Diccionario de la ciberviolencia: nueve formas de agresi¨®n ¡®online¡¯ hacia las mujeres que pueden pasar inadvertidas
Un proyecto europeo identifica y define las distintas maneras de atacar a trav¨¦s de las redes o los dispositivos sobre las que se carecen de cifras y que eluden la mayor¨ªa de las legislaciones
La violencia f¨ªsica, especialmente contra las mujeres, es como el universo observable: la parte visible es m¨ªnima en comparaci¨®n con la realidad inadvertida. Por cada caso conocido hay decenas de situaciones de violencia cotidiana, latente y sostenida en el tiempo que, en la mayor¨ªa de las ocasiones, encuentran en los medios tecnol¨®gicos su veh¨ªculo, su herramienta y su amplificador. Un estudio del Instituto Europeo para la Igualdad de G¨¦nero (EIGE, por sus siglas en ingl¨¦s) realizado en los dos ¨²ltimos a?os, Combatir la ciberviolencia contra mujeres y chicas, concluye que existe ¡°una grave falta de datos e investigaci¨®n que obstaculiza una evaluaci¨®n adecuada de la prevalencia y el impacto¡± de esta lacra. ¡°Hasta el a?o pasado no ten¨ªamos ni siquiera definiciones consensuadas¡±, advierte Berta Vall, miembro del Grupo de Investigaci¨®n Pareja y Familia de Blanquerna-Universidad Ram¨®n Llull e integrante del proyecto europeo DeStalk contra la ciberviolencia. El estudio de la UE identifica nueve campos: desde acecho, extorsi¨®n, intimidaci¨®n, acoso, discurso de odio basado en el g¨¦nero o uso no consentido de im¨¢genes ¨ªntimas hasta otras formas m¨¢s imperceptibles o sutiles que implican el uso de dispositivos del hogar conectados a internet, el troleo o la revelaci¨®n de datos.
Durante una labor de vigilancia rutinaria del entorno de una mujer con orden de protecci¨®n, la Guardia Civil detect¨® este pasado mes de diciembre en Isla Mayor (Sevilla) que el coche de la expareja de la v¨ªctima, con orden de alejamiento, se encontraba aparcado frente a su casa. La inspecci¨®n del veh¨ªculo permiti¨® detectar en una de las ventanillas un m¨®vil con una ¡°aplicaci¨®n de videovigilancia remota, mediante la que el exmarido ten¨ªa pleno conocimiento y control de los movimientos de la mujer¡±, seg¨²n explicaron los agentes. El agresor fue detenido y puesto a disposici¨®n judicial.
Es un ejemplo de c¨®mo las tecnolog¨ªas facilitan las distintas formas de ciberviolencia, que incluyen tanto la que se ejerce en internet, a trav¨¦s de redes sociales y plataformas de mensajer¨ªa, como aquella que deviene del uso de dispositivos, como el caso de Isla Mayor. ¡°La violencia online no es m¨¢s que una continuaci¨®n de la violencia que se produce contra las mujeres y las chicas en el d¨ªa a d¨ªa. Esta se amplifica, se extiende y se agrava con el uso de internet y los dispositivos digitales¡±, explica la albana Iris Luarasi, presidenta del Grupo Experto en la Lucha contra la Violencia contra la Mujer y la Violencia Dom¨¦stica (Grevio). Este equipo internacional ha publicado la primera Recomendaci¨®n general sobre la dimensi¨®n digital de la violencia contra las mujeres (General Recommendation on the digital dimension of violence against women).
Kirsten Leube, representante alemana en el Consejo de Europa, reconoce que, ante esta realidad, ¡°no hay suficientes datos sobre las diversas formas de ciberviolencia y esto tiene que ver con el hecho de que muchos Estados miembros no las abordan en sus c¨®digos penales, por lo que tampoco est¨¢n recopilando los datos correspondientes¡±.
La empresa de seguridad en internet Kaspersky forma parte del programa europeo DeStalk y es una de las fuentes para vislumbrar la realidad de la ciberviolencia. Seg¨²n su ¨²ltimo informe, el 70% de las mujeres de la UE que ha sufrido violencia a trav¨¦s de las redes o dispositivos de espionaje tambi¨¦n ha padecido, por lo menos, una forma de agresi¨®n f¨ªsica o sexual por parte de la pareja. Espa?a ocupa el sexto puesto entre los pa¨ªses m¨¢s afectados y el 24% de las personas encuestadas por la compa?¨ªa ha admitido haber sufrido alg¨²n tipo de violencia u hostigamiento por parte de la pareja o expareja utilizando la tecnolog¨ªa. El 21% sospecha que sufre espionaje a trav¨¦s de una aplicaci¨®n m¨®vil, una circunstancia que contrasta con la percepci¨®n de este tipo de comportamientos: tres de cada 10 encuestados no ven ning¨²n problema en el control de la pareja ¡°bajo determinadas circunstancias¡±.
El estudio del EIGE pretende romper esta barrera de desconocimiento y percepci¨®n err¨®nea de actuaciones que son intolerables bajo cualquier circunstancia, pese a la opini¨®n de ese 30%. Y lo primero es identificar estas conductas. En este sentido, el informe europeo identifica nueve campos en los que se desarrollan estas formas de violencia:
Acecho (cyber stalking). Se produce de forma met¨®dica y persistente y lo perpetra una persona con la intenci¨®n de socavar la sensaci¨®n de seguridad de la v¨ªctima. Implica el uso de correos electr¨®nicos, mensajes ofensivos o amenazantes, la difusi¨®n de fotos o v¨ªdeos ¨ªntimos y el seguimiento de las v¨ªctimas por diversos medios.
Intimidaci¨®n, coacciones y acoso (cyber harassment-bullying). Tambi¨¦n es una conducta persistente dise?ada para causar angustia emocional severa y, a menudo, miedo a da?os f¨ªsicos. Las principales v¨ªctimas son j¨®venes y ni?os con vulnerabilidad. Puede implicar solicitudes de favores sexuales o la entrega de cualquier contenido no deseado que se considere ofensivo, humillante, degradante o intimidante con amenazas y discursos de odio en redes.
Odio (Online hate speech / incitement to violence or hatred). Aunque es un t¨¦rmino amplio vinculado a la violencia contra grupos por sus condiciones ¨¦tnicas, religiosas o de origen, tambi¨¦n se registra contra las mujeres e implica sexualizaci¨®n, cosificaci¨®n y comentarios degradantes sobre el aspecto f¨ªsico, as¨ª como amenazas de violaci¨®n.
Difusi¨®n no consentida de im¨¢genes ¨ªntimas, espionaje y extorsi¨®n sexual. La primera acci¨®n se refiere a la difusi¨®n p¨²blica de contenidos sexualmente expl¨ªcitos de una o m¨¢s personas sin su consentimiento. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas son mujeres y suele ser cometido por la expareja de la v¨ªctima con una intenci¨®n vengativa o para socavar la intimidad de la mujer. El voyeurismo o espionaje digital es otra forma de violencia en la que los perpetradores toman im¨¢genes no consensuadas ni consentidas de zonas ¨ªntimas de la mujer y las comparten. Algunas formas emergentes de estos abusos incluyen la difusi¨®n de im¨¢genes falsas o la recepci¨®n de contenido sexual expl¨ªcito no requerido.
Troleo. La RAE (Real Academia Espa?ola) aporta una definici¨®n precisa: ¡°En foros de internet y redes sociales, publicar mensajes provocativos, ofensivos o fuera de lugar con el fin de boicotear algo o a alguien, o entorpecer la conversaci¨®n¡±. Empieza a considerarse una forma de acoso al incluir mensajes agresivos o confusos. El perpetrador puede no tener relaci¨®n con las v¨ªctimas y sus armas, cuando el troleo es sexista, son insultos basados en el g¨¦nero, lenguaje vicioso y amenazas de violaci¨®n y muerte por parte de un grupo coordinado para humillar a las mujeres, particularmente a aquellas que expresan su opini¨®n.
Incendiarios (Flaming). Es una forma de comunicaci¨®n en l¨ªnea agresiva y hostil que siempre se caracteriza por contener insultos, desafecto y odio. Tipogr¨¢ficamente, suelen contener letras may¨²sculas y signos de exclamaci¨®n. Se usa para provocar la reacci¨®n de otro usuario. Est¨¢ muy relacionada con el troleo y en pocas legislaciones o pol¨ªticas se incluyen como forma de violencia. Estas acciones pueden ser abiertamente mis¨®ginas y, a menudo, contienen amenazas o fantas¨ªas de violencia sexual o incitaci¨®n a la misma.
Revelaci¨®n de datos (Doxing o doxxing). Consiste en buscar, recopilar y compartir p¨²blicamente informaci¨®n de identificaci¨®n personal en contra de la voluntad del objetivo. Incluye datos personales y sensibles, como domicilio, fotograf¨ªas y nombres de la v¨ªctima y familiares. Puede ser utilizada por un gran n¨²mero de perpetradores en campa?as de acoso y amenazas con consecuencias psicol¨®gicas significativas y, al permitir localizar f¨ªsicamente a las v¨ªctimas, tambi¨¦n puede ser un precursor de la violencia f¨ªsica. Los m¨¦todos empleados para adquirir dicha informaci¨®n incluyen la b¨²squeda en bases de datos disponibles p¨²blicamente y sitios web de redes sociales, as¨ª como la pirater¨ªa y la ingenier¨ªa social. Los motivos pueden ser el acoso, la exposici¨®n, el da?o financiero, la extorsi¨®n e incluso el se?alamiento de la v¨ªctima en el mundo f¨ªsico. Tambi¨¦n puede implicar la manipulaci¨®n de esta informaci¨®n con la intenci¨®n de exponer y avergonzar a¨²n m¨¢s a la v¨ªctima.
Coacciones de falsos amigos (Grooming). Se trata de la coacci¨®n para exponer o compartir material sexual. A diferencia de la extorsi¨®n directa, se trata de un proceso por el cual el perpetrador prepara a la v¨ªctima para el abuso mediante un comportamiento manipulador dirigido a obtener contenido sexual, como im¨¢genes de desnudos o conversaciones u otras formas de interacciones en l¨ªnea. Comienza con contactos para generar una relaci¨®n de confianza con las v¨ªctimas y, en especial con menores, los perpetradores se amparan en perfiles falsos para hacerse pasar por alguien que le facilite la falsa amistad que culminar¨¢ en la extorsi¨®n.
Violencia a trav¨¦s de los dispositivos conectados (IoT-facilitated violence). Es la explotaci¨®n del IoT (Internet de las cosas o dispositivos conectados) para acosar, acechar, controlar o abusar. Se lleva a cabo a trav¨¦s de aparatos como timbres inteligentes, altavoces, c¨¢maras de seguridad o cualquier otro dispositivo conectado a internet y con control remoto. Algunos ejemplos de este tipo de violencia son accionar interruptores a distancia (como los de las luces o la calefacci¨®n del hogar de la v¨ªctima), encerrar a otra persona controlando el sistema de seguridad inteligente o grabar mediante c¨¢maras de seguridad o dispositivos particulares.
La investigadora Berta Vall destaca la importancia de esta aproximaci¨®n a la realidad de la ciberviolencia: ¡°Sabemos que, si no tienes un nombre, una definici¨®n, es muy dif¨ªcil que la identifiquen tanto las v¨ªctimas como los agresores. Hab¨ªa mucha necesidad de conocer los diferentes tipos de violencia y de las herramientas espec¨ªficas para abordarla¡±.
La investigadora defiende una intervenci¨®n ¡°que implique a diferentes sectores relevantes. No solo desde el punto de vista psicol¨®gico o de atenci¨®n policial, sino tambi¨¦n a los legisladores, a los pol¨ªticos y a la sociedad, a la que hay que concienciar¡±.
Herramientas
La necesidad de concienciaci¨®n social se ve avalada por el crecimiento de las pr¨¢cticas de ciberviolencia gracias a la proliferaci¨®n de medios para llevarlas a cabo. ¡°No tienes que ir a la web oscura ni ser un hacker [pirata inform¨¢tico] para ejercer la ciberviolencia. De hecho, solo hay que buscar en Google y encuentras decenas de programas, aplicaciones y tutoriales. Asusta cu¨¢nta informaci¨®n hay en internet sobre ciberacoso¡±, advierte Elena Gajotto, directora de proyectos de la organizaci¨®n Una Casa per l¡¯Uomo, tambi¨¦n integrante del programa DeStalk, para el que Kaspersky ha dise?ado un curso gratuito disponible en cinco lenguas.
Dimitra Mintsidis, del proyecto WWP European Network, defiende que programas como estos deben ¡°asegurar que las mujeres y chicas son libres y est¨¢n seguras en los espacios en los que act¨²an y viven¡±. ¡°Hay que empoderar a la mujer para que reconozca las formas de violencia digital, disuadir a los hombres para que no las usen, dar a conocer los recursos disponibles y movilizar¡±.
En este sentido, la empresa de ciberseguridad Kaspersky, en colaboraci¨®n con la Asociaci¨®n Stop Violencia de G¨¦nero Digital, han impartido el pasado diciembre una serie de talleres para formar a agentes de la IPA (Asociaci¨®n Internacional de Miembros de Polic¨ªa) de Euskadi en la utilizaci¨®n de la herramienta inform¨¢tica TinyCheck, creada para la detecci¨®n de programas esp¨ªas y de acoso digital en tabletas y m¨®viles. Durante estas jornadas, tambi¨¦n se form¨® a los agentes en sistemas avanzados de detecci¨®n de ciberamenazas, concretamente programas esp¨ªa de acoso (ciberstalking).
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