De luces y sombras
En ¡®Feria: la luz m¨¢s oscura¡¯, el principal escollo es mantener una intriga sobre una serie de asesinatos en los que si el culpable es el pr¨ªncipe de las tinieblas poco o nada tiene que hacer la Guardia Civil
Hay dos componentes de Feria: la luz m¨¢s oscura que sobresalen sobre el resto de los dem¨¢s: el pueblo en el que se desarrolla la trama y los efectos especiales. Del pueblo, Zahara de la Sierra, C¨¢diz, en la llamada ruta de los Pueblos Blancos, cabe decir que es una belleza. Y de los efectos especiales, que esa parte de la industria audiovisual nacional alcanza el grado de excelencia.
Claro que las series no son solo localizaciones y efectos especiales. Exigen una trama y un tiempo narrativo que busquen el inter¨¦s del espectador y, naturalmente, que no saturen. 400 minutos (casi siete horas) de lo que podr¨ªa llamarse ruralismo m¨¢gico son muchas horas, al menos para el que suscribe, al margen de que la realizaci¨®n y los int¨¦rpretes sean funcionales y correctos.
Con un potente arranque ¡ªde una mina abandonada salen 23 personas desnudas que se convertir¨¢n en 23 cad¨¢veres y se culpar¨¢ de la tragedia, inicialmente, a los desaparecidos padres de dos adolescentes, Eva y Sof¨ªa¡ª la historia se adentra en los rituales de una extra?a secta, El Culto de la Luz a la que, al parecer, sigue una parte importante de los lugare?os. Creada por Carlos Montero, que tiene en su haber series de ¨¦xito como F¨ªsica o qu¨ªmica y ?lite, y Agust¨ªn Mart¨ªnez (La caza, Monteperdido), con una producci¨®n potente en la que no parece faltar de nada, el principal escollo es, probablemente, el mantener una intriga sobre una serie de asesinatos de los que se intuye que el responsable es el Maligno. Dicho de otra manera: si el culpable de los males es el pr¨ªncipe de las tinieblas poco o nada tiene que hacer la Guardia Civil.
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