Jos¨¦phine Goube: ¡°Los discursos en redes contra los refugiados se combaten hablando menos y haciendo m¨¢s¡±
Su ONG Techfugees dise?a tecnolog¨ªa para ayudar a los migrantes con la colaboraci¨®n de voluntarios de todo el mundo
La francesa Jos¨¦phine Goube habita dos mundos que en cualquier momento pueden entrar en colisi¨®n. Tiene un pie en el reino de la tecnolog¨ªa, espoleado por el lema ¡°mu¨¦vete r¨¢pido y rompe cosas¡±. Con el otro, transita el fr¨¢gil ecosistema de la ayuda humanitaria, donde rige la m¨¢xima ¡°no hagas da?o¡± y en el que, como ella misma explica, ¡°romper cosas puede significar que alguien muera¡±. Su ONG Techfugees dise?a herramientas tecnol¨®gicas para ayudar a los refugiados a resolver sus necesidades y aliviar sus sufrimientos. Fund¨® la organizaci¨®n en 2015, con solo 26 a?os. M¨¢s de un centenar de empleados de empresas tecnol¨®gicas colaboran como voluntarios. ¡°La tecnolog¨ªa es una herramienta, no es un fin en s¨ª mismo ni una soluci¨®n. La cuesti¨®n es c¨®mo usarla para todos y de forma segura. Con personas vulnerables como los refugiados es muy importante pensar bien qu¨¦ hacer y qu¨¦ no hacer¡±, advierte.
Goube, nacida cerca de Calais hace 32 a?os, ha sido una de las estrellas del encuentro internacional Carta de Santiago, organizado el pasado fin de semana en la Cidade da Cultura de Santiago por la Xunta de Galicia y la Fundaci¨®n Paideia para debatir sobre los desaf¨ªos de la sociedad actual. Formada en el Instituto de Estudios Pol¨ªticos de Par¨ªs y la Escuela de Ciencias Pol¨ªticas y Econ¨®micas de Londres, es miembro del Consejo Noruego para Refugiados y asesora a la Comisi¨®n Europea sobre migraciones. Cuenta que Techfugees naci¨® tras el escalofr¨ªo que recorri¨® el planeta cuando se difundi¨® masivamente la fotograf¨ªa del cad¨¢ver del peque?o Aylan a orillas del Mediterr¨¢neo. Meses antes, Goube hab¨ªa intentado poner en marcha el proyecto, pero le costaba conseguir voluntarios. Aquella imagen de un ni?o de tres a?os fallecido durante la huida de su familia de la guerra en Siria ¡°lo cambi¨® todo¡±. Poco despu¨¦s, 300 expertos en nuevas tecnolog¨ªas se reunieron en Londres para dar forma a Techfugees.
La conmoci¨®n por la foto de Aylan ¡°fue ¨²til para comenzar con Techfugees¡±, reconoce Goube, pero piensa que ¡°es triste que sean este tipo de im¨¢genes las que hagan que la gente abra un poco los ojos¡±. Siguen muriendo ni?os ahogados en su huida del hambre y la guerra sin que la opini¨®n p¨²blica se conmueva, subraya. S¨ª impactaron las im¨¢genes del aeropuerto de Kabul atestado de personas escapando de los talibanes, pero nadie se estremece con el drama humanitario de Tigray, en el norte de Etiop¨ªa, donde no hay ONG operando y no llegan im¨¢genes: ¡°Es muy triste que la gente se mueva por las fotos, porque hay un mar de datos ah¨ª fuera y no reaccionan. Todo el mundo quiere ayudar a la gente en Afganist¨¢n, pero ?qu¨¦ pasa con los afganos de Calais?¡±.
Los proyectos de Techfugees facilitan a los refugiados el acceso a wifis seguras, los tr¨¢mites burocr¨¢ticos, el aprendizaje online de los idiomas de sus pa¨ªses de acogida o las relaciones sociales y profesionales. Seg¨²n sus datos, casi un 95% de los desplazados forzosos que buscan una nueva vida en el planeta portan un tel¨¦fono inteligente. La ONG, se?ala Goube, se preocupa especialmente por que no haya fugas de datos y los migrantes puedan moverse en el territorio digital de forma segura. ¡°Solo recogemos datos de ellos si es absolutamente necesario y los protegemos¡±, afirma.
En Techfugees tambi¨¦n est¨¢n alerta para que los refugiados no sean utilizados por las tecnol¨®gicas como campo de pruebas para sus inventos. ¡°Estas empresas est¨¢n usando algunas tecnolog¨ªas con organizaciones humanitarias para probarlas. Es algo muy peligroso, porque estas personas no tienen las mismas oportunidades de vida y derechos que el resto. Lo hacen con los refugiados para darse visibilidad en nombre de la ayuda humanitaria¡±, advierte Goube.
En 2018 arranc¨® su programa para dar capacitaci¨®n tecnol¨®gica a mujeres refugiadas en Grecia, Italia y Francia y mejorar sus posibilidades de inserci¨®n laboral. Seg¨²n los datos de Techfugees, el 85% de las migrantes siguen sin trabajo cinco a?os despu¨¦s de su llegada, mientras que el 80% de las participantes en su iniciativa encuentra empleo transcurridos apenas seis meses. Goube defiende que formar a las mujeres es un ¡°catalizador¡± de avances para toda la familia. Explica que las investigaciones que se han hecho sobre los proyectos de microcr¨¦ditos han demostrado que ellas distribuyen el dinero ¡°de una manera m¨¢s equitativa¡± que cuando lo ingresan los hombres. Aportan m¨¢s estabilidad y las mejoras en la salud y educaci¨®n de sus hijos son mayores, a?ade.
El Banco Mundial augura que para 2050 habr¨¢ en el planeta 150 millones de migrantes forzosos por el cambio clim¨¢tico y Naciones Unidas eleva la cifra a 1.000 millones, apunta Goube. A Europa tambi¨¦n llegar¨¢, avisa, y los primeros s¨ªntomas son ya una realidad: ¡°En Italia los cambios en el clima est¨¢n obligando a los viticultores a desplazar los cultivos a otras zonas¡±. Rechaza las ¡°narrativas binarias¡± sobre los refugiados porque ¡°no son h¨¦roes ni v¨ªctimas, son seres humanos que necesitan ayuda¡±.
Para combatir los discursos xen¨®fobos en las redes, Goube recomienda ¡°hablar menos y hacer m¨¢s¡±, ¡°demostrar con resultados que funcionan estos programas¡± para que las organizaciones de ayuda a los refugiados ¡°enganchen a m¨¢s gente¡±. Aboga por ¡°encontrar soluciones en las que ganen ambas partes, tanto los desplazados como la poblaci¨®n local¡±, una labor que ¡°lleva tiempo y necesita mucho trabajo cada d¨ªa¡±: ¡°Las narrativas contra los refugiados e inmigrantes que hay en las redes sociales est¨¢n basadas en las emociones, en el miedo y en la inmediatez, por eso es tan dif¨ªcil combatirlas¡±.
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