Elon Musk lanza el lunes de nuevo la suscripci¨®n a Twitter, a 8 d¨®lares en su web y a 11 en Apple
Los usuarios podr¨¢n cambiar de nombre, pero perder¨¢n la marca de verificaci¨®n hasta que se revise
Tras el en¨¦simo retraso, Elon Musk vuelve a intentar lanzar su suscripci¨®n a Twitter que da derecho a una marca de verificaci¨®n azul este lunes, seg¨²n ha anunciado la compa?¨ªa. Twitter Blue costar¨¢ 8 d¨®lares mensuales para quienes se den de alta a trav¨¦s de su web y 11 para quienes lo hagan a trav¨¦s de la tienda de aplicaciones de Apple, la que se usa en los iPhones y los iPads, para compensar la comisi¨®n que se lleva la mayor empresa del mundo por las compras que canaliza. En paralelo, Musk ha dicho que aumentar¨¢ la longitud de los mensajes de Twitter de 280 a 4.000 caracteres, pero como con frecuencia ocurre con el magnate, no se sabe si ser¨¢ as¨ª ni cu¨¢ndo.
La red social no ha precisado en su nuevo anuncio en qu¨¦ mercados se lanza, pero en los anteriores intentos (saldados con sonoros fracasos) la suscripci¨®n estaba disponible en Estados Unidos, Canad¨¢, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.
El precio se ha redondeado desde los 7,99 d¨®lares con que se lanz¨® el servicio sin ¨¦xito inicialmente. Seg¨²n la empresa, los suscriptores a Twitter Blue con un n¨²mero de tel¨¦fono verificado recibir¨¢n la marca azul una vez que la compa?¨ªa lo apruebe, sin especificar el plazo para ello. Los suscriptores podr¨¢n cambiar su nombre de usuario, su alias o su foto de perfil, pero si lo hacen perder¨¢n temporalmente la marca azul hasta que su cuenta sea revisada de nuevo, seg¨²n ha explicado la compa?¨ªa.
Con esas precauciones, Twitter quiere evitar que se repita el fiasco del anterior lanzamiento. El caos creado por una avalancha de impostores le llev¨® a suspender el lanzamiento que hab¨ªa puesto en marcha a toda velocidad pese a las advertencias del riesgo de suplantaci¨®n de identidad que conllevaba y sin establecer controles para la verificaci¨®n. Los usuarios no solo suplantaron la identidad de pol¨ªticos y famosos, sino que tambi¨¦n se hicieron pasar por empresas, recibiendo el sello que en la red siempre hab¨ªa servido para certificar la autenticidad de una cuenta. Hasta pas¨® a haber un Jesucristo ¡°verificado¡±.
Oferta temporal
Los suscriptores tendr¨¢n derecho al bot¨®n de editar y podr¨¢n subir v¨ªdeos de mayor calidad, pero buena parte de los servicios comprendidos en la suscripci¨®n no est¨¢n a¨²n disponibles. En un futuro, las cuentas de suscriptores con marca de verificaci¨®n tendr¨¢n prioridad en las respuestas, menciones y b¨²squedas. Tambi¨¦n podr¨¢n subir v¨ªdeos de mayor duraci¨®n y recibir la mitad de publicidad que los usuarios no verificados. No hay fecha para la puesta en marcha de estos servicios ni est¨¢ claro si implicar¨¢n una nueva subida de precio. Twitter dice que los 8 d¨®lares del precio actual son una ¡°oferta por tiempo limitado¡±. La empresa no ha aclarado cu¨¢l ser¨¢ el precio regular cuando acabe la promoci¨®n.
we¡¯re relaunching @TwitterBlue on Monday ¨C subscribe on web for $8/month or on iOS for $11/month to get access to subscriber-only features, including the blue checkmark ? pic.twitter.com/DvvsLoSO50
— X (@X) December 10, 2022
La empresa planea empezar a reemplazar tambi¨¦n la etiqueta que identifica una cuenta como ¡°oficial¡± (que en realidad ahora acompa?a a much¨ªsimas cuentas no oficiales) por una marca dorada en el caso de las empresas. M¨¢s adelante durante la pr¨®xima semana promete que empezar¨¢ a adjudicar una marca gris a las cuentas de los Gobiernos y organismos multilaterales.
Aunque las explicaciones son someras y dejan muchas dudas en el aire, parecen ir adelante los planes que el magnate nacido en Pretoria (Sud¨¢frica) anunci¨® el pasado 25 de noviembre. ¡°Verificaci¨®n dorada para empresas, gris para gobiernos, azul para individuos (famosos o no) y todas las cuentas verificadas ser¨¢n autentificadas manualmente antes de que se active la verificaci¨®n. Doloroso, pero necesario¡±, tuite¨® entonces.
En otra respuesta posterior, insisti¨® en que no se diferenciar¨¢ a las personalidades del resto de usuarios con identidad certificada. ¡°Todos los seres humanos individuales verificados tendr¨¢n la misma marca azul, ya que el l¨ªmite de lo que constituye notable es demasiado subjetivo. Los individuos pueden tener un peque?o logo secundario que muestre su pertenencia a una organizaci¨®n si esta lo ha verificado. [Habr¨¢] una explicaci¨®n m¨¢s larga la semana que viene¡±, anunci¨® entonces. Lo cierto es que esas explicaciones no llegaron y que la promesa de Musk de que el servicio se pondr¨ªa en marcha el 2 de diciembre se incumpli¨® de nuevo.
La empresa no ha explicado qu¨¦ pasar¨¢ con quienes por ahora tienen la marca de verificaci¨®n azul y no se den de alta en el nuevo servicio, especialmente en el caso de usuarios de pa¨ªses donde Twitter Blue no est¨¢ disponible. Hace unas semanas anunci¨® que ¡°en unos meses¡± quienes ten¨ªan la marca azul con el sistema anterior la perder¨ªan si no pagan, pero ha cambiado tantas veces de criterio que ya no se sabe lo que ocurrir¨¢.
Twitter puso en marcha el servicio de suscripci¨®n con la marca azul el 5 de noviembre. Luego, lo suspendi¨® para impedir que falsos verificados interfiriesen en las elecciones legislativas de Estados Unidos del d¨ªa 8 de ese mes. Lo volvi¨® a lanzar el d¨ªa 9 y lo volvi¨® a suspender el 11 por el caos de los impostores, que incluso provocaron el desplome en Bolsa de algunas empresas. Fij¨® como nueva fecha el 29 de noviembre para el tercer intento, lo pospuso al 2 de diciembre y ahora anuncia el lanzamiento para el lunes 12 de diciembre.
Guerra con Apple
Una de las razones para el retraso puede haberse debido al desarrollo de una herramienta propia de gesti¨®n de las suscripciones. Elon Musk declar¨® la guerra a Apple, uno de sus mayores anunciantes, acus¨¢ndola de retirar publicidad tras el cambio de control, algo que, por otra parte, hicieron la mayor parte de los principales clientes de la red social. Extendi¨® sus ataques a otros ¨¢mbitos en una serie de tuits: ¡°?Sab¨ªas que Apple aplica un impuesto secreto del 30% a todo lo que compras a trav¨¦s de su App Store?¡±, escribi¨®. ¡°Apple tambi¨¦n ha amenazado con retirar a Twitter de su App Store, pero no nos dice por qu¨¦¡±, ha tuite¨® en otro mensaje. Luego visit¨® la sede de Apple en Cupertino (California), invitado por Tim Cook, el jefe del gigante tecnol¨®gico, en lo que pareci¨® ser un armisticio.
Ahora, Twitter lanza el servicio con ese doble precio, de 8 d¨®lares mensuales a trav¨¦s de su web y de 11 a trav¨¦s de iOS, el sistema operativo de Apple, que viene a compensar ese ¡°impuesto secreto¡±, que en realidad es bastante conocido y ya ha sido objeto de pol¨¦mica en otras ocasiones, como en la batalla con Epic Games, el desarrollador del videojuego Fortnite.
Durante estas semanas de retraso en el lanzamiento del servicio, Musk ha cambiado el foco de sus intervenciones en Twitter con frecuencia hacia la pol¨ªtica. Ha desvelado mensajes internos de la compa?¨ªa que, en su opini¨®n, desvelan un uso sesgado de las pol¨ªticas de moderaci¨®n de la red social. Ha puesto documentos internos a disposici¨®n de dos periodistas para que escriban unos hilos en Twitter con sus hallazgos, menos explosivos por ahora de lo que parec¨ªa sugerir.
Ha mostrado que se rest¨® visibilidad en la red a una noticia del New York Post sobre el hallazgo de un ordenador de Hunter Biden, hijo de Joe Biden, que conten¨ªa fotograf¨ªas ¨ªntimas del mismo y mensajes que parec¨ªan sugerir que hab¨ªa tratado de usar la influencia de su padre cuando era vicepresidente para hacer negocios en el extranjero, aunque sin pruebas concluyentes de que el actual presidente participase de alguna forma. Tambi¨¦n ha desvelado mensajes sobre la cancelaci¨®n de las cuentas de algunos te¨®ricos de la conspiraci¨®n de la extrema derecha o sobre el debate interno que llev¨® a la suspensi¨®n indefinida de Donald Trump tras el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Pese a que no han sido revelaciones trascendentes, Trump lleg¨® a sugerir que eran suficientes para suspender algunos art¨ªculos de la Constituci¨®n y repetir las elecciones, lo que le ha valido cr¨ªticas incluso de dentro de su propio partido.
En la mayor parte de esos mensajes internos desvelados aparecen los nombres de los entonces empleados de la empresa. Eso s¨ª, tras alabar la transparencia, ha amenazado con demandar a los trabajadores que filtren informaci¨®n de la empresa.
?De 280 a 4.000 caracteres?
Como si tal cosa, Elon Musk ha dejado caer en una respuesta en Twitter algo que podría ser una revolución para la red social. Un usuario le ha preguntado: "Elon, es verdad que Twitter va a aumentar los caracteres [de los mensajes] de 280 a 4.000?" Y él ha contestado escuetamente: "Sí".
Twitter empezó con mensajes de 140 caracteres y duplicar su longitud ya fue un cambio de calado. Dejar escribir hasta 4.000 caracteres por mensaje puede cambiar la naturaleza de la red social, basada por lo general en mensajes cortos. En la actualidad, los usuarios que quieren contar una historia más larga abren un hilo, un formato que ha adquirido su propia personalidad.
Sin embargo, lo único que hay es esa respuesta de Elon Musk. Ningún anuncio de la empresa, ningún plazo, ninguna explicación. Musk cambia con frecuencia de criterio y dirige Twitter con una especie de método de ensayo y error. Muchos usuarios han respondido a su mensaje pidiendo que no lo haga y otros han aplaudido su decisión.
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