Elisenda y Juanjo
¡®Saber y ganar¡¯ es continuista con la idea de una televisi¨®n p¨²blica que se puede permitir no luchar por la cuota de pantalla
Juanjo Cardenal deber de ser muy mayor. Un t¨ªo que a?ora a Ann-Margret joven no puede ser. De esp¨ªritu tal vez, pero biol¨®gicamente¡ no. La voz de Saber y ganar se ha retirado y entra otra voz (y rostro) de Televisi¨®n Espa?ola: Elisenda Roca. Saber y ganar es la resistencia de un tipo de televisi¨®n basada en la idea de aprender y conocer.
Pasar por Saber y ganar no proporciona enormes sumas a no ser que el concursante aguante 100 programas, pero s¨ª concede popularidad entre gente muy amable que aparece en fruter¨ªas, transporte p¨²blico, la cola de Correos, y la cafeter¨ªa de los desayunos. Saber y ganar es un programa que consume gente normal. Estos d¨ªas ha sido noticia por la llegada de Elisenda, imagino que despu¨¦s de muchas reuniones. En una reuni¨®n de contenido hay ideas felices e ideas de salir del paso, y el espectador lo nota. A mediados de los noventa algunos productores enloquecidos dieron luz verde a concursos inexplicables hoy d¨ªa (aunque tampoco entendimos gran cosa cuando se estrenaron): La noche de los castillos, Scavengers, Qu¨¦ apostamos, El gran juego de la oca o Grand Prix. Decorados estilo Cabiria, presupuestos desorbitados, mec¨¢nicas indescifrables, y¡ ?Se llegaba a ganar algo en Scavengers? ?Un beso de Bert¨ªn, quiz¨¢s? Entre resbalones, culetazos y chistes sobre pinchos morunos, la sobriedad de Cifras y letras aguant¨® hasta 2012. Como Saber y ganar, con un presupuesto menor al no precisar grandes partidas para gomaespuma y rodilleras. Las modas nos hacen comprar aquello que nos avergonzar¨¢ pasados 20 a?os (e incluso tres). Pero poco importa porque casi siempre manda la audiencia. Y digan lo que digan, hay y habr¨¢ un p¨²blico para la cultura y el entretenimiento, para la televisi¨®n que no busca ni se?alar ni excluir. Vamos a echar de menos a Juanjo Cardenal, pero tambi¨¦n vamos a disfrutar mucho con Elisenda Roca. Saber y ganar es continuista con la idea de una televisi¨®n p¨²blica que se puede permitir no luchar por el share.
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