Elon Musk se suma al ¡®boom¡¯ de la inteligencia artificial con una nueva compa?¨ªa
El magnate anuncia el lanzamiento de xAI, que en su opini¨®n, ayudar¨¢ a ¡°comprender la realidad¡±
Bastaron menos de 10 palabras para que Elon Musk anunciara un nuevo emprendimiento. El magnate ha entrado al negocio de la inteligencia artificial con xAI, una nueva compa?¨ªa que, en su opini¨®n, ayudar¨¢ a ¡°comprender la realidad¡± y la naturaleza del universo. La empresa se ha estrenado en las redes sociales lanzando una pregunta de corte filos¨®fico: ¡°?Cu¨¢les son las preguntas m¨¢s fundamentales que permanecen sin respuesta?¡±. Es el m¨¢s reciente golpe de efecto del hombre m¨¢s rico del mundo, quien vive horas bajas en Twitter, la plataforma que compr¨® el a?o pasado y cuya existencia se ha visto amenazada tras el lanzamiento de Threads, respaldada por el gigante tecnol¨®gico Meta.
El equipo de xAi ha presentado este mi¨¦rcoles a trav¨¦s de una p¨¢gina web. Est¨¢ encabezado por Musk y formado por otros 11 ingenieros, todos hombres, quienes tienen experiencia en proyectos como DeepMind de Google, OpenAI y Microsoft. Son talentos que han ayudado a desarrollar las versiones 3.5 y 4 de ChatGPT, que ha significado un antes y un despu¨¦s en el sector con m¨¢s de 100 millones de suscriptores en los primeros dos meses tras su lanzamiento. El equipo har¨¢ su presentaci¨®n oficial este viernes en una charla en Spaces, de Twitter. El anuncio ha dejado claro que est¨¢n contratando nuevos perfiles.
No es la primera vez que Musk se interesa en la inteligencia artificial. El empresario lleva m¨¢s de diez a?os apostando por el desarrollo de herramientas de este tipo, algunas de estas ya est¨¢n en funcionamiento en Tesla. Pero ha sido en los meses recientes y, sobre todo, a ra¨ªz del ¨¦xito de ChatGPT que ha decidido pisar el acelerador. En marzo, ¨¦l y su socio, Jared Birchall, registraron el nombre de la compa?¨ªa ante las autoridades de Nevada. Un mes despu¨¦s, ya estaba en negociaciones para convencer a los inversionistas de su empresa automotriz y de SpaceX para hacerse de recursos frescos para inyectar en xAI. De acuerdo al diario Financial Times, Musk compr¨® miles de procesadores de Nvidia, una empresa que se dispar¨® en bolsa por el boom de la inteligencia artificial.
El due?o de Tesla y SpaceX estuvo vinculado con OpenAI, la empresa que lanz¨® el robot ChatGPT. Musk abandon¨® la junta del consejo de la compa?¨ªa en 2018. Desde entonces, ha criticado abiertamente a la empresa, a quien ha calificado de estar en manos de Microsoft, que ha invertido 13.000 millones de d¨®lares en el desarrollo del chatbot.
A finales de marzo, la de Musk fue una de las voces m¨¢s relevantes en medio de un coro de la industria que pidi¨® cautela en la nueva ola de AI. A trav¨¦s de una carta abierta, expertos y ejecutivos de tecnol¨®gicas pidieron ua tregua de seis meses para pausar el avance de las investigaciones. El argumento era que estas herramientas representan ¡°profundos riesgos para la sociedad y la humanidad¡±. El documento hac¨ªa referencia a las reglas del juego adoptadas por varios desarrolladores y capitanes de industria en 2017 en una conferencia convocada por el instituto Future of Life. Estas acordaban dedicar un intenso cuidado a los recursos ¨¦ticos y econ¨®micos invertidos en los bots ante la profunda capacidad que tienen para ¡°cambiar la historia de la vida en la tierra¡±.
El lanzamiento de xAI parece atender a estas preocupaciones. Adem¨¢s del equipo de 12 hombres que conforma la nueva empresa, la compa?¨ªa ha sumado tambi¨¦n a Dan Hendrycks, un doctor de Berkeley que dirige el Centro para la Seguridad de la Inteligencia Artificial (CAIS, por las siglas en ingl¨¦s). Es una organizaci¨®n sin fines de lucro basada en San Francisco que investiga el desarrollo del sector y se enfoca en reducir potenciales da?os para la sociedad. La organizaci¨®n ofrece becas para estudiar filosof¨ªa e imparte cursos que ayuden a detectar anomal¨ªas en la programaci¨®n, entre otros elementos.
Hendrycks, junto con otros dos autores, explicaba en un ensayo reciente publicado por la universidad de Cornell que existen cuatro grandes categor¨ªas en las que la IA puede representar un da?o a la sociedad. La primera es que grupos o individuos utilicen la herramienta con malas intenciones. La segunda es la carrera entre compa?¨ªas por desarrollar, que puede provocar que la prisa o las presiones de inversionistas pongan a disposici¨®n de los usuarios versiones inacabadas o imperfectas que otorguen demasiado control a los algoritmos. La tercera son los riesgos organizacionales, c¨®mo la interacci¨®n de errores humanos y sistemas complejos pueden tener como resultado ¡°accidentes catastr¨®ficos¡±. La ¨²ltima es quiz¨¢ la m¨¢s temida, los programas que aprovechen una inteligencia muy superior a la humana para rebelarse contra la sociedad. ¡°Nuestro objetivo es promover una profunda comprensi¨®n de estos riesgos e inspirar esfuerzos colectivos para asegurarnos de que la IA sea empleada de forma segura¡±, dice Hendrycks en el ensayo.
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