¡®Pajares & c¨ªa¡¯: el ascenso a la cumbre y la ca¨ªda a los infiernos de un mito que explica Espa?a
Una serie documental de Atresplayer Premium recorre los cambios sociales y culturales desde los a?os setenta a trav¨¦s de la trayectoria del ic¨®nico humorista
¡°Espa?a es un pa¨ªs en el que r¨¢pidamente te suben al ¨¦xito y, de dos hostias bien dadas, o mal dadas, te bajan al suelo. Es lo que le pas¨® a Andr¨¦s Pajares¡±. El tambi¨¦n actor Javier Guti¨¦rrez resume as¨ª en el primer cap¨ªtulo de la serie documental Pajares & CIA (Atresplayer Premium) la trayectoria de uno de los c¨®micos m¨¢s populares de la Espa?a de la Transici¨®n, aquel que llenaba salas de fiestas en el Madrid de los setenta, que barr¨ªa en taquilla en sus pel¨ªculas acompa?ado por Fernando Esteso y dirigidas por Mariano Ozores, que lleg¨® a ganar un Goya en 1991 por ?Ay, Carmela! y que en los 2000 se arrastr¨® por plat¨®s de televisi¨®n y por la prensa del coraz¨®n m¨¢s salvaje hasta terminar detenido tras asaltar, camuflado bajo un gorro y un bigote falso, un despacho de abogados con una pistola de juguete en 2008.
De esa ca¨ªda a los infiernos es desde donde parte el primero de los cinco episodios de la serie de Atresmedia en colaboraci¨®n con Producciones del Barrio para, a continuaci¨®n, saltar a 1975 y comenzar un repaso a lo que fuimos y lo que somos a trav¨¦s de la trayectoria de Andr¨¦s Pajares (Madrid, 81 a?os). Para Carlos Torres, director del documental, ese recorrido profesional dibuja un paralelismo claro con el entretenimiento de la sociedad espa?ola. ¡°En los a?os cincuenta y sesenta, Pajares iba de pueblo en pueblo con sus compa?¨ªas de revista divirtiendo a la gente que no pod¨ªa ir a los grandes eventos de la ciudad. En los setenta empieza a hacer cine y se convierte en el blockbuster espa?ol cuando los espa?oles visitaban el cine en masa. En los noventa llegan las cadenas privadas y hace ?Ay, Se?or, Se?or! cuando por primera vez una cadena privada, Antena 3, gana a la p¨²blica. Y en los 2000, en esa ola de programas del coraz¨®n y que los famosos ya no significan lo que significaban antes y no eran intocables, Pajares se convierte tambi¨¦n en un personaje central. Nuestra forma de consumo cultural est¨¢ bastante ligada a su carrera como artista, su auge y su ca¨ªda¡±, cuenta el director. Quiz¨¢ la culminaci¨®n l¨®gica de ese camino paralelo de Pajares y el consumo de entretenimiento en Espa?a era una serie documental que se emite en una plataforma digital.
El recuerdo que Torres, de 36 a?os, ten¨ªa del actor era el Pajares de la serie de Antena 3 ?Ay, Se?or, Se?or! y del personaje que pisaba los plat¨®s de los programas que ve¨ªa su abuela en los primeros 2000 mientras vend¨ªa su vida al mejor postor. ¡°Vi una parte que no era la figura completa de Pajares¡±, explica. Tras meses de documentaci¨®n y entrevistas con m¨¢s de una treintena de personalidades, incluidos el propio actor y su pareja art¨ªstica en aquel cine de los setenta y ochenta, Fernando Esteso, la imagen que tiene de ¨¦l ha cambiado totalmente. ¡°No quer¨ªamos que la serie fuera tanto un biopic de Pajares como revisitar su trascendencia en el mundo del espect¨¢culo para explicar c¨®mo hab¨ªa respondido la sociedad espa?ola despu¨¦s de la Transici¨®n¡±, cuenta el director por tel¨¦fono. ¡°Explicar su trayectoria era explicar con qu¨¦ se hab¨ªa entretenido Espa?a en los ¨²ltimos 40 a?os¡±, a?ade.
En el documental, el periodista Juan Sanguino describe el cine de Fernando y Esteso como la traslaci¨®n a los setenta del algoritmo de Netflix: si juntas varios elementos que gustan al p¨²blico, tendr¨¢s un bombazo. M¨¢s de un mill¨®n de espectadores vieron en el cine Los bingueros (1979). Los 15 millones de pesetas (90.000 euros) que se invirtieron en ella se convirtieron en 200 millones (1.200.000 euros) en beneficios, y logr¨® instaurar un modelo de pel¨ªcula y de humor que se repetir¨ªa en sucesivas colaboraciones de la pareja c¨®mica. Despu¨¦s vendr¨ªan Los energ¨¦ticos, Yo hice a Roque III, Los liantes, Padre no hay m¨¢s que dos o Ag¨ªtese antes de usarla.
Era la Espa?a del destape, en la que el cine pas¨® de no mostrar nada por la censura a mostrar todo viniera o no a cuento. ¡°?Es posible que haya gente que crea que mis pel¨ªculas son machistas? Son tontos del culo¡±, sentencia, socarr¨®n, Pajares en el documental. Esteso concuerda en situarse lejos del machismo: ¡°Sent¨ªamos admiraci¨®n por las mujeres¡±. El segundo episodio del documental dirige una mirada cr¨ªtica a ese cine que el p¨²blico disfrutaba en masa. ¡°Era el m¨¢s taquillero, pero no se ha tratado mucho en libros y con especialistas, este cine m¨¢s popular no tiene tanta revisi¨®n como otro cine. Nuestro punto de partida era intentar contar esa Espa?a para ver de d¨®nde venimos, hablar de nosotros, interpelar a la sociedad, ver que muchas cosas que nos pasan hoy en d¨ªa, el machismo, el clasismo, ya estaban ah¨ª. Y que ya entonces se planteaban debates en torno a eso. A veces, cuando pensamos en los a?os ochenta, pensamos que las actrices no se planteaban lo que se plantean ahora. Por eso el archivo es muy importante en esta serie, para no infantilizar aquella sociedad¡±, defiende Torres. Ese archivo permite ver un debate moderado por Jes¨²s Hermida entre actrices del destape plante¨¢ndose cuestiones que hoy siguen de actualidad.
Para el director, un objetivo fundamental de la serie era revisitar aquella ¨¦poca con esp¨ªritu cr¨ªtico. ¡°En esta ola de revisionismo, no quer¨ªamos ni estar secuestrados por la nostalgia de mirar un fen¨®meno pop y quedarnos solo con lo pop, pero tampoco ser revanchistas con el pasado mir¨¢ndolo solo con ojos de hoy¡±, explica. El documental trata de mantener el equilibrio entre el testimonio de aquella ¨¦poca y debates actuales como los l¨ªmites del humor. ¡°Yo me acojo a lo que dice David Trueba en el documental, que para entender lo que est¨¢ pasando ahora, hay que entender las herramientas del paleol¨ªtico. Hay que mirar esas pel¨ªculas como las cuevas de Altamira¡±. Esa mirada cr¨ªtica tambi¨¦n se dirige al papel que jugaron algunos programas de televisi¨®n dedicados al coraz¨®n en los 2000 en la ca¨ªda a los infiernos de Pajares. Porque si el actor lleg¨® a lo m¨¢s alto, la bajada fue estrepitosa y retransmitida casi en directo ante los ojos de toda Espa?a desde los plat¨®s hasta los titulares de los informativos. Pocos d¨ªas despu¨¦s del suceso en el bufete de abogados, termin¨® ingresado en un hospital psiqui¨¢trico tras sufrir una crisis de ansiedad en un hotel en Barcelona.
A trav¨¦s de sus entrevistas con el actor, Carlos Torres descubri¨® a un hombre muy entregado a la profesi¨®n. ¡°Tiene la percepci¨®n de que es un gran actor, cosa que es cierta, y tiene ese sentimiento de respeto por la profesi¨®n, de ver cine en su casa, ir al teatro, escribir a los actores¡ Es un grande del cine. Me llam¨® la atenci¨®n esa figura de Pajares sereno en contraste con el recuerdo que ten¨ªa de ¨¦l¡±. Miembro del equipo de la serie documental sobre cr¨ªmenes reales de TV3 Crims, Torres encuentra semejanzas entre Pajares & Cia y el true crime. ¡°Al final se trata de trasladar emociones a la gente, que vean una serie y sientan algo. En el tercer cap¨ªtulo, cuando Pajares cuenta su vida, c¨®mo llega a ser actor, su relato emociona. El true crime tambi¨¦n sirve para eso, para emocionar y abrir carpetas de temas mayores. Con el trasfondo de un crimen, tiene que hablar de otras cosas. En eso se parece Pajares & Cia: con esa trayectoria vital llena de hitos, contamos lo que somos nosotros¡±.
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