Trist¨¢n Ulloa: ¡°Me sobrecoge verme como el padre de Asunta¡±
El actor, de 53 a?os y con dos hijos, interpreta en ¡®El caso Asunta¡¯ a Alfonso Basterra, el padre de la ni?a asesinada, y confiesa encontrarse en su mejor momento tras haberse sentido ¡°muerto profesionalmente¡± hace nueve a?os
Las entrevistas de promoci¨®n son fr¨ªas por definici¨®n. Y esta con Trist¨¢n Ulloa en v¨ªsperas del estreno de El caso Asunta, en Netflix, no iba a ser una excepci¨®n. He aqu¨ª a dos desconocidos que se encuentran por primera y puede que ¨²ltima vez en su vida para hablar de personas y personajes, de intimidades propias y ajenas. Ulloa ¡ªel int¨¦rprete que clava a Alfonso Basterra, padre y asesino, junto a su exesposa Rosario Porto, de la ni?a Asunta, seg¨²n sentencia firme judicial¡ª llega a la cafeter¨ªa del barrio de Malasa?a de Madrid donde hemos quedado acompa?ado por una asistente de comunicaci¨®n y se pone a disposici¨®n, correcto y cordial, pero sin poder disimular cierto nerviosismo, midiendo cada palabra. Con el tiempo y la charla, va templ¨¢ndose y abri¨¦ndose quiz¨¢ algo m¨¢s de lo que pensaba. Hasta el punto de que, despu¨¦s, pide amablemente obviar ciertas partes de la conversaci¨®n que considera demasiado personales. Aunque dice que, a estas alturas de su vida, ¡°nada es tan serio ni importante¡±, se nota que sigue preocup¨¢ndose, y mucho, por lo que de verdad importa.
Si digo: ¡°Alfonso Basterra¡±, ?qu¨¦ le sugiere?
Un enigma.
?Y Rosario Porto?
?Sabes qu¨¦ pasa? Que me cuesta hacer esto, porque es simplificar. Me he propuesto no juzgarlos. M¨¢s all¨¢ de lo que hicieran o dejaran de hacer. De si son inocentes o culpables. Nuestra historia, la que se recrea en la serie, tiene que ver con ellos, pero tambi¨¦n con el movimiento social y medi¨¢tico que se gener¨® alrededor.
?Sigui¨® el caso en su d¨ªa?
No, es m¨¢s, cuando me lo propusieron, me tuvieron que refrescar la memoria. Ten¨ªa una idea muy vaga. Adem¨¢s de la documentaci¨®n, entrevistas con polic¨ªas, testigos, abogados, recibimos todo tipo de informaci¨®n, rumorolog¨ªa, cotilleos, de todo. En el rodaje, en Galicia, todo el mundo ten¨ªa una opini¨®n al respecto. Tuvimos que separar el grano de la paja, abstraernos del ruido. Creo, sinceramente, que nunca se sabr¨¢ qu¨¦ pas¨® exactamente. Como sociedad no estuvimos a la altura. Puedes tener enfrente a un monstruo, pero no te puedes convertir t¨² en otro peor.
?C¨®mo se aisl¨® de todo ese ruido?
Bueno, soy actor. Se trataba de encarnar a un ser humano. Ante la enormidad del reto, Candela Pe?a [la actriz que interpreta a Rosario Porto, la madre de Asunta] y yo acordamos ir escena a escena, plano a plano, uno detr¨¢s de otro. Ponemos preguntas encima de la mesa, pero no nos corresponde a nosotros contestarlas.
Como sociedad no estuvimos a la altura. Puedes tener enfrente a un monstruo, pero no te puedes convertir t¨² en otro peor.
?Le sorprendi¨® lo que vio de usted en el resultado final? Le confieso que me impresion¨® verlo.
Mucho. Me sobrecoge verme como el padre de Asunta. Fue complicado. De hecho, no quer¨ªa hacer ese papel. No me encontraba muy fuerte como para afrontarlo. Ven¨ªa de interpretar en la serie Berl¨ªn a un personaje muy l¨²dico, disfrut¨¦ mucho y no me ve¨ªa capaz de meterme en ese abismo. Mira, esa es la palabra que puede definir lo que me sugiere Rosario Porto. Un abismo profund¨ªsimo. Me tuvieron que convencer. Cuando vi el guion, unos mimbres muy potentes y entrelazados que podr¨ªan soportar ese peso tan pesado, habl¨¦ con mi familia y nos fuimos todos a Galicia durante ese verano para estar juntos en esto.
?Le ha ocurrido otras veces? Sobrecogerse a s¨ª mismo en pantalla, digo.
Ha sido de las pocas veces que he intentado tomar mucha distancia con el personaje. Soy padre. Tengo dos hijos: uno cumple 16 este a?o y la ni?a, 8. Imag¨ªnate interpretar a un supuesto asesino de su hija. Todo me resuena much¨ªsimo. Llegaba por la noche y desconectaba, pero a mi hija le llegaban cosas, me o¨ªa hablar por tel¨¦fono... No deja de ser una ni?a y me preguntaba cosas de otra ni?a. Fue muy impactante.
?Se arrepiente de haber aceptado el papel?
No, fue duro, pero creo que he crecido algo como actor, y seguramente como persona.
A los 53, ?sigue creciendo?
Digamos que, a los 53, se sigue aprendiendo, pero ya le has dado la vuelta al jam¨®n.
?Y c¨®mo le sabe esa segunda parte?
M¨¢s sabrosa que la primera. Sigo teniendo miedos e inseguridades, que fue por lo que me met¨ª en esto de la interpretaci¨®n, pero tengo m¨¢s conocimiento, m¨¢s experiencia, estoy m¨¢s armado. Para m¨ª, la actuaci¨®n es una terapia que no acaba nunca. Lo disfruto todo m¨¢s, soy m¨¢s consciente, no me tomo tan en serio. Todo eso son mantras que me digo a m¨ª mismo, a pesar de que ahora est¨¦ midiendo mis palabras.
?No le gustan las entrevistas?
Me dan pudor. Llevo 30 a?os en esto y todav¨ªa me pongo nervioso delante de un micr¨®fono.
Siempre se pregunta a las madres, pero ?c¨®mo es para usted la paternidad?
Es un examen diario. Mi hijo tiene cosas de m¨ª, de hecho estoy viendo cosas de m¨ª que no me gustan tanto en ¨¦l. Tengo la sensaci¨®n de que el ejemplo que he querido ser para ellos se me ha venido abajo muchas veces. Haces cosas que no tienen que ver con eso. Te ponen a prueba, te cuestionan, es un examen diario y no siempre apruebas.
?La familia puede ser el cielo o el infierno?
Bueno, no elegimos d¨®nde nacemos. De adulto, tus compa?eros de viaje son quienes t¨² eliges, pero a veces uno tiene que llevarse bien con gente que no ha elegido. El amor de los padres, mal ejercido, puede ser una losa muy grande. Y, entre las parejas, creo que es muy dif¨ªcil juzgar una relaci¨®n ajena y de tantos a?os. Yo, por ejemplo, llevo muchos a?os con mi pareja, y trabajamos la relaci¨®n. No se trata de aguantar nada, sino de conocerse profundamente y llegar a acuerdos continuamente. Si quieres un compa?ero o compa?era de vida, el amor solo no basta. Tiene que haber mucho m¨¢s que amor en una relaci¨®n larga para que se sostenga.
No s¨¦ c¨®mo le va personalmente en esta etapa, pero profesionalmente, le va de miedo.
Estoy contento. Pero, hace nueve a?os, no las ten¨ªas todas conmigo: pens¨¦ que iba a dejar esta profesi¨®n. No me llamaban para cosas interesantes, empec¨¦ a hacer cualquier cosa y empez¨® a no gustarme esta profesi¨®n, perd¨ª la ilusi¨®n, me sent¨ªa muerto como actor, hab¨ªa perdido el pulso. Hasta que conoc¨ª a alguien, Ana Bel¨¦n Burgos, mi nueva representante, y me dijo: si me dejas, voy a hacer que tengas ganas de volver a trabajar.
?Y lo logr¨®?
Me doy una hostia. Ella fue mi Jerry Maguire particular. Encontr¨¦ a una persona que confi¨® en m¨ª y me hizo empezar desde otro sitio, en ingl¨¦s, y eso me supuso un aliciente, ganas de superar ese abismo que sent¨ªa. Me dio una lecci¨®n de humildad. Recuper¨¦ el pulso. Y aqu¨ª estoy.
Naci¨® en Francia, nieto de exiliados republicanos, e hijo de emigrante gallega, y se crio en Madrid. ?De d¨®nde se siente?
A veces, cuando me preguntan, tengo que pensarlo. Puedo decir que soy de Madrid, pero me reconozco mucho en la idiosincrasia gallega. Debe de ser mi gen dominante. Hay un gallego en la Luna, dicen. A los gallegos se nos da bien la melancol¨ªa, la tormenta, la lluvia, la bruma, la niebla, y tambi¨¦n el humor. Re¨ªrme de m¨ª mismo me ha salvado de m¨ª muchas veces.
Tiene hijos peque?os y a su madre en una residencia de mayores. ?C¨®mo se vive en medio del s¨¢ndwich?
No s¨¦ c¨®mo lo har¨¦ como padre, con la rebanada de abajo. Pero lo que s¨ª s¨¦ es que con la rebanada de arriba tuve muy buenos cimientos. Mis padres me tuvieron muy j¨®venes. Mi madre sigue siendo mi confidente, aunque ahora no me conteste, y siento que le debo todo. Me parece terrible algunas situaciones con los mayores en las residencias. La pandemia fue terrible. Una mujer vestida de astronauta te pon¨ªa delante a tu madre que, como no registra nada, gritaba como en un frenop¨¢tico. No me entra en la cabeza que la gesti¨®n de las residencias no sea p¨²blica.
Hablaba antes de sus miedos. ?Teme a la vejez?
No, no. F¨ªjate, mis miedos tienen que ver con c¨®mo no descuidar a mis hijos, a mi madre, a la gente que tengo a mi cargo, con c¨®mo aceptar que no puedo ser un tipo perfecto, impoluto, supereficiente, infalible. El miedo que puedo tener es a cagarla. A no estar. Por no seguir cuidando a los que tienes que cuidar. Por otro lado, dices, nadie es imprescindible y todos somos falibles. No s¨¦, en esta segunda parte del jam¨®n estoy intentando quitarle la grasa, no perder tanto tiempo, quitarle peso a la vida. Estoy en ello.
EL GEN GALLEGO
A pesar de haber nacido en Francia, Tristán Ulloa (Orléans, 53 años), hijo de exiliados por parte de padre y de emigrantes por parte de madre, se reconoce en sus ancestros gallegos. Debe de ser su "gen dominante", bromea, porque la melancolía asociada a la "idiosincrasia" galáica le acompaña desde niño. Para domeñarla y aprender a vivir con ella, empezó en el mundo de la interpretación. Su papel en Lucía y el sexo, de Julio Médem, junto a Paz Vega, en 2001 supuso su salto a la popularidad masiva, antes de aventurarse también como director. Ahora estrena, junto a Candela Peña, 'El caso Asunta', donde ambos interpretan a Alfonso Basterra y Rosario Porto, los padres de la niña asesinada en 2013, y por cuyo asesinato fueron condenados a 18 años de cárcel cada uno. Porto se suicidó en prisión en 2020. Basterra sigue cumpliendo su condena.
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