P¨¢vel D¨²rov, el adalid de la libertad que se enfrenta a la c¨¢rcel: las claves de la detenci¨®n del creador de Telegram
El multimillonario, detenido este s¨¢bado en Par¨ªs, ha hecho de la libertad su bandera, aunque eso haya supuesto acabar con la suya
¡°Cuando cumpl¨ª 11 a?os en 1995, me hice la promesa de ser cada d¨ªa m¨¢s inteligente, m¨¢s fuerte y m¨¢s libre. Hoy Telegram cumple 11 a?os y est¨¢ listo para hacer esa misma promesa¡±. Este es el ¨²ltimo mensaje del emprendedor P¨¢vel D¨²rov (San Petersburgo, 39 a?os). Lo public¨® el pasado 14 de agosto en su canal de Telegram, empresa que fund¨® junto a su hermano Nikolai en 2013. Ir¨®nicamente, esa b¨²squeda incesante de libertad por encima de todo le ha llevado a la c¨¢rcel, de momento solo como acusado.
El multimillonario fue detenido este s¨¢bado en el aeropuerto Le Bourget, en las afueras de Par¨ªs. Su arresto forma parte de una investigaci¨®n policial centrada en la falta de colaboraci¨®n de Telegram con la justicia. Las autoridades consideran que esta plataforma de mensajer¨ªa encriptada permite el desarrollo de actividades delictivas de todo tipo, desde redes de pederastia hasta tr¨¢fico de drogas, crimen organizado y promoci¨®n del terrorismo. Y que D¨²rov antepone la libertad y la falta de control en su plataforma a la persecuci¨®n de estos delitos.
¡°El problema no es que haya gente que se dedique a delinquir, eso pasa en todas las plataformas, el problema es que no colabores para detenerlos¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica Borja Adsuara, abogado experto en derecho digital. ¡°Por no hacerlo le pueden acusar de obstrucci¨®n a la justicia. No de colaboraci¨®n, porque no es una colaboraci¨®n activa¡±.
Telegram, con sede en Dub¨¢i, tiene 950 millones de usuarios activos y estar¨ªa planeando su salida a Bolsa este a?o, como el mismo D¨²rov confes¨® en una entrevista con The Financial Times. El magnate cont¨® entonces que hab¨ªa rechazado ofertas de compra por valor de 30.000 millones de d¨®lares (27.437 millones de euros). Esta aplicaci¨®n se ha convertido en una alternativa a WhatsApp cada vez m¨¢s usada. Sin embargo, tiene algunas diferencias con la aplicaci¨®n de Meta. Telegram permite la creaci¨®n de grupos de hasta 200.000 miembros, lo que la convierte tambi¨¦n en una plataforma de contenidos. Estos grupos se crean en torno a intereses comunes: pueden ser pol¨ªticos, culturales o de informaci¨®n sobre un tema concreto. Tambi¨¦n proliferan los grupos de pirater¨ªa audiovisual. Por este motivo, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz orden¨® el cierre preventivo de la plataforma en Espa?a el pasado marzo, en un extra?o auto que bloqueaba el servicio en Espa?a y que el propio juez anul¨® a los pocos d¨ªas.
Esta capacidad de crear comunidades abiertas, pero con un gran celo por la privacidad, convirti¨® a Telegram desde su creaci¨®n en un motor de resistencia y una molestia para los tiranos. Los l¨ªderes autoritarios de Rusia e Ir¨¢n intentaron prohibirla. La aplicaci¨®n tuvo un papel relevante en revueltas populares en Ucrania, Bielorrusia y Hong Kong.
Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, Telegram se ha convertido en un refugio para otro tipo de resistencia. Las cosas empezaron a cambiar r¨¢pidamente en 2021, cuando la plataforma se llen¨® de conspiracionistas, racistas y agitadores de la extrema derecha. El detonante fue el asalto al Capitolio por parte de una turba de seguidores del expresidente estadounidense Donald Trump. Las redes sociales jugaron un papel importante en esta insurrecci¨®n. Por eso, los d¨ªas posteriores, Twitter y Facebook tomaron medidas con una purga de usuarios que consideraron responsables de haber incitado a la violencia o propagado desinformaci¨®n. 25 millones de nuevos usuarios acudieron en manada a Telegram. D¨²rov dijo que hab¨ªa sido ¡°la migraci¨®n digital m¨¢s grande en la historia de la humanidad¡±.
Esta cascada de nuevos usuarios no se redujo de forma dr¨¢stica con el tiempo; continu¨® en un flujo constante. El servicio de mensajer¨ªa de la competencia, WhatsApp, hab¨ªa introducido l¨ªmites mundiales al reenv¨ªo de mensajes en 2019, despu¨¦s de que se le acusara de permitir la difusi¨®n de informaci¨®n falsa en la India que provoc¨® linchamientos. Pero Telegram no ten¨ªa estas cortapisas y muchos comunicadores de la desinformaci¨®n y la extrema derecha vieron aqu¨ª una plataforma a su medida. En Espa?a, el eurodiputado Alvise P¨¦rez o el agitador Vito Quiles son los mayores exponentes de una tendencia global.
Telegram no solo se ha convertido en una forma de transmitir desinformaci¨®n, tambi¨¦n es un excelente lugar para sacar dinero con ella. Un reciente estudio de la Universidad de la Sapienza (Roma) calculaba que los canales conspirativos hab¨ªan conseguido recaudar con distintos proyectos 84,7 millones de euros de m¨¢s 985.000 contribuyentes en los ¨²ltimos a?os. Por eso la detenci¨®n de D¨²rov tiene una dimensi¨®n pol¨ªtica. Comunicadores de la extrema derecha en todo el mundo (desde Alvise en Espa?a, hasta Tucker Carlson en Estados Unidos) se han apresurado a se?alar al multimillonario como un m¨¢rtir por la libertad. Lo cierto es que, buceando en su biograf¨ªa, se podr¨ªa decir que lo es.
P¨¢vel D¨²rov se gradu¨® en Filolog¨ªa en la Universidad Estatal de San Petersburgo en los a?os 2000. Alumno brillante, dise?¨® varias p¨¢ginas web de intercambio de apuntes, pero fue la creaci¨®n del Facebook ruso, en 2006, lo que le lanz¨® a la fama. En 2011, los servicios secretos rusos le pidieron que entregase informaci¨®n sobre varios opositores pol¨ªticos. D¨²rov se neg¨®. Dos a?os despu¨¦s, volvieron a llamar a su puerta pidiendo que identificara a los ciudadanos ucranios que hab¨ªan participado en las protestas proeuropeas del Maid¨¢n. D¨²rov volvi¨® a resistirse pero, sabiendo que estaba en el punto de mira del Kremlin, vendi¨® su empresa y se march¨® al extranjero a trabajar en una nueva plataforma, lejos de las garras de Putin.
La obsesi¨®n de D¨²rov con la libertad en internet y el anonimato de los usuarios ha sido total desde entonces. El problema es que el magnate ha mostrado el mismo convencimiento al enfrentarse a reg¨ªmenes autoritarios que buscan disidentes o a los jueces de pa¨ªses democr¨¢ticos que quieren frenar la difusi¨®n de contenido pederasta o la pirater¨ªa.
La aplicaci¨®n no es responsable de que existan estos contenidos. ¡°No son como un peri¨®dico¡± apunta Adsuara. ¡°Desde la primera ley que se hizo al respecto en 1996 en EE UU, la ley de decencia de las comunicaciones, y luego en Europa, en el 2000, la directiva de comercio electr¨®nico, se estableci¨® el principio de exoneraci¨®n de responsabilidades por los contenidos que compartimos los usuarios¡±, recuerda. Los responsables son los usuarios, no los due?os de la plataforma. Pero esta tiene que colaborar cuando se le pide, recuerda el experto. ¡°Si aqu¨ª, hasta a la m¨¢s peque?a de las pymes le obligamos a cumplir la normativa, los de las grandes plataformas no van a ser una excepci¨®n¡±. Este es el problema real con Telegram, enfatiza Adsuara: que D¨²rov ha antepuesto el anonimato de sus usuarios a la colaboraci¨®n con la justicia.
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