Elizabeth Holmes ingresa en prisi¨®n y cierra uno de los esc¨¢ndalos por fraude m¨¢s famosos de EE UU
La empresaria fue condenada en noviembre a 11 a?os de prisi¨®n por haber enga?ado a los accionistas de Theranos, una empresa que prometi¨® revolucionar los an¨¢lisis de sangre
Elizabeth Holmes engrosa desde este martes la poblaci¨®n carcelaria de Estados Unidos. Alabada alguna vez por Silicon Valley por su visi¨®n, la empresaria se ha entregado este mediod¨ªa para comenzar a pagar su condena por fraude en Bryan, una prisi¨®n de m¨ªnima seguridad de Texas. Edward Davila, el juez del caso Theranos, recomend¨® este centro femenil para Holmes, madre de dos peque?os y casada con el heredero de un peque?o grupo hotelero de San Diego.
En noviembre, Holmes fue sentenciada a 135 meses (11 a?os y tres meses) por enga?ar a los accionistas de Theranos, entre los que figuraban el general James Mattis, quien fue secretario de Defensa de Donald Trump, el magnate Rupert Murdoch y George Schultz, exsecretario de Estado. Muchos de estos inyectaron de recursos a la empresa que promet¨ªa cientos de an¨¢lisis con una sola gota de sangre gracias a una m¨¢quina de tecnolog¨ªa de punta.
Holmes, de 39 a?os, arrib¨® sonriente a la prisi¨®n, vestida con vaqueros, un jersey beige y lentes. No fue esposada mientras fue escoltada rumbo al edificio principal del centro. La imagen contrast¨® con la presencia que proyect¨® durante las quince semanas que dur¨® su juicio en un tribunal de California. La prisi¨®n de Bryan est¨¢ a 160 kil¨®metros al noroeste de Houston, una zona que Holmes conoce, pues all¨ª creci¨® junto con su hermano. Su padre era un ejecutivo de Enron, el gigante energ¨¦tico que cay¨® en desgracia al igual que Elizabeth, quien fund¨® Theranos con solo 19 a?os despu¨¦s de abandonar la universidad.
El juez Davila eligi¨® este centro de reclusi¨®n por sus facilidades de visita. La prisi¨®n est¨¢ enclavada en una zona residencial y tiene una poblaci¨®n de 720 mujeres que no son consideradas peligrosas o violentas. Muchas han sido condenadas por fraudes, estafas y delitos de cuello blanco. Otras purgan penas vinculadas a delitos no graves de tr¨¢fico de personas o drogas. Hasta cuatro pueden vivir en una celda, que tiene dos literas, una mesa y un armario. Por el momento, Holmes compartir¨¢ techo con una mujer condenada a 13 a?os por haber prestado su casa para vender metanfetaminas.
Holmes podr¨¢ ser visitada por su familia los fines de semana y en d¨ªas feriados. El centro cuenta con un ¨¢rea de juegos. A diferencia de las prisiones de mediana y m¨¢xima seguridad, se permite el contacto f¨ªsico. Esto quiere decir que Holmes podr¨¢ amamantar a su beb¨¦, Invicta, nacida en febrero, y sostener en sus piernas a William, nacido en julio de 2021. Estos podr¨¢n convivir con su madre en esta zona especial hasta que cumplan 10 a?os.
De acuerdo a la ley federal, los reclusos deben purgar al menos el 85% de su condena. Las autoridades judiciales no han descartado en este caso que la de Holmes pueda ser reducida por buena conducta y por el programa de empleo, que exige a todas las encarceladas tener un trabajo al menos por 90 d¨ªas. Holmes tambi¨¦n recibi¨® tres a?os de libertad condicional, que contar¨¢n una vez que sea liberada.
La promesa de Silicon Valley hab¨ªa intentado aplazar su ingreso a prisi¨®n argumentando que estaba a la espera de una apelaci¨®n. Era parte de su estrategia en busca de un nuevo juicio, algo que el juez Davila consider¨® improbable. Sunny Balwani, quien fue el brazo derecho en Theranos y quien mantuvo una relaci¨®n con Holmes cuando los dos eran ejecutivos, fue declarado culpable de 12 cargos en un proceso paralelo. En abril, ingres¨® a prisi¨®n para dar inicio a los 13 a?os que tiene por delante por defraudar a los accionistas y pacientes.
Elizabeth Holmes rompi¨® a principios de mayo un silencio medi¨¢tico de casi siete a?os. En lo que fue su primera entrevista con un medio, quiso cambiar la imagen que construy¨® durante a?os, la de la ambiciosa empresaria dispuesta a todo. Durante a?os se gan¨® la reputaci¨®n de una de las mujeres m¨¢s importantes de Silicon Valley visti¨¦ndose como Steve Jobs y hablando de su visi¨®n de salud con un timbre grave.
¡±Creo que nunca perd¨ª de vista mi misi¨®n, pero s¨ª perd¨ª mi narrativa... La historia se convirti¨® en esta bola de nieve que no nos permiti¨® volver al punto de lo que quer¨ªamos hablar¡±, dijo a The New York Times. Semanas antes de entregarse a las autoridades, Holmes permiti¨® que una periodista del diario la visitara en su casa de San Diego, y que incluy¨® una visita al zool¨®gico, para ver de cerca su vida como madre y convicta. Su intenci¨®n era dar profundidad humana a quien ha sido el retrato vivo de los enga?os y la ambici¨®n corporativa.
Los fiscales pidieron 15 a?os de prisi¨®n para Holmes y el pago de 450 millones en d¨®lares para resarcir los da?os. La condena lograda fue por haber defraudado a quienes inyectaron cientos de millones de d¨®lares en el negocio, que lleg¨® a estar valuado en 9.000 millones de d¨®lares. ¡°Por supuesto que fue fraude¡±, escribi¨® en un correo electr¨®nico Rupert Murdoch a periodistas de The Wall Street Journal, de su propiedad. ¡°Solo puedo culparme a m¨ª por no haber hecho m¨¢s preguntas. ?Fui uno de muchos viejos que creyeron en la que parec¨ªa ser una gran joven! Fue vergonzoso¡±, admiti¨® el magnate, quien invirti¨® 125 millones de d¨®lares en el fiasco.
A diferencia de Balwani, quien estaba a cargo de los laboratorios, Holmes no tuvo castigo por afectar a cientos de pacientes, quienes recibieron diagn¨®sticos incorrectos. En la vista de la condena, el juez Davila calific¨® de brillante a Elizabeth Holmes y dijo que no pensaba que su objetivo fuera enriquecerse por cualquier medio. Desde este martes, la prisi¨®n de Bryan ya tiene a su presa m¨¢s c¨¦lebre. La mujer que enga?¨® a Silicon Valley y a Wall Street hasta que su imperio se derrumb¨®.
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