¡®?ngeles con espada¡¯, pedagog¨ªa y servicio p¨²blico sobre el Valle de Cuelgamuros
TVE estrena un documental sobre la historia del monumento ideado por Franco para inmortalizar su victoria y humillar a los vencidos
Un estudio revel¨® recientemente las grandes lagunas de algunos j¨®venes sobre la historia contempor¨¢nea espa?ola, su historia. En una charla con chavales de 16 a?os, varios coincidieron en el siguiente relato: la Guerra Civil estall¨® porque ¡°el pueblo se rebel¨® contra la dictadura de Franco¡±, de tipo ¡°fascista¡±. El conflicto fue ¡°entre los cincuenta y sesenta¡±. Los exiliados, dicen, fueron ¡°los seguidores de Franco a los que tuvieron que echar del pa¨ªs¡±. Todo al rev¨¦s. Un acuerdo entre la secretar¨ªa de Estado de memoria democr¨¢tica y la de Educaci¨®n permiti¨® incluir contenidos sobre la represi¨®n franquista en los decretos de ense?anzas b¨¢sicas de ESO y Bachillerato, lo que dirigentes del PP y Vox calificaron de ¡°adoctrinamiento¡±. Pero no solo los j¨®venes est¨¢n confundidos. El revisionismo hist¨®rico gana terreno en pleno 2023, lo que convierte a documentales como ?ngeles con espada, que TVE estrena este s¨¢bado, en un necesario servicio p¨²blico: divulgaci¨®n y pedagog¨ªa.
El documental, sobre la historia del Valle de los Ca¨ªdos, dirigido por Javier Rioyo, no aporta grandes revelaciones, nueva informaci¨®n, pero re¨²ne a las voces que a lo largo de los a?os han desmentido, para quien ha querido escucharles, los grandes mitos en torno a esta especie de pir¨¢mide terminada en una descomunal cruz de 150 metros con la que Franco quiso inmortalizar su victoria, humillar a los vencidos. Con las car¨ªsimas ¡ªpara el resto¡ª im¨¢genes de archivo del NO-DO y la profesional voz de la actriz Pastora Vega, TVE relata el origen del monumento, el sue?o de Franco. ¡°Quer¨ªa ¡ªexplica el primer abad del Valle, fray Justo P¨¦rez de Urbel¡ª, algo que recordase la Cruzada¡±. El dictador, a?ade el catedr¨¢tico de historia Enrique Moradiellos, ¡°buscaba trascender con un proyecto fara¨®nico, era una inversi¨®n pol¨ªtica¡±. Los nost¨¢lgicos, los que casi 48 a?os despu¨¦s de la muerte de Franco no se han acomodado todav¨ªa a la democracia, insisten todav¨ªa hoy en que,al enterrar a muertos de ambos bandos, el R¨¦gimen ten¨ªa un af¨¢n reconciliador. Pero la historia los desmiente, como recuerdan en el documental antrop¨®logos como Francisco Ferr¨¢ndiz, especializado en el Valle de Cuelgamuros, o el propio discurso inaugural del monumento, sin una sola referencia a tal esp¨ªritu de reconciliaci¨®n.
¡°Constructores como Huarte, Ban¨²s o San Rom¨¢n hacen sus grandes negocios en una Espa?a en ruina¡±, afirma la voz en off durante el documental. A continuaci¨®n, expresos como Gregorio Peces-Barba del Br¨ªo o Nicol¨¢s S¨¢nchez-Albornoz, que logr¨® escapar de las obras del Valle en una fuga de pel¨ªcula, y familiares de otros reclusos que fueron a parar a aquella c¨¢rcel al aire libre para construir el sue?o del dictador, explican las condiciones de vida en los barracones en los que viv¨ªan en Cuelgamuros. Lola Rabal, hija de Benito Rabal, recuerda c¨®mo sangraban las manos de aquellos presos pol¨ªticos, escritores, intelectuales... al trabajar en la descomunal obra y c¨®mo su madre, un d¨ªa, rasg¨® las pocas s¨¢banas que ten¨ªan para curarles las heridas.
Franco quer¨ªa que las obras de la cripta estuvieran acabadas en un a?o y el resto de las edificaciones en cinco, pero fueron casi dos d¨¦cadas de construcci¨®n y para entonces las viudas de los ca¨ªdos por Dios y por Espa?a ya no quer¨ªan mover los restos de sus seres queridos. Silvia Navarro, presidenta de la Asociaci¨®n de Familiares Pro Exhumaci¨®n de los Republicanos enterrados en el Valle, recuerda, de hecho, c¨®mo las familias de los asesinados de Paracuellos se negaron al traslado. Fue entonces cuando empez¨® una gran operaci¨®n de ¡°movilizaci¨®n de cad¨¢veres¡±, como relata Moradiellos. El R¨¦gimen acudi¨® a las fosas comunes de ¡°los rojos¡± para llevarse cuanto encontraran, dejando en algunas de ellas restos de huesos. Con los a?os, buscando el paradero final de los represaliados, muchas familias descubrieron, con horror, que hab¨ªan ido a parar al Valle de Franco, que estaban enterrados junto a su verdugo. Desde entonces batallan para recuperar los restos. El Gobierno tiene todo preparado, a falta de un informe sobre sustancias t¨®xicas en el interior de las criptas, para proceder a esas exhumaciones.
El documental termina pues, en el presente: en las demandas actuales de los descendientes de los fusilados; en el ambicioso plan para convertir el Valle, ahora llamado de Cuelgamuros, en una maqueta del franquismo, el mejor ejemplo para explicar lo que fue el nacionalcatolicismo. ¡°Existe un desajuste temporal entre los objetivos del monumento cuando se construy¨® y la ¨¦poca en la que vivimos¡±, explica Ferr¨¢ndiz, antrop¨®logo social del CSIC y asesor del Ejecutivo. Nada explica ahora en el recinto, a?ade, por qu¨¦ y para qu¨¦ se construy¨®. ¡°La historia la escriben los vencedores¡±, afirma Fernando Olmeda, autor de El Valle de los Ca¨ªdos, una memoria de Espa?a. La democracia ha de volver a poner cada piedra en su sitio, separando los mitos y los datos, la realidad y la propaganda. No sobran este tipo de documentales cuando en el Congreso de los diputados todav¨ªa se oye decir que ¡°este es el peor gobierno en 80 a?os¡±, es decir, peor que la dictadura; que la Guerra Civil no empez¨® con un golpe de Estado, o que Primo de Rivera, recientemente trasladado del Valle al cementerio madrile?o de San Isidro, rechazaba la violencia.
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