¡®Line of Duty¡¯, un fen¨®meno de audiencias a la vieja usanza
La modesta serie policial se convierte en un incontestable ¨¦xito de la televisi¨®n p¨²blica brit¨¢nica
La f¨®rmula de Line of Duty no es revolucionaria. No inventa nada que no estuviera ya inventado. Dramas policiales hay incontables en la televisi¨®n. Incluso la peculiaridad de que aqu¨ª los investigados sean los propios polic¨ªas no parece un gran giro para la historia. Y sin embargo, se ha asentado en su sexta temporada como uno de los mayores fen¨®menos televisivos que se recuerdan en el Reino Unido. Sus audiencias en directo son estratosf¨¦ricas y pueden interpretarse como la constataci¨®n de que todav¨ªa hay espacio para las series en la televisi¨®n en abierto frente a la cada vez mayor mudanza a las plataformas de pago. Solo hay que dar con la clave para retener al p¨²blico e invitarle a volver semana tras semana, ansioso por conocer la nueva revelaci¨®n que guarda la trama. Frente a los maratones que potencia la f¨®rmula de Netflix con el lanzamiento de todos los episodios a la vez, el ¨¦xito de Line of Duty se cuece semana a semana.
El quinto cap¨ªtulo de la tanda ahora en emisi¨®n en la BBC alcanz¨® este domingo la cifra r¨¦cord de 9,92 millones de espectadores (48,9% de cuota de pantalla). Para poder comparar: el funeral de Felipe de Edimburgo, un acontecimiento hist¨®rico que retransmitieron el s¨¢bado en directo tres canales en el Reino Unido, fue seguido en la BBC por 11 millones de espectadores. Movistar Seriesman¨ªa, donde se puede ver la serie en Espa?a, emite este mi¨¦rcoles el episodio que ha marcado este nuevo r¨¦cord para el policial. Todav¨ªa quedar¨¢n dos episodios m¨¢s para concluir la temporada y desenmara?ar la trama.
El camino de Line of Duty ha sido de ascenso continuo. Sus inicios fueron modestos: la cadena p¨²blica brit¨¢nica releg¨® su primera temporada, en 2012, a su segunda cadena, BBC Two. Y se convirti¨® en la ficci¨®n dram¨¢tica m¨¢s vista en toda la d¨¦cada en aquel canal, con una media de 3,8 millones de espectadores. Cuando comenz¨® la segunda entrega, en 2014 (que mantuvo buenos datos de audiencia para el canal, con una media de 3,43 millones de televidentes) la acogida de p¨²blico y cr¨ªtica hizo que se encargaran dos temporadas m¨¢s.
A partir de la cuarta entrega, esta producci¨®n se mud¨® al primer canal de la BBC, donde su audiencia se catapult¨®: de los 5,42 millones de espectadores de media que hab¨ªa obtenido su tercera temporada, pas¨® a 9,55 millones en la cuarta (cifras que incluyen los espectadores en diferido; en directo, la cuarta temporada termin¨® ante 7,5 millones de televidentes). Entre los reconocimientos que ha recibido en su recorrido, se encuentran los premios de la Royal Television Society y el Broadcasting Press Guild Award.
Su creador, Jed Mercurio, ha demostrado en varias ocasiones que sabe c¨®mo hacer series polic¨ªacas. Ya hab¨ªa abordado el drama m¨¦dico con tres series, Cardiac Arrest, que escribi¨® cuando todav¨ªa ejerc¨ªa de doctor en un hospital de Glasgow, Bodies y Critical. Para Line of Duty (que se traducir¨ªa como ¡°en acto de servicio¡±) aplic¨® una f¨®rmula basada en guiones llenos de giros y con cierres de cap¨ªtulos que dejan la historia en suspenso.
La trama sigue las andanzas de la unidad anticorrupci¨®n AC-12 de la polic¨ªa brit¨¢nica, encargada de investigar a los propios agentes ante las sospechas de mala praxis. Temporadas cortas, de entre cinco y siete episodios, facilitan que los acontecimientos se desarrollen a toda velocidad y que se resuelva un caso principal en cada una de ellas, con lo que los espectadores saben que tendr¨¢n un desenlace pasadas pocas semanas. Hay, adem¨¢s, hilos sueltos que apuntan a una gran trama de corrupci¨®n dentro de la polic¨ªa y enlazan las entregas entre s¨ª. La historia, que, en general, deja la vida personal de los protagonistas fuera del cuadro, intercala investigaci¨®n policial, acci¨®n y algunos de los interrogatorios m¨¢s tensos vistos en la televisi¨®n.
Los actores Adrian Dunbar, Martin Compston y Vicky McClure son los tres protagonistas. A ellos se suman cada temporada diferentes antagonistas. En esos papeles han pasado grandes nombres como Lennie James, Keeley Hawes, Thandiwe Newton, Stephen Graham o, en la actual temporada, Kelly Macdonald.
Line of Duty no es el ¨²nico ¨¦xito de Mercurio en los ¨²ltimos a?os. La productora fue tambi¨¦n responsable del gran fen¨®meno televisivo procedente de Reino Unido en 2018, Bodyguard. La f¨®rmula era similar. La historia segu¨ªa a un veterano de Afganist¨¢n encargado de la seguridad de la ministra de Interior del Gobierno brit¨¢nico, una mujer que, precisamente, apoy¨® el env¨ªo de aquellas tropas y que ahora pretende escalar posiciones dentro del Ejecutivo. A partir de ah¨ª, la historia se desarrolla entre el thriller sexual y pol¨ªtico con una alerta terrorista de fondo.
El enganche de los brit¨¢nicos fue tal que el cap¨ªtulo final fue seguido en directo por 10,4 millones de espectadores. En el mes siguiente, con las reproducciones en diferido y en la plataforma de la BBC, super¨® los 17 millones de espectadores. Fue el episodio m¨¢s visto de una serie en la televisi¨®n brit¨¢nica desde el final de la segunda temporada de Downton Abbey, en noviembre de 2011 (10,5 millones), y el m¨¢s visto en la televisi¨®n p¨²blica brit¨¢nica desde el especial de Navidad de Doctor Who en 2008 (11,7 millones). Los datos de Bodyguard ten¨ªan m¨¢s m¨¦rito todav¨ªa que los de sus antecesoras si se tiene en cuenta el cambio en los h¨¢bitos de consumo televisivo, con m¨²ltiples opciones para acceder a los cap¨ªtulos como y cuando se quiera.
No puede descartarse que el final de la presente temporada de Line of Duty supere esos datos. El primer episodio de la sexta temporada sum¨® otros 3,6 millones de espectadores provenientes de la plataforma iPlayer de la BBC. El techo para los agentes m¨¢s inflexibles de la polic¨ªa brit¨¢nica est¨¢ a¨²n por descubrir.
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