¡®El programa de Ana Rosa¡¯ suspende en matem¨¢ticas

¡°Que vivas tiempos interesantes¡±, dice una maldici¨®n china que ni es maldici¨®n ni china, pero sabemos que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Malditos o no, vivimos tiempos tan interesantes que ya no nos mantiene en vilo un recuento electoral, sino si el perdedor aceptar¨¢ el resultado. Sucede en Brasil, a pesar de que la Junta Electoral certific¨® la victoria de Lula, hay quien la cuestiona sin pruebas, un cuento que ya nos cont¨® Estados Unidos.

El arcaico sistema electoral estadounidense, dise?ado por unos padres fundadores que se fiaban poco de sus hijos fundados, propicia que sea la televisi¨®n quien declara oficiosamente al ganador. Supimos que Biden era presidente cuando Fox News atribuy¨® Arizona a los dem¨®cratas, aunque el recuento se prolong¨® meses. La cadena del maquiav¨¦lico Murdoch es una hacedora de reyes, a veces a capricho, como cuando en 2000 otorg¨® Florida a Bush propiciando un golpe de estado de baja intensidad. Lo cuenta 537 votos (HBO Max) y demuestra lo f¨¢cil que es doblarle la rodilla a la democracia si careces de escr¨²pulos.

Aunque algunos lo cuestionan cuando les va mal, pero jam¨¢s si les otorga mayor¨ªas absolutas, el sistema electoral espa?ol es uno de los garantes de nuestra democracia. Miedo da pensar lo que podr¨ªan hacer aqu¨ª las televisiones si las hay que se l¨ªan con unos sencillos gr¨¢ficos como le pas¨® a El programa de Ana Rosa hace unos d¨ªas, cosas de esa inform¨¢tica que lo mismo escribe motu proprio ?lbum de familia de Danielle Steel que mientras cuentas con la boca peque?a que ha bajado el IPC te desmiente en pantalla con unos diagramas de barras tramposos.

Dejemos que la televisi¨®n sea quien cuente las noticias y no quien las genere, porque nuestra democracia es s¨®lida, pero las mentiras repetidas mil veces pueden erosionar cualquier muro.

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