ah¨ª empezamos a dise?ar hace tres a?os la transformaci¨®n de la isla de la Cartuja en la ciudad del futuro¡±. La inversi¨®n ronda los 100 millones de euros.
Se trata de un laboratorio urbano, bautizado como eCity Sevilla, en un parque tecnol¨®gico singular porque est¨¢ a 10 minutos andando del centro de la ciudad, pero sin viviendas y rodeado por un r¨ªo y una d¨¢rsena que configuran una probeta perfecta. ¡°Ese escenario evita la resistencia a los cambios propios de una ciudad residencial¡±, explica el director del PCT.
El ensayo, que cuenta con una at¨ªpica sinton¨ªa de las Administraciones implicadas, de distinto signo pol¨ªtico, ha empezado. El primer reto es gestionar los 27.887 viajes diarios. ¡°De forma flexible y progresiva¡±, seg¨²n ha anunciado el delegado municipal de Gobernaci¨®n, Juan Carlos Cabrera, Cartuja contar¨¢ el pr¨®ximo a?o de dos ¨¢reas de bajas emisiones en la que no podr¨¢n circular veh¨ªculos de gasolina matriculados antes de 2000 ni di¨¦sel anteriores a 2006. El alcalde, Antonio Mu?oz, a?ade el refuerzo del sistema p¨²blico de transporte, lanzaderas y carriles bici. Este tendr¨¢ que suplir la ausencia de una l¨ªnea de metro y la frustrada parada del tren de Cercan¨ªas.
La clave de este plan es el aparcamiento disuasorio de m¨¢s de 10.000 plazas en el entorno (la mayor¨ªa reaprovechando el estacionamiento de la Expo) que constituir¨¢, a la vez, una enorme planta fotovoltaica con el fin de que la isla sea autosuficiente y libre de emisiones en 2025, cinco a?os antes del horizonte previsto por la UE.
La compa?¨ªa el¨¦ctrica Endesa invertir¨¢ 30 millones para que toda la energ¨ªa que se consuma en el parque provenga de fuentes renovables locales. El PCT necesita 50 megavatios hora y a?o. A este proyecto se sumar¨¢n las empresas asentadas con f¨®rmulas de autogeneraci¨®n y edificaci¨®n eficiente. ¡°Tenemos un plan activo, con el apoyo de la Junta de Andaluc¨ªa y que lidera la Agencia de la Energ¨ªa, para reducir el consumo de todos los edificios actuales del parque en, al menos, un 35%¡±, explica Luis P¨¦rez. ¡°Y, por supuesto, los nuevos edificios tienen que tener unas caracter¨ªsticas espec¨ªficas de sostenibilidad y eficiencia¡±, a?ade.
Uno de estos ejemplos, seg¨²n ha resaltado el alcalde de la ciudad, ser¨¢ el Centro Com¨²n de Investigaci¨®n de Sevilla [JRC, por sus siglas en ingl¨¦s], ¡°inspirado en los principios de la Nueva Bauhaus Europea y que busca ser referente en sostenibilidad, al ser autosuficiente en energ¨ªa, e innovaci¨®n¡±. ¡°Con este se impulsa la presencia de la Comisi¨®n Europea en nuestra en la ciudad y, a la vez, la labor de investigaci¨®n que aqu¨ª se realiza¡±, a?ade Antonio Mu?oz.
Todo el entramado estar¨¢ monitorizado a trav¨¦s de una gran plataforma tecnol¨®gica digital que gestionar¨¢ la energ¨ªa de forma solidaria (entregando los excedentes a las infraestructuras que no generen) y la movilidad.
¡°El objetivo¡±, culmina Luis P¨¦rez, ¡°es que eCity sea un escaparate vivo y claro, donde las empresas del PCT puedan ense?ar esta tecnolog¨ªa al resto de clientes, y que lo que se consiga en Cartuja como laboratorio sea perfectamente aplicable al resto de la ciudad de Sevilla y a cualquier otra del mundo¡±.
Un aire acondicionado para exteriores
De todos los proyectos, uno de los m¨¢s singulares arrancar¨¢, seg¨²n lo previsto, este mes de octubre. Se trata de la reutilizaci¨®n de los sistemas bioclim¨¢ticos de la Expo para readaptarlos en un nuevo plan, denominado Cartuja Qanat y financiado por el programa Urban Innovation Action de la UE (80%) e impulsado por la empresa local de agua (Emasesa), la Gerencia de Urbanismo y el ¨¢rea de Empleo del Ayuntamiento, el CSIC, la Universidad de Sevilla, el PCT Cartuja e Innovarcilla. Esta alianza ha invertido cinco millones de euros para el proyecto, de los que 3,5 se han destinado a obras.
El plan se inspira en los sistemas hidrogeol¨®gicos de Oriente Pr¨®ximo y prev¨¦ rebajar la temperatura de un espacio multiusos de algo m¨¢s de 700 metros cuadrados en el coraz¨®n de la isla hasta en 10 grados cent¨ªgrados en pleno verano.
Juan Luis L¨®pez, supervisor t¨¦cnico de Qanat de Emasesa, explica que el ¡°alma del proyecto¡± es un espacio denominado Zoco. El sistema cuenta con dep¨®sitos de agua, los canales (qanat) y espacios cubiertos y semienterrados para combatir el sol.
L¨®pez se esfuerza en simplificar el modelo para explicarlo: ¡°Los dep¨®sitos almacenan agua que vamos a enfriar para llevarla a los canales donde, por una serie de tubos, hacemos circular aire del exterior, que se enfr¨ªa en contacto con el agua y se inyecta una temperatura mucho m¨¢s baja que la del espacio¡±.
Para enfriar el agua se pulveriza durante la noche y, mediante este proceso, pierde calor. Adem¨¢s, la cubierta del Zoco incorpora una serie de paneles fotovoltaicos que durante el d¨ªa proporcionan energ¨ªa y, durante la noche, aportan una superficie plana sobre la que se vuelve a verter agua en una l¨¢mina muy fina que, por radiaci¨®n, se enfr¨ªa. Es, b¨¢sicamente, el funcionamiento de un aire acondicionado, pero el m¨¦todo de enfriamiento es natural. Hay un sistema adicional de control de temperatura similar a un radiador o un suelo radiante, pero, en vez de estar ubicado bajo los pies, se encuentra en el techo.
Otras barreras son arquitect¨®nicas, como la orientaci¨®n hacia los vientos dominantes para la entrada de aire, y t¨¦rmicas, que funcionan a partir de microdifusores de agua. Todo el sistema se nutre de energ¨ªa generada en el mismo espacio.
Lo importante de este proyecto es que es una prueba que aspira a ser replicada en el resto de la ciudad. ¡°Lo que pretendemos es combatir los incrementos de temperatura por el cambio clim¨¢tico y que el ciudadano pueda recuperar un poco la calle con soluciones adaptadas a cada espacio concreto¡±, afirma L¨®pez.
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