Manuela Carmena: ¡°No corregir la ¡®ley del s¨ª es s¨ª' es soberbia infantil¡±
La exalcaldesa de Madrid estrena ¡®podcast¡¯ tras recuperarse de un c¨¢ncer de colon
La jueza retirada y alcaldesa de Madrid entre 2015 y 2019, Manuela Carmena, estrena, a los 78 a?os, Suena Carmena (P¨®dium Podcast), ¡°conversaciones tranquilas para romper t¨®picos¡±. Un c¨¢ncer de colon la apart¨® unos meses de la actividad p¨²blica. Ya recuperada, no piensa en una jubilaci¨®n al uso: ¡°Ahora tengo libertad para poner en marcha todo lo que se me ocurre, que es mucho¡±, explica, mostrando mu?ecas y otros juguetes elaborados por reclusos y jubiladas del proyecto Zapatelas que se venden por internet y que la tuvieron varios d¨ªas buscando lana de oveja en la red. De peque?a quer¨ªa ser granjera. ¡°Llegamos a montar una granja para ni?os en Guadalajara cuando yo preparaba las oposiciones y fue muy divertido. Quiz¨¢ ahora podr¨ªa ser para mayores y as¨ª podr¨ªa desarrollar mi af¨¢n granjero¡±. Preguntada por las personas a las que admira y que han influido m¨¢s en su forma de ser, cita a jueces, abogados y presos. Observa con pena y a cierta distancia de seguridad la pol¨ªtica.
Pregunta. El tema del primer podcast es la mentira. ?Cu¨¢l fue la ¨²ltima que cont¨® y la ¨²ltima que oy¨® o que le colaron?
Respuesta. Yo no soy muy de contar mentiras porque soy una persona extrovertida, me gusta contar lo que me pasa y si meto una mentira no estoy expresando lo que pienso. O¨ªrlas las oigo todos los d¨ªas porque la pol¨ªtica est¨¢ llena de mentiras. El PP est¨¢ perdiendo el norte y dice muchas cosas inciertas con toda seguridad, como cuando afirma que el PSOE ha asaltado al Tribunal Constitucional, por ejemplo, y en los medios de comunicaci¨®n no siempre se les dice ¡±oiga, eso no es verdad¡±.
P. ?Qu¨¦ otros asuntos abordar¨¢ en el podcast?
R. Los elegimos entre Oriol Llop, un periodista catal¨¢n que procede de otro mundo ideol¨®gico, lo que me parece muy interesante, y yo. Vamos a hablar de la felicidad, del amor, del sexo...
P. ?Eso va junto o separado?
R. En principio, junto. Hablamos, por ejemplo, de la expresi¨®n ¡°poner los cuernos¡±, que me parece repugnante y simplifica el mundo tan complejo del sexo y del amor con sentimientos muy negativos de posesi¨®n.
No pens¨¦ que lo que quer¨ªa hacer fuera a generar la bronca que gener¨® en Podemos
P. Se ha hablado mucho estos d¨ªas de la venganza musical de Skakira. ?Qu¨¦ le parecen la canci¨®n y el debate que ha generado?
R. Me parece muy bien que exprese lo que ella quiera. Creo que indica que no tenemos bien preparado nuestro campo sentimental. Denigrar, insultar a quien hemos amado es terrible. Se acepta como normal que si te dejan lo pongas verde, pero en el fondo esas cr¨ªticas van contra ti mismo: hace nada quer¨ªas a esa persona.
P. Ha reflexionado mucho sobre lo que llama ¡°cuidar la democracia¡±. ?C¨®mo se hace eso?
R. Primero, aceptando que las instituciones son creaciones humanas, instrumentos de la cultura de la convivencia, y necesitan atenci¨®n y seguimiento constante. Hay que cuidarlas como cuidas la amistad, tus plantas, tus mascotas, tu casa... porque el tiempo produce transformaciones inevitables en todo.
P. ?Y c¨®mo se riega la democracia?
R. Estando muy pendiente. Lo primero que hay que hacer para cuidar algo es observarlo, detectar cu¨¢ndo se atasca, se seca o se enmohece. Para que la democracia siga cumpliendo su papel en cada momento hist¨®rico hay que ver qu¨¦ necesita, qu¨¦ le pide el ciudadano, qu¨¦ pauta de crecimiento precisa.
P. Los sondeos muestran la creciente desconfianza en la clase pol¨ªtica. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s ha contribuido a esa desconexi¨®n?
R. La gente no se siente representada por los pol¨ªticos, ese v¨ªnculo se ha roto, y se ha roto porque el af¨¢n fundamental es conseguir el poder. Me duele terriblemente la mala educaci¨®n que veo en las instituciones, la groser¨ªa. La se?ora presidenta de la Comunidad de Madrid dice: ¡°Pedro S¨¢nchez y esa gentuza¡±. Es inaceptable. La autoridad exige buena educaci¨®n, que es la forma de mostrar respeto al otro, y si no la tienes, no puedes ser autoridad, no puedes gobernar. Cuando era jueza de vigilancia penitenciaria, antes de entrar en una celda, le ped¨ªa permiso al preso y luego le daba la mano.
P. Ese lenguaje y esas formas tienen ¨¦xito.
R. A corto plazo. El esc¨¢ndalo ilumina y cuando llega la hora de votar, algunas personas se dejan llevar por lo que est¨¢ iluminado: votan al que les suena, al que grita. Da resultado, pero esto es una fiesta y hay que fijarse en los comensales. Se comen lo que les preparan, pero cada d¨ªa hay menos invitados: eso es la abstenci¨®n, gente razonable que en un momento dado dice: ¡°mira, olv¨ªdame¡±.
P. ?Usted vota ilusionada?
R. Mi generaci¨®n vot¨® por primera vez y por eso votar me parece muy importante. Pero cuando voto pienso: ¡°qu¨¦ pena que no seamos capaces de votar de otra manera¡±. No sabemos lo que votamos.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque se hacen programas que no parten de evaluaciones previas, son cartas a los reyes magos.
P. ?Se vota m¨¢s contra que por?
R. S¨ª. Y el propio discurso pol¨ªtico es una aberraci¨®n de insultos de unos contra otros.
P. 2022 termin¨® con una grave crisis institucional. ?Invadi¨® el Tribunal Constitucional el terreno del poder legislativo?
R. Fue vergonzoso. El Tribunal Constitucional tiene que ser un tribunal pol¨ªtico, no partidario. Se debe a la Constituci¨®n. Pero el PP necesitaba en ese momento eso y votaron lo que el PP quiso.
P. En alguna ocasi¨®n ha dicho que se arrepent¨ªa de haber conformado M¨¢s Madrid. ?Se parece Sumar a lo que ten¨ªa en mente cuando entr¨® en pol¨ªtica?
R. En cierto sentido s¨ª. No he hablado con la vicepresidenta, pero la idea de hacer una plataforma que no proceda exclusivamente de las etiquetas pol¨ªticas se parece algo. Me gustar¨ªa que fuera una semilla para que el d¨ªa de ma?ana puedan reforzarse muchas estructuras pol¨ªticas. Yo nunca pens¨¦ que lo que quer¨ªa hacer fuera a generar la bronca terrible que gener¨® en Podemos. Para m¨ª, lo m¨¢s importante era incorporar a muchas personas con gran capacidad, pero se entendi¨® mal.
P. ?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que habl¨® con Pablo Iglesias?
R. Cuando era alcaldesa y no quisieron aceptar que el equipo municipal lo pudi¨¦ramos hacer desde el Ayuntamiento. Esas conversaciones fueron en septiembre de 2018 y no he vuelto a hablar con ¨¦l.
P. ?Volver¨ªa a participar en pol¨ªtica, por ejemplo, en una campa?a de Yolanda D¨ªaz?
R. Una persona que ha sido alcaldesa durante cuatro a?os de una alcald¨ªa, adem¨¢s, singular, abierta a la sociedad y progresista, tiene la obligaci¨®n de explicar cu¨¢les fueron los ¨¦xitos, los puntos d¨¦biles... y lo har¨ªa con gusto a todos los colectivos que quisieran reproducir algunos de aquellos elementos, pero solo desde esa perspectiva.
P. ?Queda algo del 15-M?
R. Yo no me sent¨ª muy vinculada al 15-M. En aquel momento estaba haciendo un programa de cooperaci¨®n en el Congo y lo vi desde lejos. Me pareci¨® un movimiento interesante, era esperanzador que hubiera gente joven con ganas de tomar medidas, pero se trataba de modificarlo todo, era demasiado abstracto.
P. ?Se parece Podemos al resto de partidos?
R. S¨ª, much¨ªsimo.
P. El Ministerio de Igualdad culpa a los jueces de la rebaja de penas por la ley del s¨ª es s¨ª. ?Es culpa de los jueces?
R. Evidentemente no. Si hay una ley posterior que favorece al condenado hay que aplicarla. Eso es incuestionable. Es una pena que esto se haya abordado con tan poca inteligencia. Hacer una ley no es f¨¢cil y la prueba es que el BOE est¨¢ lleno de rectificaciones. Si produce un efecto que no quer¨ªas, se modifica. Pero aqu¨ª ha habido una actitud de soberbia infantil y no se puede tocar. Yo creo que en determinados delitos tiene que haber un espacio de castigo importante para que pueda producirse un cambio de conducta, pero no soy partidaria de penas muy largas. Pero si el objetivo de la ley era endurecer las penas tienes que rectificarlo porque te ha salido mal.
P. Tambi¨¦n ha sido muy pol¨¦mica la reforma para derogar el delito de sedici¨®n y modificar el de malversaci¨®n. ?Cree que era necesaria?
R. Creo que no. No puedes cambiar el C¨®digo Penal sin hacer antes una evaluaci¨®n, exclusivamente por razones pol¨ªticas, pero nos hemos acostumbrado a eso, a que una manera de hacer pol¨ªtica es modificar leyes con criterios exclusivos de partido.
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