?Cu¨¢nta gente se quedar¨¢ en Quibi al acabar el periodo de prueba? La plataforma se enfrenta a su primer gran reto
La nueva plataforma de contenidos en el m¨®vil finaliza su primer trimestre y va camino de no alcanzar ni el 30% de los suscriptores que ten¨ªa previstos
La pen¨²ltima plataforma de streaming en entrar en el mercado audiovisual quer¨ªa hacerlo a lo grande con una oferta que apostaba por lo peque?o. De momento, ese envite ha estado mal calculado. Quibi, creada por el veterano de Hollywood Jeffrey Katzenberg y la empresaria Meg Whitman, se estren¨® el pasado abril con una propuesta que a priori podr¨ªa funcionar: series, documentales y reportajes de menos de diez minutos para consumir en los dispositivos m¨®viles en cualquier sitio, en cualquier momento.
Hoy falta el ¨¦xito popular y llamativo que les coloque en el mapa. La plataforma se enfrenta a su primera gran prueba de fuego: el fin de los tres meses de su periodo de prueba gratis. El n¨²mero de suscriptores que se quede, abonando la tarifa completa, ser¨¢ su primera indicaci¨®n de ¨¦xito sostenible. La ¨²nica, de hecho. Los efectos de la crisis sanitaria en la industria audiovisual y las luchas internas entre sus dos creadores han dejado a la plataforma con un tibio arranque. Las perspectivas no son buenas y la palabra fracaso sobrevuela el proyecto: si sigue as¨ª, en su primer a?o habr¨¢ conseguido menos de un 30% de los suscriptores que hab¨ªa previsto, seg¨²n The Wall Street Journal.
Quibi, nombre compuesto por el inicio de las palabras quick bites (peque?os bocados), y que pudo haberse llamado Omakase (el nombre del restaurante japon¨¦s preferido de Katzenberg y que en ese idioma significa ¡°confiar en el chef¡±), contaba con llegar a los 7,5 millones de suscriptores (supondr¨ªan unos 227 millones de euros en ingresos) de todo el mundo en abril de 2021 (la plataforma est¨¢ disponible en Espa?a, aunque nadie se encarg¨® de anunciarlo). Los n¨²meros que manejan muestran que van a fallar por m¨¢s de cinco millones, seg¨²n fuentes internas citadas por el peri¨®dico estadounidense.
En Quibi han apuntado que las cifras son ¡°incorrectas¡±, pero no han ofrecido otros datos. En su salida, la plataforma, que tiene como objetivo los usuarios de entre 18 y 44 a?os, lo hizo con los tres primeros meses gratis de oferta (ahora han bajado a dos semanas de prueba; 8,99 euros al mes despu¨¦s), un periodo que para los primeros suscriptores finaliza la primera semana de julio. Los medios especializados vaticinan la baja de muchos de ellos a lo largo del verano. Gigantes como Disney, NBCUniversal, Warner, Sony o ViacomCBS han invertido en el proyecto 1.750 millones de d¨®lares (unos 1.557 millones de euros), pero la compa?¨ªa calcula ya que para seguir viva en la segunda mitad de 2021 necesitar¨¢ recaudar de los inversores al menos otros 180 millones de d¨®lares.
La vida de Jeffrey Katzenberg est¨¢ llena de ¨¦xitos empresariales en Hollywood tras su paso por Paramount Pictures, los estudios Disney y la creaci¨®n junto a Steven Spielberg y David Geffen de Dreamworks (Shrek, Madagascar....), pero tambi¨¦n de desencuentros con otros miembros de la industria. Incluso dentro de sus propias compa?¨ªas. Seg¨²n The Wall Street Journal, los enfrentamientos con Whitman han sido constantes desde el principio del proyecto en 2018. Esta ¨²ltima incluso ha tenido que aceptar un recorte de un 10% de su salario (junto a otros ejecutivos de la empresa) por los malos resultados iniciales.
La jefa de marketing, Megan Imbres, abandon¨® Quibi dos semanas despu¨¦s del lanzamiento y en noviembre hizo lo propio Diane Nelson, jefa de operaciones de contenido. En las ¨²ltimas semanas, Katzenberg y Whitman han achacado parte del fracaso de su plataforma a la crisis por la Covid-19 e incluso por reducir su campa?a de marketing por no interferir en ¡°c¨®mo el pa¨ªs est¨¢ ahora comprometido en un importante di¨¢logo y movimiento social focalizado en el Black Lives Matter¡±.
Entre la fecha de su debut, el 6 de abril, y el 28 de mayo, la aplicaci¨®n de Quibi fue descargada alrededor de cuatro millones de veces, seg¨²n la consultora Apptopia, un buen n¨²mero que no se corresponde con las altas en el servicio. La compa?¨ªa ten¨ªa previsto que sus contenidos solo pudieran consumirse en m¨®viles y tabletas, pero en esta traves¨ªa por el desierto en la que se han convertido sus primeros meses, han tenido que ceder para que tambi¨¦n se puedan proyectar a los televisores a trav¨¦s de servicios como AirPlay (Apple) y Chromecast (Google). Un paso atr¨¢s que rompe con la filosof¨ªa original del proyecto y que podr¨ªa no ser el ¨²ltimo para convencer a los usuarios de que su oferta es tan v¨¢lida como la del resto de plataformas. Entre los contenidos que pueden encontrarse en Quibi hay series, noticias y reportajes de cadenas como la BBC o la NBC, e incluso concursos.
Entre los mejor valorados en la p¨¢gina Rotten Tomatoes, que agrega cr¨ªticas profesionales y de los espectadores, est¨¢n productos como las series documentales Run this City (que sigue el d¨ªa a d¨ªa del alcalde m¨¢s joven en la historia de Massachussetts) y I Promise (con el baloncestista LeBron James), el concurso Gayme Show! (compiten heterosexuales que deben demostrar sus conocimientos sobre la comunidad LGTBI), el thriller The Stranger y la serie antol¨®gica de terror 50 States of Fright, creada por Sam Raimi. El cat¨¢logo se completar¨¢ en los pr¨®ximos meses con productos de Steven Spielberg, Guillermo del Toro, Antoine Fuqua, Peter Farrelly y Ridley Scott, entre otros.
Los contenidos de la plataforma se pueden ver en formato horizontal y en vertical, basta con girar el dispositivo y se ajusta de forma autom¨¢tica, pero se pierde calidad e informaci¨®n visual. Las series est¨¢n rodadas en origen para su consumo horizontal, el habitual en televisiones. Al voltear el m¨®vil, aunque de primeras resulte bastante fluido y pueda resultar muy c¨®modo para lo que est¨¢ pensado Quibi (visionados en el transporte p¨²blico, mientras se hace cola en alg¨²n sitio, ocupar peque?os momentos de tiempo en el que se tiene el m¨®vil a mano) se dejan de ver muchas cosas. Por ejemplo, en una persecuci¨®n se puede ver a una furgoneta huyendo de varios coches polic¨ªa, pero al ponerlo en vertical, se ve solo la parte delantera de la furgoneta, se pierde todo el contexto. Se queda todo en un peque?o bocado para un plato demasiado grande.
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