Cucarachas c¨ªborg para salvar vidas tras un terremoto
Un equipo de cient¨ªficos internacionales crea un cargador solar para poder controlar remotamente un insecto durante largos periodos de tiempo. Su misi¨®n: rescatar personas bajo los escombros
Pensar que una cucaracha puede ser amiga de un humano puede parecer irreal. Pero sus capacidades m¨¢s desagradables, como la de poder caminar por las grietas y sobrevivir casi en cualquier condici¨®n, han hecho que sean elegidas como candidatas para llevar a cabo misiones de rescate.
Una cucaracha c¨ªborg (un insecto vivo, pero controlado remotamente) puede ser la soluci¨®n para inspeccionar ¨¢reas peligrosas, monitorear el medio ambiente e incluso identificar personas bajo los escombros. Y para que sea una realidad, es necesario que sea guiada artificialmente y durante largos periodos de tiempo. Por tanto, es necesario, primero, un control inal¨¢mbrico de sus piernas y, segundo, una bater¨ªa para alimentar el sistema. El primer reto ya ha sido resuelto y para el segundo, un equipo internacional dirigido por investigadores del Instituto japon¨¦s RIKEN Cluster for Pioneering Research (CPR) acaba de crear un dispositivo que recarga la bater¨ªa a trav¨¦s de la luz solar.
El equipo liderado por Kenjiro Fukuda dise?¨® una mochila especial que lleva m¨®dulos de c¨¦lulas solares org¨¢nicas ultrafinas (de 0.004 mm), flexibles y que se adhieren al cuerpo del insecto sin afectar a sus movimientos naturales. De esta manera, las cucarachas controladas a distancia podr¨¢n desplegarse en misiones de b¨²squeda en lugares poco accesibles o peligrosos sin tener que dirigirse a estaciones de acoplamiento para recargar su bater¨ªa. La aplicaci¨®n m¨¢s importante de esta tecnolog¨ªa es en misiones de rescate, como derrumbes de edificios donde queden personas vivas bajo los escombros y otros humanos no puedan acceder.
Despu¨¦s de la misi¨®n, podemos retirarlo y hay posibilidades de que el insecto viva normalmenteKenjiro Fukuda, investigador principal
Publicado en la revista npj Flexible Electronics, el estudio ha usado la especie cucaracha silbante, presente en Madagascar. El motivo principal es su tama?o (mide de cinco a siete cent¨ªmetros), lo que supone una superficie suficientemente grande como para insertar la peque?a celda solar y su mochila de control. Adem¨¢s, esta especie no tiene la capacidad de volar, lo que facilita su vigilancia. Y para que el insecto no tenga que cargar para siempre su equipaje, Fukuda ha afirmado a EL PA?S que se le puede quitar el dispositivo: ¡°Despu¨¦s de la misi¨®n, podemos retirarlo y hay posibilidades de que el insecto viva normalmente¡±.
?Estamos m¨¢s cerca de controlar otros animales? El experto sostiene que la clave de esta cuesti¨®n es que los insectos no sienten dolor, y, por lo tanto, ¡°no hay necesidad de una aprobaci¨®n ¨¦tica¡±. Pero al tratarse de otros seres, como los mam¨ªferos, la aplicaci¨®n de este tipo de tecnolog¨ªa da paso a un debate complejo: ¡°Eso ser¨ªa un problema porque ellos s¨ª sienten dolor¡±. Este tipo de mecanismo de recarga el¨¦ctrica puede ser aplicado tambi¨¦n en otros insectos c¨ªborg, como abejas.
Sin embargo, todav¨ªa hace falta optimizar el sistema de control del circuito. En el caso de la cucaracha, para que pueda cambiar de modo ¡°recarga¡± a modo ¡°misi¨®n¡± de manera eficiente. ¡°Antes de que la bater¨ªa se acabe, necesitamos guiar el insecto para que se mantenga bajo la luz solar. Despu¨¦s de la recarga, hay que cambiar el modo para que reinicie la ruta de rescate. Crear este sistema es nuestro pr¨®ximo paso en la investigaci¨®n¡±, sostiene Fukuda, qui¨¦n prev¨¦ que dentro de entre tres y cinco a?os sea posible poner las cucarachas en misi¨®n, dependiendo del ritmo de las investigaciones.
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