¡®Para toda la humanidad¡¯, cuando la Luna eligi¨® comunismo
La serie de AppleTV responde la pregunta: ?Qu¨¦ habr¨ªa pasado si la URSS hubiera sido la primera en pisar la Luna?
?Qu¨¦ pasar¨ªa si Hitler hubiera ganado la Segunda Guerra Mundial??Y si las brujas de Salem se hubieran unido al ej¨¦rcito? ?Os imagin¨¢is que EE UU hubiera apoyado al lado nazi? ?Qu¨¦ llev¨® a Sharon Tate a sobrevivir al ataque en su hogar? Trastocar la historia es un subg¨¦nero cada vez m¨¢s en boga en la ficci¨®n. Pero la historia alternativa es un arma de doble filo (recordemos la buenista e ideol¨®gicamente cuestionable Hollywood). Tras lanzar conceptos as¨ª de llamativos, lo complicado llega al intentar superar la barrera de ser una sinopsis apetecible de Filmaffinity y convertirse en una serie duradera.
La serie Para toda la humanidad parte de otra ucron¨ªa: ?Qu¨¦ habr¨ªa pasado si la Uni¨®n Sovi¨¦tica (URSS) hubiera sido la primera en pisar la Luna? El argumento no daba para mucho, ciertamente. Pero lo que destaca en esta serie de Apple no es la genial idea de historia alternativa, sino su posterior puesta en escena y su desarrollo. La imaginaci¨®n y la curiosidad de un buen viaje espacial.
Todo comienza con un hombre, un astronauta, mirando la tele de un bar. El planeta vive un momento hist¨®rico. Una persona pisar¨¢ por primera vez la Luna. No escuchamos, sin embargo, aquello de ¡°un peque?o paso para el hombre¡¡±. El primero en aterrizar en el sat¨¦lite dice algo muy distinto: ¡°Doy este paso por mi pa¨ªs, mi gente y el modo de vida del marxismo-leninismo¡±. Mucho menos glamuroso, s¨ª.
El suceso pronto encuentra consecuencias impredecibles. En la vida real, despu¨¦s de este evento planetario que tan bien conocimos, EE UU se aburri¨® de la Luna. En la ficci¨®n, al no lograr superar ni una vez a la URSS, la carrera espacial vive. Y tambi¨¦n la guerra fr¨ªa. La NASA todav¨ªa debe convertirse en primera en algo, y el alunizaje no ser¨¢ el ¨²ltimo paso de una era, sino el primero. As¨ª se desencadena un drama a caballo entre la pol¨ªtica de pasillos y la ciencia ficci¨®n con mucho de humanismo y aquella curiosidad del explorador que nadie hab¨ªa capturado mejor en televisi¨®n que la legendaria De la tierra a la Luna, que curiosamente fue una de las primeras producciones de HBO. En el centro, la imperfecci¨®n del astronauta que describi¨® Tom Wolfe en Lo que hay que tener: Elegidos para la gloria.
Primero lleg¨® el buen inicio, y despu¨¦s el guionista ideal. Porque Ronald D. Moore es uno de los nombres clave para entender la ciencia ficci¨®n audiovisual estadounidense de los ¨²ltimos 30 a?os. El escritor ha logrado m¨¢s renombre ¨²ltimamente por adaptar Outlander, pero su alma estar¨¢ siempre ligada a poner patas arribas los universos de Star Trek y, por supuesto, Battlestar Galactica. Moore logr¨® que la space opera fuera tomada en serio en la televisi¨®n, que compitiera cara a cara con cualquier otro g¨¦nero de m¨¢s post¨ªn.
Su ¨²ltima odisea tambi¨¦n tiene gotas de space opera, aunque la base es otra. El viraje hist¨®rico hace que sea m¨¢s pol¨ªtica y pegada a la tierra. Hay momentos en la Luna, pero lo que se subraya es la humanidad del t¨ªtulo. En realidad toda la obra de Moore es profundamente humanista, aun huyendo del manique¨ªsmo. Incluso cuando en los noventa eso lo enfrentaba a los jefes de las cadenas y a trekkies. Gracias a ello, Para toda la humanidad es curiosamente mucho m¨¢s fiel a los pasajes de Wolfe que la adaptaci¨®n que hace unos meses estren¨® Disney+. Pese a no compartir personajes ni situaci¨®n, la fidelidad a estos hombres con todo lo que hay que tener ¡ªacostumbrados a vivir a una velocidad diferente e imperfectos en su perfecci¨®n¡ª est¨¢ muy viva. Esta vez han perdido. No estaban preparados para ser peores que el resto. A ellos y a los espectadores les esperan sorpresas y dram¨¢ticos giros impredecibles. As¨ª como algo necesario en una serie de estos tiempos: cualquier cosa puede pasar.
Este efecto domin¨® mueve adem¨¢s muchas m¨¢s piezas. Por ejemplo, nos enteramos en un r¨¢pido montaje temporal que el pr¨ªncipe Carlos se casa con Camilla Parker Bowles, Juan Pablo II muere asesinado, Lennon vive y Polanski es arrestado. No afecta a la trama, si bien encaja un divertido juego de adivinar qu¨¦ sucedi¨®, y qu¨¦ no, que aporta realismo. El giro transforma la narrativa de la serie de manera m¨¢s l¨®gica si bien inesperada. Gracias a tratar de ser los primeros en algo, EE UU se erige en un pa¨ªs que abraza el feminismo. Al contrario que en la realidad, las mujeres logran ocupar espacios de poder solo reservados a los hombres en los Apollo. Se abre una esperanza.
Porque toda space opera es esperanzadora por definici¨®n. Si hay viajes al espacio, significa que hay futuro y cosas por descubrir. Para toda la humanidad trata de ser bastante realista y cruda, pero no pierde esos momentos de maravilla del espacio como ¨²ltima y misteriosa frontera. Recordamos Apolo 13 (todav¨ªa cumbre en este cine), De la tierra a la Luna e incluso Salyut-7, cinta m¨¢s desconocida contada desde el lado ruso sobre el primer paseo espacial. El espacio pertenece a todos.
Para toda la humanidad abri¨® adem¨¢s otra frontera, al convertirse en una de las primeras series de AppleTV. Fund¨® un cat¨¢logo que, ante la falta de franquicias y marcas, ha priorizado los proyectos originales y las series adultas. Ted Lasso, The Morning Show, Calls, Dickinson, Central Park, Mythic Quest, Home before dark¡ Quiz¨¢s no merezca la pena pagar esta plataforma primeriza por su fondo de armario, pero lo poco que tiene, brilla. Copiando a HBO al comienzo de la era dorada de las series, su lema bien podr¨ªa ser: ¡°Esto no es una plataforma de streaming, esto es Apple¡±. No se averg¨¹enzan por crear cap¨ªtulos de m¨¢s de una hora que cuecen a fuego lento; huyen del marat¨®n y de las series de usar y tirar. No hace falta que creen contenido a espuertas, solo series que merezca la pena ver, debatir y con las que pensar. Solo hay que esperar a que logren su Stranger Things (cuando mejoren su aplicaci¨®n). Los mimbres est¨¢n.
Lo importante no era hacer las preguntas. Era saber responderlas. El pasado ya ha cambiado, pero lo que est¨¢ claro es que Para toda la humanidad tiene mucho futuro.
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