Los documentales sobre Corea del Norte superan con mucho la ficci¨®n
Un chef que hace negocios de narcotr¨¢fico y armas con el r¨¦gimen, una pareja de cineastas secuestrados para filmar para el l¨ªder y dos jovencitas reclutadas para matar al ¡®herman¨ªsimo¡¯. Historias delirantes pero reales
Mientras Corea del Sur exporta modernidad en forma de K-pop y series macabras, el mundo sigue fascinado por su reverso, la herm¨¦tica y enigm¨¢tica Corea del Norte. El ¨²ltimo basti¨®n del estalinismo en manos de una exc¨¦ntrica dinast¨ªa, un lugar kitsch en el que el tiempo se detuvo. Uno de los cuatro ¨²nicos apoyos de Putin en la ONU sobre su agresi¨®n a Ucrania.
Para la tele, el tir¨®n de Corea del Norte est¨¢ en que cualquier documental supera la ficci¨®n. Tres tienen especial inter¨¦s. En El infiltrado (Movistar Plus+ y Filmin), un chef dan¨¦s, perfil a priori nada sospechoso, se acerca a la ¨¦lite de Pyongyang ¡ªmuy en especial al espa?ol instalado all¨ª Alejandro Cao de Ben¨®s¡ª, y les propone participar en negocios sucios sobre drogas y armas que le llevan tambi¨¦n a Uganda. Va acompa?ado de otro farsante, un exsoldado franc¨¦s que se dedicaba al trapicheo de coca y que aqu¨ª hace llamar James. El aplomo de ambos es estremecedor. El chef-topo, llamado Ulrich Larsen, lo filma todo ¡ªdurante casi una d¨¦cada que se le har¨ªa larga¡ª con c¨¢mara oculta. El resultado es demoledor, sobre todo para Cao de Ben¨®s, que mont¨® en c¨®lera.
En Filmin, Los amantes y el d¨¦spota narra la incre¨ªble historia de un director de cine y una actriz surcoreanos, reci¨¦n divorciados, secuestrados en 1978 en Hong Kong por orden del cin¨¦filo Kim Jong-il, entonces heredero del r¨¦gimen, para que trabajaran para ¨¦l, para que hicieran las pel¨ªculas que so?aba con encargar. ?l, el renombrado director Shin Sang-ok, pas¨® por un campo de reeducaci¨®n para asegurarse su docilidad; a ella, la muy popular actriz Shin Sang-ok, el dictador le dio un trato exquisito. Fueron forzados a filmar pel¨ªculas propagand¨ªsticas, y el r¨¦gimen los exhib¨ªa como grandes figuras desertoras del Sur capitalista, antes de vivir una odisea para escapar durante un viaje a Austria... y poder contarlo. Se llevaron consigo grabaciones de Kim Jong-il, que ya hab¨ªa ascendido a Querido L¨ªder. La aventura dio lugar al libro Producciones Kim Jong-Il presenta¡, de Paul Fischer, e inspir¨® parte de una novela notable, El hu¨¦rfano, de Adam Johnson.
Y no es menos delirante otra historia real, la de Asesinas (Movistar): la utilizaci¨®n de dos jovencitas, una indonesia y la otra vietnamita, ambas de origen humilde, para arrojar una sustancia letal en el aeropuerto de Kuala Lumpur a Kim Jong-nam, el hermano exiliado del l¨ªder norcoreano Kim Jong-un, en 2017. Las chicas hab¨ªan sido reclutadas para participar en un supuesto espacio de un youtuber para gastar bromas pesadas e infantiles en lugares p¨²blicos. Ellas no sab¨ªan que estaban rociando el agente nervioso VX que mat¨® al herman¨ªsimo. Los cuatro agentes norcoreanos que hab¨ªan urdido el plan se fueron de rositas. Las dos mujeres pasaron un par de a?os entre rejas en Malasia; una sali¨® sin cargos y la otra pact¨® una condena menor. Hasta el pa¨ªs menos digitalizado del mundo (aunque reclute buenos hackers) sabe que, en la sociedad del siglo XXI, un youtuber gamberro es el mejor se?uelo para un crimen.
Tres guiones peliculeros que no tienen una pizca de ficci¨®n. Un problema para el espectador de esos documentales es que ante lo estramb¨®tico, ante lo que incluso resulta divertido, cuesta asimilar lo que es monstruoso, lo que es brutal. Y, ojo, que aquel no es el pa¨ªs paria que se puede pensar. La Rusia de Putin se le va pareciendo cada vez m¨¢s, con la diferencia de que no hace ninguna gracia.
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