Origen y destino de Gonzo, el presentador de ¡®Salvados¡¯: ¡°Hubo un momento en el que la gente dej¨® de confiar en lo serio¡±
El programa de La Sexta referencia del periodismo vuelve el domingo con Mario Conde desencadenado hablando del rey em¨¦rito. ¡°Ser ¡®trending topic¡¯ no es garant¨ªa de una buena audiencia, ni siquiera de que te est¨¦n viendo¡±, dice su conductor
En el interior de Riotorto, un peque?o municipio de Lugo de aproximadamente mil habitantes, hay una parroquia llamada Ferreiravella, un lugar que parece escapado de un cuento en el que todas sus casas se dedican a lo mismo: fabricar hoces y cuchillos. Se trata de una aldea de herreros artesanales (67 vecinos censados en 2021), un oficio que se remonta a siglos atr¨¢s y cuya tradici¨®n sobrevive. ¡°El sonido de esa aldea son los mazos golpeando, el martillo contra el yunque. Es un empleo dur¨ªsimo que permiti¨® que esa aldea tuviese muchas m¨¢s oportunidades econ¨®micas y m¨¢s desarrollo que otras. Permiti¨®, por ejemplo, que mi bisabuelo, a principios del siglo XX, fuese una persona viajada. Cog¨ªa el burro, lo cargaba de hoces y se iba en un viaje largu¨ªsimo a venderlas a Zamora, a Portugal¡¡±, dice Fernando Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez, Gonzo (Vigo, 46 a?os), presentador de Salvados, el programa period¨ªstico de referencia en televisi¨®n que vuelve este domingo (21.20) a La Sexta con una bomba: Mario Conde, el banquero del rey Juan Carlos I, a tumba abierta.
Pregunta. Su bisabuelo y su abuelo, herreros, ?y su padre?
Respuesta. Mi padre trabaj¨® en la f¨¢brica de Citro?n de Vigo toda la vida. Pero hubo que hacer m¨¢s cosas adem¨¢s de eso. Lo recuerdo vendiendo piensos para perros, papel de regalo... Y al final opt¨® por recuperar el trabajo de su familia, ferreiros [herreros]: haciendo fouci?os [hoces], cuchillos¡ Cuando mi abuelo dej¨® de hacerlo en la aldea, cogi¨® toda la fragua y con la prejubilaci¨®n de la Citro?n compr¨® una parcelita y se mont¨® de herrero artesano.
P. ?Qu¨¦ lecciones se aprenden de Ferreiravella?
R. Una fundamental. Cuando llega la modernidad, normalmente en un pueblo donde todos hacen el mismo producto se genera competencia. Sin embargo all¨ª, cuando ten¨ªan que recurrir a otro ferreiro para cubrir la demanda o acabar la producci¨®n, siempre se acud¨ªa a gente de la aldea. Siendo competencia, a nadie se le pasaba por la cabeza no favorecer al vecino si hab¨ªa que cubrir un pedido al que no se llegaba. Es un trabajo dur¨ªsimo.
P. Poca desconcentraci¨®n puede haber ah¨ª.
R. En ese trabajo tan duro yo he visto a mi padre y a mi abuelo disfrutando con ello. Uno se pone los cascos, se encierra en s¨ª mismo, y es un oficio rutinario y muy pausado al mismo tiempo, muy artesanal. Y eso forj¨® (mira qu¨¦ bien tra¨ªda la palabra) su personalidad: gente tranquila, pausada, empe?ada en hacer las cosas bien.
P. Su familia.
R. Mi familia paterna es de Ferreiravella, de A Casa do Queitano. Todos los hermanos de mi abuelo acabaron emigrando menos dos que se quedaron en la aldea: los que m¨¢s habilidad ten¨ªan para hacer hoces. Los dem¨¢s acabaron en Madrid, Argentina y Venezuela. Y mi padre, cuando iba a la aldea, se tra¨ªa para Vigo cuchillos y hoces y se iba a Portugal o a Ourense a venderlos.
P. ?Y usted?
R. Cuando ten¨ªa 14 a?os mi padre me llev¨® un d¨ªa. ¡°Tienes que hacer esto, esto y esto, y darle golpes aqu¨ª y aqu¨ª¡±. Al terminar, me dijo: ¡°Bueno, hijo, mejor estudia¡±. Ese mismo d¨ªa mi padre se dio cuenta de que la profesi¨®n se acababa en la familia con ¨¦l, y ah¨ª sigue.
P. La familia de su madre.
R. De otra parroquia de Riotorto, Espasande de Abaixo. Era de A Casa do Fidalgo. Agricultura de subsistencia. Vender la leche de alguna de las tres vacas a alg¨²n vecino, y lo que sobraba a Leche R¨ªo. La ¨¦poca en la que m¨¢s dinero se hac¨ªa en casa era cuando se vend¨ªan las habas en la Feira de Vegadeo. Matar dos cerdos en invierno, que con eso se com¨ªa todo el a?o. Las gallinas, los conejos.
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P. ?C¨®mo se conocieron su padre y su madre?
R. Fiestas de San Bartolo o en fiestas de septiembre en Ferreiravella. Supongo que estaban condenados a conocerse: estamos hablando de un sitio, Riotorto, que no est¨¢ de paso. Es un desv¨ªo de la carretera que va de Lugo a Oviedo. Llegas porque te has perdido, y ya tuviste que estar despistado, o porque quieres ir all¨ª, no hay otra.
P. Sus vecinos.
R. Siendo un sitio tan jodido del rural gallego, como tantos, hay una generaci¨®n curios¨ªsima que sali¨® de esas pocas casas. El actor Luis Iglesias. Jos¨¦ Gonz¨¢lez Vi¨¢n, miembro del Comit¨¦ Cient¨ªfico de la Sociedad Europea de Termoelectricidad y ¨²nico espa?ol de la Academia Internacional de Termoelectricidad, es de Riotorto (su padre afilaba en casa de mi abuelo). Parte de la familia de la casa de al lado de la nuestra estaba en Luxemburgo y volv¨ªa todos los veranos; el ni?o era Gerard¨ªn, que es Gerard L¨®pez, que fue due?o del equipo Renault de F1, invirti¨® en Skype cuando no era conocida, copropietario de Ebay y ahora explota pozos en el norte de Rusia. (De 2016, Gerard L¨®pez: ¡°Mi familia era pobre. En la aldea, en Riotorto, no ten¨ªamos ni cuarto de ba?o ni agua corriente. Nos lav¨¢bamos con una palangana. Hab¨ªa una econom¨ªa de subsistencia. Habas y afiladores. Toda mi familia march¨® a la inmigraci¨®n¡±).
P. ?Vuelve mucho?
R. En cuanto puedo. Por m¨ª y para que mis hijos sepan cu¨¢l es nuestro pueblo, que no pierdan nunca sus or¨ªgenes, que es lo que nunca se puede perder: el lugar de donde se viene.
P. ?Sus padres ven Salvados?
R. Siempre. Cuando me ficharon mi madre me dijo: ¡°?Qu¨¦ contento se va a poner tu padre!¡±. Yo no sab¨ªa por qu¨¦ ten¨ªa que estar contento. Pero entonces me confes¨® que cuando yo estaba en El intermedio y ve¨ªamos Salvados en casa, ¨¦l dec¨ªa: ¡°Loli?a, este era o programa que ti?a que presentar Fernando¡±. Pero nunca me lo dijeron, claro.
P. Le hacen la cr¨ªtica.
R. Antes de que terminen los cr¨¦ditos del programa, ya tengo llamada de mi padre. ¡°Todo bien¡± o ¡°no tan bien¡±, lo que sea. Es el primero que me dice lo que le pareci¨®. Y si me dice que no me vio muy bien, y el dato es bueno, ya no lo disfruto tanto. Y si me dice que maravilloso, y el dato es regular, pienso: ¡°Al menos tengo al viejo contento¡±.
P. Los datos de audiencia.
R. Los lunes a las 8 de la ma?ana. Los veo por dos cuentas de Twitter: @GecaTv y @Dos30Tv. No le deseo esa situaci¨®n ni a mi peor enemigo.
P. Usted est¨¢ despierto desde las 7.
R. Ya me gustar¨ªa. Mucho antes, mucho antes. Es un momento muy jodido.
P. El ruido de las redes durante el programa, el trending topic (TT) si lo hay¡ ?no le anticipa si el dato es bueno o malo?
R. Yo pens¨¦ que era un term¨®metro que nos serv¨ªa. Pero una de las conclusiones a las que llegamos el a?o pasado es que lo que pasa en redes poco tiene que ver con la audiencia. De repente somos trending topic, hemos llegado a los tres primeros TT en cinco minutos, pero la mayor¨ªa de las veces eso no se ve reflejado en los n¨²meros. No es garant¨ªa ni siquiera de que te est¨¦n viendo. La ¨²ltima vez que s¨ª, fue el d¨ªa de la entrevista a Yolanda D¨ªaz porque coincidi¨® con la reforma laboral. Es injusto lo del dato.
P. ?Por?
R. [Sonr¨ªe] Porque yo vivo en una casa en la que viven m¨¢s personas. Y la ma?ana del lunes, el principio de la semana, est¨¢ condicionada por el dato. Soy el primero que se levanta y ve la audiencia. Si es una mierda, despierto a mi mujer: ¡°Qu¨¦ cagada ayer, cari?o, qu¨¦ cagada¡±, y me encierro en el cuarto de ba?o, y me quiero morir. Si es bueno, todo alegr¨ªa, optimismo y la vida es preciosa.
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P. La televisi¨®n de calidad a veces, digo a veces, discurre de espaldas a la audiencia.
R. Pero para vivir tranquilo necesitas el dato. Y a menudo para hacer tele de calidad necesitas vivir tranquilo. Si no, empiezas a pensar: ¡°Vale, tenemos un programa en el que analizamos la justicia, unos testimonios y un an¨¢lisis impresionantes, tenemos a un fiscal del Tribunal Supremo que nunca habl¨® en la tele¡¡±, y luego ves que la competencia te saca un punto con un personaje de la prensa rosa. Y llegas el lunes a la oficina y surgen las l¨®gicas dudas de si est¨¢s haciendo lo correcto o deber¨ªamos apostar por otra cosa. Necesitas el dato. Necesitas el dato incluso para poder hacer, si la semana anterior hiciste buena audiencia, el programa que te interesa y apostar por lo que quieras sin la presi¨®n de tener que sacar una gran audiencia.
P. ?C¨®mo es la relaci¨®n [Producciones del Barrio, productora de Salvados] con La Sexta?
R. Buena y fluida. Se nota que para ellos es un programa importante. Tienes la sensaci¨®n de que puedes hacer cosas que no se permiten en otro lado. Y hay temas, claro, que generan m¨¢s preguntas. ¡°?C¨®mo lo vais a hacer?¡±, ¡°?qui¨¦n va a estar en el otro lado?¡±. Porque la cadena es la que recibe luego las llamadas de tel¨¦fono. Pero el apoyo siempre ha sido total.
P. Salvados es el destino (en el caso de Jordi ?vole, fundaci¨®n y destino) de dos personajes impertinentes, El Follonero y usted, que empez¨® en Caiga quien Caiga y en El intermedio desarroll¨® tambi¨¦n un trabajo de reportero pero con mucho humor, con mucha acidez.
R. En El intermedio la pe?a me dec¨ªa por la calle: ¡°Sois el informativo que veo todos los d¨ªas¡±. Hubo un momento en el que la gente dej¨® de confiar en lo serio. En el Caiga, que era entretenimiento puro y duro, durante el primer a?o utilizaba la impertinencia con los pol¨ªticos, y pasaba el filtro, pero no con otros famosos como actores, modelos o futbolistas: ah¨ª quedaba como un hijo de puta. Y surge lo de Proteste Ya, una secci¨®n de 12 minutos. Te ibas a un pueblo, los vecinos te contaban sus desgracias y cog¨ªas esa desgracia y se la llevabas al alcalde o al representante pol¨ªtico que ten¨ªa responsabilidad, y apretabas. Es lo m¨¢s viejo del periodismo. La tele a veces te pide hacer algo como muy rimbombante para poder encontrar el hueco. Una vez que encuentras ese hueco, te permites ir buscando algo en lo que realmente est¨¦s m¨¢s c¨®modo.
P. ?vole.
R. Recuerdo siempre una frase de ¨¦l: ¡°Invent¨¦ Salvados para poder dedicarle m¨¢s tiempo a las cosas que realmente me gustaban hacer en Buenafuente, que eran los reportajes en los que hab¨ªa actualidad¡±. T¨² te ganas confianza y llegas m¨¢s f¨¢cil a la gente cuando, aparte de contarle algo, le est¨¢s haciendo re¨ªr.
P. Las entrevistas.
R. Ahora mismo conseguir una es casi imposible. Que el presidente del Gobierno lleve seis a?os sin venir a Salvados, cuando Salvados fue el pistoletazo de salida de su campa?a para volver¡ No porque le deba nada al programa, que utiliz¨® para marcar su nuevo perfil ante Susana D¨ªaz en aquellas primarias, sino porque Salvados tiene un peso y una influencia que ¨¦l conoce de primera mano.
P. ?Por qu¨¦ cada vez es m¨¢s dif¨ªcil?
R. Es f¨¢cil si les dices que es informal, que vais a hablar de sus hobbies, de su familia, de esas cosas que despiertan ternura en la gente, no de su trabajo. La entrevista para reforzar la careta le funciona muy bien. La entrevista para quitar la careta no la necesita. Yo lo entiendo. Hay redes sociales en las que ellos pueden construir su imagen sin que nadie les pregunte o les ponga ante sus contradicciones. Y funciona porque nosotros compramos ese material: convertimos en noticia el tuit, y el retuit. Les hemos allanado el camino. ?En qu¨¦ programa de televisi¨®n ves a m¨¢s pol¨ªticos? En los de entretenimiento: contar an¨¦cdotas y poco m¨¢s. Para lo dem¨¢s, s¨®lo si quieren colocar un mensaje potente les compensa que les preguntes por todo. Uno que empieza una campa?a abajo en las encuestas, otro que quiere dar un giro a su discurso, uno al que empieza un juicio.
P. El humor.
R. Hacen re¨ªr personas reales que, sin adoptar otro personaje, se caricaturizan a s¨ª mismos. En la tele te hace re¨ªr alguien que va all¨ª a que te r¨ªas de ¨¦l. El Gran Wyoming es Chechu: le dan al rec y se convierte en Wyoming, un tipo d¨¦spota y engre¨ªdo que farda de ser millonario. Ese personaje. Lo que pasa en El chiringuito. Gente que deliberadamente muestra su parte risible.
P. Hizo la promoci¨®n de la nueva temporada con Tom¨¢s Roncero.
R. Un t¨ªo enrollad¨ªsimo. Que saca ese personaje suyo de forofo desatado y caricaturizado para estar en la tele, claro. Pasa en la prensa rosa. Y pasa en la pol¨ªtica, donde muchos discursos parecen escritos por guionistas de esos programas de humor que han desaparecido en la televisi¨®n, lo mismo se han colocado en el Congreso.
P. Empiezan este domingo con Mario Conde.
R. Mientras se siga hablando del rey em¨¦rito, seguir¨¢ siendo un personaje extraordinario que entrevistar. El banquero del rey. Cuenta mucho. Tendremos tambi¨¦n un Salvados por el 20 aniversario del Prestige, algo realmente especial: la primera vez en la historia de Salvados que un programa que no es una entrevista se divide en dos domingos: 6 y 13 de noviembre.
P. ?Usted por qu¨¦ es periodista?
R. Como casi todas las cosas en mi vida, las pensaron por m¨ª. Recuerdo ver de peque?o los informativos y pensar: ¡°C¨®mo tiene que molar ser esa persona¡±, que supongo que era Rosa Mar¨ªa Mateo. Entras en las casas, la pe?a te atiende. Siempre me interes¨® la tele, los diarios. Pero quise estudiar Filolox¨ªa Galega; mis padres dijeron que quer¨ªan una carrera con m¨¢s salidas, y me metieron en Periodismo. Otra ¨¦poca [r¨ªe]. Pero incluso estudiando la carrera, lo que hac¨ªa era pas¨¢rmelo bien y no pensar mucho en el futuro. No ten¨ªa una vocaci¨®n. Luego supe que pod¨ªa pas¨¢rmelo muy bien ejerciendo este oficio.
P. Y casi consigue plaza de funcionario en RTVE.
R. ?La consegu¨ª! Trabaj¨¢bamos en Radio Nacional, en Lugo, mi compa?ero Orestes Curr¨¢s y yo, y los dos compet¨ªamos por concurso con una plaza fija. Nos hicimos la promesa de que, saliese quien saliese, esa noche nos ¨ªbamos de fiesta por Lugo. Me llamaron a media tarde: consegu¨ª la plaza yo. Llam¨¦ a mis padres, llam¨¦ a todo el mundo, era un sue?o. Y Orestes y yo nos fuimos de fiesta, y cuando ya llev¨¢bamos doscientas copas, me llamaron. ¡°Oye, hubo un error, no le hab¨ªamos computado a tu compa?ero unos puntos, as¨ª que la plaza es suya, lo sentimos much¨ªsimo¡±. Mi colega me miraba: ¡°?Qui¨¦n es, qu¨¦ pasa?¡±. La verdad, me dio una alegr¨ªa poder darle semejante noticia, aunque despu¨¦s de d¨¢rsela me entr¨® el baj¨®n de mi vida. ?l quer¨ªa seguir de fiesta, claro. ¡°?Vai ao carallo!¡±, y me fui dando tumbos para casa.
P. Otra fiesta le cambi¨® la vida.
R. En casa de unos colegas, casi de ma?ana. Una amiga que estaba con nosotros nos dice que acaba de hablar con su hermano y, entre otras cuestiones, ese hermano le coment¨® que estaba agobiado porque Caiga quien Caiga estaba a punto de empezar y el reportero pol¨ªtico con el que contaban no les convenc¨ªa. Necesitaban a alguien y all¨ª mi amiga, mir¨¢ndome, le dijo que conoc¨ªa a un periodista que les pod¨ªa funcionar. Llam¨¦ al d¨ªa siguiente y me pidieron una prueba.
P. Al menos llam¨®.
R. Bueno, no llam¨¦ porque pensara que me pod¨ªan pillar, sino porque estaba empezando con Marian [su esposa y madre de sus dos hijos] y no quer¨ªa quedar como un cobarde ya en las primeras semanas.
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