¡®Cu¨¦ntame¡¯ y el relato de nuestro pasado ?edulcorado o brutal?
Historiadores y expertos analizan c¨®mo la microhistoria de los Alc¨¢ntara se funde con la historia del pa¨ªs, creando un relato agridulce del franquismo y la transici¨®n
¡°Me import¨® poco descubrir, ya de mayor, que Franco no se hab¨ªa sacrificado por los espa?oles tanto como entonces nos dec¨ªan (¡). Pero algo se hundi¨® bajo mis pies cuando supe que Juan Jos¨¦ Ros¨®n hab¨ªa viajado por Europa con un malet¨ªn lleno de dinero para asegurar el triunfo de Massiel en televisi¨®n¡±. As¨ª empieza el borrador de Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨®, ¡®firmado¡¯ por Carlitos Alc¨¢ntara, el narrador de la serie. La escueta propuesta, de folio y medio, que fue escrita por el guionista Eduardo Ladr¨®n de Guevara ¡ªfallecido el 29 de noviembre, el d¨ªa de emisi¨®n del ¨²ltimo cap¨ªtulo¡ª, acab¨® convirti¨¦ndose en un fen¨®meno televisivo: ha sido la serie m¨¢s longeva de la televisi¨®n espa?ola y una de las de mayor impacto en Espa?a. Entre otras cosas, por su influencia en la percepci¨®n del pasado que va del tardofranquismo a la normalizaci¨®n democr¨¢tica.
La serie de TVE, que se iba a llamar Mirando atr¨¢s o Nuestro ayer, y finalmente fue Cu¨¦ntame y despu¨¦s Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨®, explica la microhistoria ficticia de la familia Alc¨¢ntara fundida en la historia real de Espa?a entre 1968 y 2001. Un ejercicio complejo, dado que ¡°hay much¨ªsimas personas que solo entran en contacto con temas relacionados con la historia a trav¨¦s de la televisi¨®n¡±, seg¨²n Ana Mancho, historiadora y profesora de Periodismo de la Universidad de Zaragoza.
¡°La televisi¨®n es muy potente a la hora de formar el imaginario colectivo. A trav¨¦s de sus representaciones provee de explicaciones sobre el pasado. C¨®mo contamos las cosas influye en c¨®mo las percibe la sociedad¡±, reflexiona Mancho, autora junto con Ana Ibarz y Carmen Marta del estudio La representaci¨®n de la memoria hist¨®rica a trav¨¦s de la ficci¨®n en TVE. La influencia pol¨ªtica en Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨® (Universidad de Zaragoza, 2017).
Con m¨¢s de veinte a?os de emisi¨®n a sus espaldas, la reconstrucci¨®n del pasado de Cu¨¦ntame pasa por ser, para muchos de sus telespectadores, un trasunto de la historia oficial del pa¨ªs. Una historia agridulce seg¨²n sus ¨¦pocas de emisi¨®n.
Laura Pousa, doctora en Historia del Cine por la UAM y guionista de Cu¨¦ntame entre 2004 y 2009, recuerda que el equipo era consciente del impacto de la serie en la memoria colectiva. Para escribir cada guion, el departamento de Documentaci¨®n rastreaba mucha informaci¨®n y elaboraba dossiers informativos que inclu¨ªan retazos de publicaciones de la ¨¦poca como Cambio 16, El Alc¨¢zar, Cuadernos para el Di¨¢logo o EL PA?S. Rememora ese esfuerzo por ser rigurosos, ¡°eso s¨ª, teniendo en cuenta que, al fin y al cabo, es una ficci¨®n, algo que a veces se olvida¡±, subraya.
El equipo de guion ten¨ªa claro que la recreaci¨®n hist¨®rica deb¨ªa desarrollarse a partir de los recuerdos emocionales de los personajes. En el cap¨ªtulo de la muerte del dictador Franco, por ejemplo, un periodista de TVE pregunta o a cada uno de los Alc¨¢ntara por la situaci¨®n pol¨ªtica a la que puede enfrentarse del pa¨ªs. ¡°La idea era reflejar esa situaci¨®n partiendo de la esperanza, la ambig¨¹edad y la duda con la que se vivi¨® en verdad ese momento. Por eso en ese cap¨ªtulo unos personajes callan, otros no paran de hablar, unos piensan en ir al entierro mientras otros ni se lo plantean¡±, recuerda Pousa, autora de La memoria televisada. Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨® (Comunicaci¨®n Social Ediciones y Publicaciones, 2015).
Alc¨¢ntara, como Adolfo Su¨¢rez
En ese proceso de reconstrucci¨®n del camino de la dictadura a la democracia, el personaje de Antonio Alc¨¢ntara fue clave, seg¨²n Pousa: se dise?¨® un protagonista que parece que no sabe que vive bajo la dictadura, pero con el paso del tiempo y la evoluci¨®n de parte de su familia ¡ªy con ellos parte de la sociedad¡ª empieza a ser dolorosamente consciente de ello. En ese sentido, Antonio es ¡°un franquista que pasa a transfigurarse en una especie de Adolfo Su¨¢rez de los tiempos de la Ley de Amnist¨ªa de 1977¡å, razona Pousa. ¡°De hecho, a veces en broma nos refer¨ªamos al personaje como Adolfo Alc¨¢ntara¡±, r¨ªe. A partir de este juego de espejos, vemos que Adolfo Su¨¢rez y Antonio Alc¨¢ntara (Imanol Arias) tienen cierto parecido f¨ªsico, cada uno a su manera ambos participaron en el gobierno de Franco, a los dos las circunstancias les convencieron de la necesidad de la cultura del consenso, y ambos acaban por apostar por la democracia militando en UCD y despu¨¦s CDS. De hecho, en la ficci¨®n Adolfo Su¨¢rez llega a nombrar director general del Ministerio de Agricultura a Alc¨¢ntara, y en una escena, cuando Mar¨ªa, su hija peque?a, le pregunta qui¨¦n es ese tal Su¨¢rez, Antonio, ofendido, le dice que ¡°es el hombre m¨¢s importante que hay en Espa?a¡±.
Algunas de trasmutaciones ficcionales est¨¢n arrancadas de la realidad, enlazadas con voces o im¨¢genes de personas de verdad. Hay escenas en las que est¨¢ la voz de Victoria Prego (periodista por excelencia del relato can¨®nico de la transici¨®n pol¨ªtica del franquismo a la democracia, para la familia ficticia de los Alc¨¢ntara y para la mayor¨ªa de las familias espa?olas), la abogada Cristina Almeida o el historiador Ricardo de la Cierva. Otros cap¨ªtulos explican el peso del PCE bajo la mano de hierro de Santiago Carrillo ¡ªque tambi¨¦n aparece en la serie¡ª para allanar el camino de la pedregosa transici¨®n. A eso se le sum¨® la proliferaci¨®n de diferentes puntos de vista ante una misma situaci¨®n del pasado, una estrategia que funcion¨®. Como recoge Ana Corbal¨¢n en su art¨ªculo Reconstrucci¨®n del pasado hist¨®rico. Nostalgia reflexiva en Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨® (Journal of Spanish Cultural Studies, 2009), los textos televisivos son polis¨¦micos: pueden ser le¨ªdos por la audiencia de numerosas formas.
Ideolog¨ªa y ficci¨®n
Pero los personajes de la televisi¨®n no son s¨®lo representaciones de personas individuales, sino que tambi¨¦n encarnan valores ideol¨®gicos, apunta Corbal¨¢n. En su primera d¨¦cada de emisi¨®n, con cap¨ªtulos que superaron el 40% de la cuota de pantalla, cuando a¨²n no ha aparecido la competencia de las plataformas, en la televisi¨®n p¨²blica y en prime time, la irradiaci¨®n ideol¨®gica de una serie como Cu¨¦ntame fue fenomenal.
¡°Como otras series parecidas en las televisiones p¨²blicas de Portugal o Italia, Cu¨¦ntame produce la conformaci¨®n de la memoria oficial y p¨²blica. Es un producto que legitima un relato hist¨®rico¡±, explica Andreu Mayayo, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea y Mundo Actual de la Universidad de Barcelona.
A lo largo de 22 a?os, 23 temporadas y m¨¢s de 400 cap¨ªtulos, esta ficci¨®n hist¨®rica no dibuja un relato lineal del pasado. Hay momentos que explican la vida de los Alc¨¢ntara bajo la dictadura, subrayando la falta de libertad, sufriendo el autoritarismo, el control social y el miedo a la pol¨ªtica, apunta Pousa en La memoria televisada. Pero no siempre es as¨ª, recuerda Mayayo. Por ejemplo, en las primeras temporadas, la serie parece que se inclina por reivindicar ¡°no la dictadura, sino que la democracia, en cierta medida, es hija del crecimiento econ¨®mico y el desarrollismo franquista¡±, argumenta Mayayo.
As¨ª, en los tiempos de mayor¨ªa absoluta del PP en la Moncloa (2000-2004) coincide en que ¡°se cortocircuita el avance de la memoria de la represi¨®n de la guerra y la posguerra¡±, que estaba empezando a darse a conocer en el pa¨ªs a trav¨¦s de distintos colectivos, gracias al empuje de la primera Asociaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica de Espa?a y a la exhumaci¨®n de la fosa de Priaranza del Bierzo, en octubre de 2000. En Cu¨¦ntame, ¡°las v¨ªctimas que salen en las primeras temporadas nunca son del franquismo, sino de ETA¡±, recuerda el historiador.
Despu¨¦s, con la llegada del gobierno de Jos¨¦ Lu¨ªs Rodr¨ªguez Zapatero (2004-2008), se empiezan a ver otro tipo de historias en la serie y el trasfondo pol¨ªtico adquiere peso: ¡°de golpe nos vamos a 1939, que es cuando fusilan al padre de Antonio Alc¨¢ntara y aparece la represi¨®n, el exilio¡±, recuerda Mayayo.
Memorias mediatizadas
Mancho est¨¢ de acuerdo con la tesis de Mayayo. ¡°En la serie no hay una memoria solo, si no varias memorias mediatizadas en funci¨®n del partido del poder¡±, concluye su investigaci¨®n. Hasta la llegada de Cu¨¦ntame, las narraciones espa?olas hab¨ªan obviado la memoria hist¨®rica y descontextualizaban completamente el franquismo. Y cuando esta lleg¨®, lo hizo ¡°con sus proposiciones impl¨ªcitas y expl¨ªcitas, con su ideolog¨ªa subyacente y valores del momento¡±, seg¨²n Mancho.
La investigaci¨®n La representaci¨®n de la memoria hist¨®rica a trav¨¦s de la ficci¨®n en TVE. La influencia pol¨ªtica en Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨® tambi¨¦n destaca que en los primeros a?os de emisi¨®n la serie daba una visi¨®n idealizada y benevolente del franquismo, mostrando una vida cotidiana apol¨ªtica y edulcorada. Un tipo de memoria colectiva sin serios desacuerdos ideol¨®gicos. Con los a?os del PSOE en el poder, en cambio, el r¨¦gimen franquista es representado como brutal, seg¨²n su an¨¢lisis, y se reivindica a aquellas personas que sufrieron la represi¨®n franquista y tuvieron que exiliarse. Despu¨¦s, de nuevo, con la vuelta del PP a la Moncloa de la mano de Mariano Rajoy, la serie se despolitiza otra vez.
En cualquier caso, Cu¨¦ntame como pas¨® es un homenaje a la historia de la televisi¨®n de este pa¨ªs. La serie recoge escenas reales como el dictador Franco inaugurando los estudios de Prado del Rey, o retazos de ficci¨®n televisiva grabada en la memoria de millones de personas, como Cr¨®nicas de un pueblo, Estudio 1, Un, dos tres, responda otra vez o Curro Jim¨¦nez. Son escenas que se funden con el pasado y a veces parecen entrar en la Historia misma. El primer cap¨ªtulo ¡ªestrenado el 13 de septiembre de 2001¡ª transcurre supuestamente en 1968, y en las primeras im¨¢genes el ni?o Carlitos Alc¨¢ntara se desespera por saber si el aparato nuevo que ha comprado la familia llegar¨¢ a tiempo para ver a Massiel cantando Lalala en Eurovisi¨®n. En el ¨²ltimo cap¨ªtulo, emitido hace una semana y ambientado exactamente en ese 13 de septiembre de 2001, Carlos, hecho ya un hombre, camina con sus amigos del pueblo, y al pasar ante un escaparate, una tele emite las primer¨ªsimas im¨¢genes del cap¨ªtulo uno de Cu¨¦ntame. Es la ficci¨®n, entrando de lleno en la realidad.
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