Cinco excelentes series de 2022 que han pasado demasiado desapercibidas
Una colecci¨®n de peque?as joyas para recuperar en los ¨²ltimos d¨ªas del a?o
Como cada a?o a finales de diciembre, llega el momento de elegir las mejores producciones culturales del a?o. Expertos y aficionados eligen sus libros, pel¨ªculas y, en el caso que nos ata?e, series. Siempre hay ausencias m¨¢s o menos clamorosas que se multiplican cuando llega la temporada de premios. Aqu¨ª van cinco propuestas para quienes quieran salirse de lo m¨¢s reconocido.
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Como cada a?o a finales de diciembre, llega el momento de elegir las mejores producciones culturales del a?o. Expertos y aficionados eligen sus libros, pel¨ªculas y, en el caso que nos ata?e, series. Siempre hay ausencias m¨¢s o menos clamorosas que se multiplican cuando llega la temporada de premios. Aqu¨ª van cinco propuestas para quienes quieran salirse de lo m¨¢s reconocido.
Slow Horses (Apple Tv+). La plataforma de la manzana est¨¢ dando muestras de buen pulso a la hora de aprovechar el mundo literario. Es una tendencia global, pero no vale todo. Ah¨ª est¨¢ la arriesgada Fundaci¨®n o el trabajo de Dennis Lehane al frente de Encerrado con el diablo. Pero es quiz¨¢s en esta serie, que adapta las novelas con las que Mick Herron ha revolucionado el g¨¦nero de esp¨ªas en el Reino Unido, donde el acierto ha sido mayor. La apuesta era complicada por una raz¨®n esencial: las ocho novelas hasta el momento de Herron (las cuatro primeras, publicadas en Espa?a por Salamandra) tienen un espectacular elenco de personajes, pero giran sobre un eje: la enorme y en muchas ocasiones odiosa personalidad de Jackson Lamb, el jefe de los Caballos Lentos, esos esp¨ªas desahuciados, esa banda de gloriosos perdedores. Y Gary Oldman sabe convertirse en Lamb, meterse en nuestras cabezas, encarnar al personaje hasta la ¨²ltima fibra de sus calcetines agujereados. Hay tambi¨¦n humor negro, brit¨¢nico, del de verdad, acci¨®n muy bien rodada y conspiraciones. La primera temporada funcionaba de maravilla. El inicio de la segunda es todav¨ªa mejor. Una producci¨®n de esp¨ªas excelente y original.
From (HBO Max). Esta serie producida por Epix y que lleg¨® a Espa?a en septiembre muy de tapado ten¨ªa todos los ingredientes para que cualquier espectador precavido no pasara ni cerca. El presupuesto inicial se parec¨ªa demasiado a Perdidos, y adem¨¢s tambi¨¦n ten¨ªa los mismos productores ejecutivos (Jack Bender y Jeff Pinkner) y uno de los actores protagonistas, Harold Perrineau. Un pueblo al que todo el que llega, no se sabe c¨®mo, queda atrapado; unos monstruos que no corren pero s¨ª despedazan y canibalizan v¨ªctimas cuando cae la noche; unas misteriosas voces; un ¨¢rbol que te transporta a otro lugar¡ y as¨ª. Pero no se sabe muy bien c¨®mo su creador, John Griffin, consigue que nos quedemos junto a estos pobres perdidos en medio de la nada. Sabemos ya que no podemos esperar respuestas, pero no es la clave de una serie que sabe enganchar con una construcci¨®n de personajes s¨®lidos y, sobre todo, jugando con la trama, aunque no vaya a ninguna parte. Un curioso producto que merece un rato y engancha a pesar de las reticencias l¨®gicas. No es The Leftovers, una maravilla salida del desastre que fue Perdidos, pero se disfruta.
In My Skin (Filmin). El mejor drama televisivo de la temporada para los Bafta 2022 fue esta descorazonadora serie de la BBC. Su segunda entrega se estren¨® en el Reino Unido en 2021 pero a Espa?a ha llegado completa este a?o a trav¨¦s de Filmin. Cuenta la historia de Beth, una adolescente que en casa vive una dur¨ªsima realidad como responsable de una madre bipolar con continuos ingresos y salidas de un hospital, un padre alcoh¨®lico y violento y escasos recursos econ¨®micos. Pero de cara a sus amigos y profesores, su vida es perfecta y reside en un hogar lleno de amor y apoyo. Y mientras, Beth explora su identidad sexual e incluso tiene tiempo para intentar ser la delegada de su clase. La creadora de la serie, Kayleigh Llewellyn, se bas¨® en su propia adolescencia para escribir esta historia. Adem¨¢s de compartir vivencias con Beth, Llewellyn lleg¨® a vivir de la caridad al no poder afrontar las facturas con su trabajo como guionista. El resultado es una producci¨®n con cap¨ªtulos de media hora que conjugan el drama tremendo de la vida de la joven protagonista con destellos de humor, bastante negro, y en la que destaca el reflejo crudo y realista de la enfermedad mental.
Pachinko (Apple TV+). Toma su t¨ªtulo de la palabra que describe unos juegos japoneses que cruzan el pinball y las m¨¢quinas tragaperras, pero en realidad esta epopeya coreano-japonesa invita al espectador a sumergirse en la historia reciente de Corea del Sur y en sus tradiciones de la mano de varias generaciones de una familia coreana con una mujer, Sunja, como hilo conductor. Entre saltos temporales, esta producci¨®n, con ritmo pausado, sensibilidad oriental y altos niveles de producci¨®n, lleva al espectador desde un pueblo pesquero en la Corea ocupada por el Imperio japon¨¦s a principios del siglo XX hasta el Tokio moderno de 1989 en plena explosi¨®n econ¨®mica y desarrollista. Rodada en japon¨¦s, coreano e ingl¨¦s, la serie muestra la riqueza cultural de Corea y se adentra en un asunto tan presente en la televisi¨®n actual como la propia identidad. Para ello, reivindica la atenci¨®n al pasado, la memoria de las abuelas, y la resiliencia de las mujeres. Drama hist¨®rico y familiar y melodrama se dan la mano en una historia emocionante y que invita a escapar del ritmo acelerado y los sobresaltos de la vida y la televisi¨®n contempor¨¢nea.
Somebody Somewhere (HBO Max). La c¨®mica Bridget Everett interpreta a Sam, una mujer que regresa a su ciudad natal, en Kansas, tras una crisis familiar y para intentar lidiar con su propio proceso de aceptaci¨®n y un duelo que ella lleva a su manera. Ahora se siente una forastera en su propia ciudad. Ah¨ª conocer¨¢ a otro grupo de personas que tambi¨¦n sienten que no encajan, pero que han decidido luchar y no rendirse, para lo que montan reuniones y un particular cabaret en el que cada uno aporta lo que mejor sabe hacer. Una de las grandes virtudes de esta comedia dram¨¢tica, que lo mismo te lleva a la sonrisa y la carcajada que a las l¨¢grimas, es que sus personajes son gente normal, cada uno con sus problemas, sus dudas y sus incertidumbres, y que no buscan nada extraordinario en la vida, solo conectar con otra gente para salir adelante. Se agradece que una ficci¨®n escape de las grandes ciudades para instalarse en un pueblo de la Am¨¦rica profunda. Y tambi¨¦n destaca su tono positivo y esperanzador. Una peque?a joya que no deber¨ªa pasar desapercibida.
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