¡®Upload¡¯, el m¨¢s all¨¢ de ¡®The Office¡¯ y ¡®Black Mirror¡¯
Greg Daniels ha creado en Amazon una comedia que, entre risas, lanza mensajes sobre el capitalismo vamp¨ªrico y las relaciones t¨®xicas
Hace ocho a?os que se acab¨® la versi¨®n estadounidense de The Office. Da igual. Incluso ante la avalancha semanal de chisporroteantes novedades, la serie protagonizada por Steve Carell sigue siendo una de las m¨¢s vistas en las plataformas y de las m¨¢s comentadas en red...
Hace ocho a?os que se acab¨® la versi¨®n estadounidense de The Office. Da igual. Incluso ante la avalancha semanal de chisporroteantes novedades, la serie protagonizada por Steve Carell sigue siendo una de las m¨¢s vistas en las plataformas y de las m¨¢s comentadas en redes sociales. M¨¢s de lo que jam¨¢s lo fue mientras se emit¨ªa. No hay cadena que no busque una heredera digna. Una comedia que cualquier tipo de p¨²blico vea en bucle como quien baja diariamente a por el pan. Al buscar encapsular ese triunfo, adem¨¢s, las productoras han convertido a sus guionistas en los nombres m¨¢s cotizados de la comedia. Ellos, sin embargo y gracias a la comodidad de ese ¨¦xito, decidieron probar y crear proyectos que se salieran del carril.
Despu¨¦s de una d¨¦cada trabajando juntos, a Mike Schur y a Greg Daniels se les pegaron hasta las ideas. Al acabar The Office (y Parks and Recreation), Schur lanz¨® una serie sobre la ¨¦tica que define la muerte y la vida desde el m¨¢s all¨¢, el cielo y el infierno. La llam¨® The Good Place y volvi¨® a capturar la misma magia. Daniels, por su parte, fue fichado por Amazon Prime Video y en 2020 estren¨® su primer proyecto en la plataforma, uno largamente gestado en su mente. Se llamaba Upload, y, tambi¨¦n, era una serie sobre la ¨¦tica que define nuestra muerte y la vida en el m¨¢s all¨¢. Dos que comparten mesa de guion, acaban siendo de la misma condici¨®n.
Upload comienza cuando un joven prometedor muere en un accidente (o no) con su coche aut¨®nomo. Pero en este 2033 nadie muere en realidad. Su mente y su supuesta alma son autom¨¢ticamente trasferidos, por petici¨®n de su novia, a un mundo virtual id¨ªlico donde la esperara hasta que ella muera. Todo est¨¢ ahora a su alcance, por un m¨®dico precio. Todo salvo una conexi¨®n humana. Este argumento quiz¨¢s confuso pas¨®, por desgracia, demasiado desapercibida.
Adem¨¢s de compartir tem¨¢tica sobre segundas oportunidades, tanto The Good Place como Upload son comedias de ciencia ficci¨®n y conceptos gigantescos, con reminiscencias al cine de Albert Brooks (El cielo pr¨®ximamente). Es un terreno que ha permanecido vetado en televisi¨®n por ser la perfecta receta del desastre para la larga duraci¨®n. Pero en el fondo, ambas funcionan por lo mismo que lo hizo The Office, y cualquier comedia televisiva que se precie. Algo muy lejano a cualquier concepto rimbombante. Todas tienen un alma brillante y optimista, y unos personajes imperfectos que evolucionan porque buscan ser mejores personas. Es dif¨ªcil no sentirse identificado en ellos.
Podr¨ªamos decir que Upload es la hija bastarda de The Office y Black Mirror. Un universo complicad¨ªsimo que solo funciona porque se dibuja sobre conceptos muy simples. En esta utop¨ªa, el m¨¢s all¨¢ es algo que puede comprarse, una aplicaci¨®n de realidad virtual en la que todo es un negocio. Pero cualquier utop¨ªa tiene unas gotas de distop¨ªa para enganchar. Este m¨¢s all¨¢ est¨¢ lleno de anuncios molestos y emplazamiento publicitario. Todo sigue dependiendo aqu¨ª de tu estatus social, y las desigualdades se vuelven todav¨ªa peores. Desde el hotel al que te destinan hasta la calidad del desayuno (porque, aunque muerto no necesites comer, no puede haber para¨ªso sin barra libre de desayuno).
Esta idea imposible naci¨® del lugar m¨¢s inesperado. En los ochenta, Daniels pasaba sus d¨ªas caminando por Nueva York buscando inspiraci¨®n para construir sketches en Saturday Night Live. Un anuncio de CD hizo que se le encendiera la bombilla una tarde: ?hasta d¨®nde podr¨¢ llegar el digital? ?Cu¨¢ntas cosas anal¨®gicas podr¨¢n ser digitalizadas? ?Podr¨ªamos digitalizarnos nosotros? Una idea preclara que, aunque no ten¨ªa visos de triunfar como un gag c¨®mico ef¨ªmero, se ha vuelto incluso m¨¢s actual con el tiempo. Ya en 2008 intent¨® convertirla en libro, si bien poco imaginaba entonces que iba a acabar siendo una empresa dedicada precisamente a venderlos la que terminar¨ªa llevando su predicci¨®n a buen puerto. Fue una suerte del destino y la muestra ideal de que el capitalismo y la tecnolog¨ªa acaba adaptando cualquier idea para convertirla en beneficio. Si existiera la posibilidad, Amazon ser¨ªa la primera en privatizar la muerte.
Ese es el concepto grande. Despu¨¦s est¨¢ el ¨ªntimo, y m¨¢s importante. En los lugares m¨¢s desesperantes, tambi¨¦n nace la esperanza. Cuanto m¨¢s complicado sea el concepto, m¨¢s sencilla tiene que ser su estructura. As¨ª se introduce la conexi¨®n de una buena comedia con su audiencia: sus particulares Jim y Pam representan ahora el amor imposible entre un muerto digitalizado y su asesora (o ¨¢ngel). La sosez encantadora de Robbie Amell y el aura de perdedora con glamur de Andy Allo nada tienen que envidiar a Tom Hanks y Meg Ryan. La tensi¨®n sexual no resuelta pasa esta vez por el p¨ªxel. Es coraz¨®n convierte a la serie de Daniels en una mirada futurista que resulta, al menos emocionalmente, mucho m¨¢s realista que Black Mirror, sin esa negatividad a veces impostada a su espalda. San Jun¨ªpero en versi¨®n larga. El mensaje nace, eso s¨ª, desde la absurdez y la contradicci¨®n. Como la propia existencia; a ratos divertida y a veces triste.
Pero nada de su mensaje es triste. Desde un caparaz¨®n aparentemente inofensivo, lleno de la luz y el color de una utop¨ªa de coches aut¨®nomos, Upload acaba hablando sobre las preguntas importantes de la humanidad, desde el capitalismo salvaje y vamp¨ªrico (la iron¨ªa de Amazon no se nos escapa¡) hasta el amor t¨®xico. Conceptos tan atemporales como las segundas oportunidades y el libre albedr¨ªo en una mezcla de g¨¦neros que incluso se atreve con un misterio corporativo nacido en Silicon Valley. Entras en la serie por las risas y sus ideas tecnol¨®gicas, y te quedas por un discurso sobre la necesidad de conectar (y conectarse) que no podr¨ªa ser m¨¢s actual. 10 cap¨ªtulos llenos de humanidad para la era digital. Le damos un like y nos suscribimos.
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