Los podcasts en Spotify podr¨¢n escucharse en espa?ol gracias al doblaje autom¨¢tico

Este art¨ªculo es una parte de la newsletter semanal de Tecnolog¨ªa, que se manda cada viernes. Si quiere apuntarse para recibirla entera, con temas similares, pero m¨¢s variados y breves, puede hacerlo en este enlace.

Hace literalmente solo dos semanas, El Fary y N¨²?ez Feij¨®o circularon por los chats de Espa?a hablando un ingl¨¦s admirable con su propia voz. Ahora, hace un par de d¨ªas, Spotify ha anunciado que episodios completos de podcasts en ingl¨¦s van a estar disponibles doblados en espa?ol, franc¨¦s, alem¨¢n. De momento solo hay unos pocos ejemplos de prueba. El escritor israel¨ª Yuval Noah Harari habla un espa?ol latino extremadamente fluido. De repente ya hay, para los interesados, una entrevista de 3 horas en espa?ol con Harari. Es una prueba que ir¨¢ a m¨¢s. Hay un detalle curioso: los cap¨ªtulos traducidos al espa?ol son entre 10 y 30 minutos m¨¢s largos que el original. Quiz¨¢ sea por la inteligencia artificial (IA), quiz¨¢ por la estructura de la lengua.

La novedad de Spotify ya merec¨ªa que nos centr¨¢ramos en el impacto que tendr¨¢ en nuestro futuro ling¨¹¨ªstico y en el consumo cultural. Pero en los ¨²ltimos d¨ªas Amazon, Meta, OpenAI (y pronto Google) tambi¨¦n han anunciado o sugerido cambios extraordinarios en c¨®mo viviremos.

La IA ven¨ªa a por nuestros trabajos, pero acabar¨¢ cambiando parte de nuestras vidas. Estos son solo algunos anuncios de estos d¨ªas (algunos no son novedades absolutas, sino mejoras): se podr¨¢ charlar con ChatGPT, que no ser¨¢ solo un avance respecto a Alexa o Siri, sino que hay quien lo ha probado como terapia (?o amiga?) para descargar emociones despu¨¦s de un d¨ªa de trabajo. En el chat de WhatsApp del colegio podr¨¢ invocarse la inteligencia artificial para que resuma cientos de mensajes o pedirle un sticker de una bicicleta con las ruedas en forma de coraz¨®n y una marmota al manillar para nuestra pareja. Podr¨¢ hacerse una foto a las sumas del libro de mates y dar¨¢ los resultados. Podr¨¢n retocarse fotos en el m¨®vil con un nivel hasta ahora reservado a los expertos en Photoshop, y ser¨¢ tan sencillo que lo dif¨ªcil ser¨¢ encontrarse con fotos originales. Tambi¨¦n explicar¨¢ memes o secuencias de im¨¢genes que no son evidentes a ojos humanos. Dentro de WhatsApp podr¨¢ tenerse una conversaci¨®n con preguntas que hasta ahora se las hac¨ªamos a Google: para ello, Meta ha creado incluso chats con famosos que ponen su cara a las IA expertas en recetas, videojuegos, deportes o bromas; parece hasta cursi para esta ¨¦poca.

Son solo algunos ejemplos improvisados. Pero hay m¨¢s. Meta anunci¨® unas nuevas RayBan con c¨¢maras que podr¨¢n mirar un grifo averiado y sugerir c¨®mo repararlo con un v¨ªdeo que veremos en las propias gafas. Y, por supuesto, podremos pasear por El Cairo o Shanghai, mirar los carteles de las calles o las cartas de restaurantes y leerlos en espa?ol en las gafas. No quedar¨¢ tanto ya para que esas mismas gafas traduzcan lo que oigan en chino al espa?ol en nuestras orejas. Esta semana se ha sabido tambi¨¦n que OpenAI est¨¢ hablando con Jony Ive, c¨¦lebre colaborador de Steve Jobs en Apple y hoy fuera de la compa?¨ªa, para crear ¡°el iPhone de la IA¡±. Y es que el tel¨¦fono m¨®vil quiz¨¢ ya no es el dispositivo con el tama?o y formato m¨¢s conveniente para este arsenal de opciones nuevas.

Pero ?y las lenguas?

Ten¨ªa preparadas algunas cosillas para comentar el fin de la Torre de Babel con Spotify. Pero ya me parecen hasta secundarias. Es complicado imaginar el ritmo de cambios que traer¨¢ la combinaci¨®n de esas novedades que acabo de enumerar. La cantidad de contenido disponible se va a multiplicar. ?Por qu¨¦ no escuchar una gu¨ªa sobre los rincones de Bangkok o Mindanao escogidos por unos tipos locales muy avispados? ?Por qu¨¦ no seguir la NBA escuchando podcasts especializados hechos desde Los Angeles o Milwaukee? ?Por qu¨¦ no escuchar, tambi¨¦n en nuestra lengua, la ¨²ltima entrevista a cualquier campe¨®n mundial (de ajedrez, de CounterStrike, de minigolf, de bailes de sal¨®n)? Claro que en principio no estar¨¢ todo disponible en todas las lenguas, pero no deber¨ªa tardar mucho; y el espa?ol ser¨¢ una prioridad tras el ingl¨¦s.

La supresi¨®n de las lenguas para consumir informaci¨®n es una novedad brutal. Pero esa no es la ¨²nica barrera. A los medios globales, por ejemplo, les cuesta funcionar en otra lengua y fuera de su ¨¢rea de influencia cultural. Los grandes medios anglosajones nunca han trasladado su peso a otras lenguas, aunque su influencia en ingl¨¦s sea enorme. Pero Hollywood o Netflix s¨ª lo han hecho. Es probable que tutoriales y podcasts tambi¨¦n logren m¨¢s influencia. Es dudoso, sin embargo, que el franc¨¦s Squeezie o el estadounidense Kai Cenat invadan el terreno de Ibai o Auron. S¨ª puede que haya trasvases en todas direcciones, y m¨¢s en el futuro, cuando los directos y el chat puedan ser traducidos a la vez en tiempo real y las m¨¢quinas pillen expresiones nuevas. Es dif¨ªcil imaginar el impacto concreto de esto, pero ya no es utop¨ªa.

El incremento de traducciones es tan inminente que ya hay cuentas en X que traducen autom¨¢ticamente las voces de los v¨ªdeos al espa?ol con el tono de original. Su nivel de traducci¨®n es justito a¨²n, pero este mi¨¦rcoles ya vi un clip de Mark Zuckerberg presentar sus nuevas gafas en un espa?ol entendible.

El beneficio de aprender una lengua seguir¨¢ ah¨ª, imagino. Yo hablo varias y me ha sido incre¨ªblemente ¨²til en mi vida. ?Ser¨¢ a partir de ahora el mejor modo de emplear horas de aprendizaje? No lo s¨¦.

De un rascacielos a docenas

Ya hab¨ªamos comentado que ChatGPT parec¨ªa ralentizar su implantaci¨®n. Quiz¨¢ era solo mi deseo de entender mejor su adopci¨®n. Me equivocaba mucho y poco a la vez: ChatGPT sigue siendo un incre¨ªble generador de texto y poco m¨¢s, pero a su alrededor no para de surgir competencia. Es como si ChatGPT fuera el nuevo rascacielos en la ciudad global con sus 44 pisos y en apenas unos meses se hubieran proyectado por todas partes otros rascacielos de 60 plantas.

Amazon, por ejemplo, acaba de invertir 4.000 millones en Anthropic, los creadores de Claude, uno de los principales competidores de ChatGPT. Para entender mejor las derivadas de la IA tenemos este ejemplo que aparece en el anuncio de ese acuerdo: ¡°Lonely Planet, una c¨¦lebre editorial de viajes, redujo sus costes de generaci¨®n de itinerarios en casi un 80 por ciento, despu¨¦s de implementar Claude 2; sintetizando sus d¨¦cadas de contenido de viajes para ofrecer recomendaciones de viajes coherentes y altamente precisas¡±.

Es imposible que todo esto se convierta en cotidiano a la vez. No somos capaces de asumir tanta novedad. Pero ir¨¢ ocurriendo. Nadie se resistir¨¢ a crear stickers inventados, preguntar paridas en el chat grupal o consultar recetas con lo que hay en la nevera en lugar de recurrir a las habituales de internet con ingredientes raros, o a recurrir a las gafas que nos dicen a qu¨¦ edificio miramos. Mucha gente estar¨¢ ahora pensando: ¡°Nada, esto me pilla mayor, no es para m¨ª¡±. Ya, yo tambi¨¦n me resist¨ª a los m¨®viles, pero llega un d¨ªa en que resistirse es la postura irracional: lo nuevo es demasiado ¨²til, divertido o lo tiene el cu?ado.

Las nuevas gafas de Meta costar¨¢n menos de 300 d¨®lares y estar¨¢n a la venta en octubre. Son las Google Glass, s¨ª. pero mucho m¨¢s chulas. Grabar¨¢n y no lo sabremos. En 2014 hab¨ªa pocas c¨¢maras en la calle y hoy la privacidad en p¨²blico no existe. Si te hurgas la nariz y eres famoso (m¨¢s en el Congreso) te pueden grabar. Si te caes o chocas o te peleas, es indudable que vas a llegar a internet.

Puedes seguir a EL PA?S Tecnolog¨ªa en Facebook y X o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.