De Guant¨¢namo a Delaney Hall: la Administraci¨®n Trump aumenta la capacidad de los centros de detenci¨®n para acelerar la deportaci¨®n
La reapertura de algunas de las mayores instalaciones y la adecuaci¨®n de bases militares para retener migrantes busca sortear el obst¨¢culo operativo de la gran promesa republicana


El golpe de efecto fue Guant¨¢namo, pero en el tablero de la pol¨ªtica migratoria de Estados Unidos se mueven otras fichas para sortear el obst¨¢culo operativo que supone el internamiento de decenas de miles de personas necesario para llevar a cabo la mayor deportaci¨®n de la historia, la gran promesa de campa?a de Donald Trump. Su Administraci¨®n ha anunciado en la ¨²ltima semana la reapertura de algunos de los centros de detenci¨®n de migrantes m¨¢s grandes del pa¨ªs, de Texas a Nueva Jersey, mientras que tambi¨¦n se han reportado planes de adecuar y expandir varias bases militares en lugares estrat¨¦gicos del pa¨ªs para albergar personas en espera de expulsi¨®n. Cuando Trump todav¨ªa no supera el promedio de deportaciones mensuales de su antecesor, Joe Biden, la expansi¨®n de la cantidad de camas disponibles para el Servicio de Inmigraci¨®n y Control de Aduanas (m¨¢s conocido como ICE, por sus siglas en ingl¨¦s) presagia una nueva etapa en el plan de deportaci¨®n masiva.
Tan solo dos semanas despu¨¦s de asumir como presidente por segunda vez, Trump y su equipo en materia migratoria ¡ªliderado por el zar de la frontera, Tom Homan, y el asesor senior de la Casa Blanca Stephen Miller¡ª se estrellaron de frente con una realidad que supon¨ªa un freno de facto a sus planes de empezar a consumar la promesa de expulsar a millones de migrantes indocumentados: ICE sencillamente no tiene suficiente espacio para mantener a tantas personas en proceso de deportaci¨®n. Para los primeros d¨ªas de febrero ya estaban dejando en libertad a cientos de personas porque los centros de detenci¨®n de las autoridades migratorias, descritos como inhumanos por organizaciones defensoras de los migrantes, estaban al 109% de capacidad; hab¨ªa cerca de 42.000 detenidos para las supuestas 38.500 camas disponibles.
Tambi¨¦n hubo problemas al arranque en las muy publicitadas redadas migratorias, y el enfrentamiento con las jurisdicciones santuario parece que se alargar¨¢ y seguir¨¢ siendo un obst¨¢culo para poder arrestar a migrantes en las cantidades que pretenden. Asimismo, las negociaciones con los pa¨ªses de origen para recibir a sus ciudadanos de vuelta tambi¨¦n presentan sus propias dificultades, como demostraron los episodios que enfrentaron al presidente de Colombia, Gustavo Petro, contra Trump o la dudosa ¡°soluci¨®n¡± de mandar migrantes a Panam¨¢ para que sean repatriados desde all¨ª. Sin embargo, no tener donde albergar a los detenidos durante el tiempo ¡ªsemanas, meses o hasta a?os por la acumulaci¨®n de m¨¢s de 3.5 millones de casos en las cortes migratorias¡ª que se tarda en procesar una deportaci¨®n, genera un cuello de botella que trunca los ambiciosos planes por completo.

Los ¨²ltimos movimientos buscan claramente enfrentar esto. El pasado mi¨¦rcoles, la compa?¨ªa CoreCivic, que maneja prisiones privadas en todo el pa¨ªs, comunic¨® que reabrir¨ªa un pol¨¦mico centro de detenci¨®n de familias inmigrantes en el pueblo de Dilley (Texas), a mitad de camino entre San Antonio y la ciudad fronteriza de Laredo, tras llegar a un nuevo acuerdo con ICE. De acuerdo a la empresa, albergar¨¢ hasta 2.400 personas en la instalaci¨®n, que fue cerrada el a?o pasado por la Administraci¨®n Biden tras una d¨¦cada de operaciones llena de controversias por malos tratos y separaciones familiares. La misma compa?¨ªa tambi¨¦n anunci¨® que expandir¨ªa la capacidad para inmigrantes en cuatro de sus c¨¢rceles regulares en Misisipi, Nevada, Ohio y Oklahoma para poder acomodar a 1.036 personas m¨¢s.
En la misma l¨ªnea, unos d¨ªas antes, ICE anunci¨® que reabrir¨ªa el centro de detenci¨®n migratorio m¨¢s grande de la costa este, ubicado en Newark, Nueva Jersey, esta primavera. Delaney Hall, como se llama la instalaci¨®n que es propiedad de la empresa de prisiones privadas GEO y tiene una capacidad para 1.000 camas, dej¨® de operar como centro de detenci¨®n en 2017, pero su ubicaci¨®n cercana a Manhattan y al aeropuerto internacional de Newark es considerada estrat¨¦gica. ¡°Agiliza la log¨ªstica, y ayuda a facilitar el procesamiento oportuno de los individuos bajo nuestra custodia mientras perseguimos el mandato del presidente Trump de arrestar, detener y expulsar a los extranjeros ilegales de nuestras comunidades¡±, se?al¨® el director interino de ICE, Caleb Vitello, en un comunicado.
El anunci¨® hizo saltar algunas alarmas entre los detractores de Trump en el Estado de Nueva Jersey, pues fue acompa?ado de la firma de un contrato de 15 a?os con GEO por un valor de mil millones d¨®lares. ¡°Este contrato, anunciado el mismo d¨ªa en que GEO Group dio a conocer sus beneficios del cuarto trimestre, no tiene por objeto aumentar la seguridad de los ciudadanos de Nueva Jersey ni arreglar nuestro sistema de inmigraci¨®n disfuncional. Por el contrario, demuestra que el motivo principal de esta administraci¨®n es enriquecer a sus empresas favoritas mientras malgasta el dinero de los contribuyentes¡±, dijo el senador dem¨®crata Cory Booker.

En la compa?¨ªa, por su parte, no ocultan que ven una gran oportunidad. ¡°Seguimos prepar¨¢ndonos para lo que consideramos una oportunidad sin precedentes de ayudar al Gobierno federal a cumplir sus prioridades en materia de aplicaci¨®n de las leyes de inmigraci¨®n¡±, declar¨® George C. Zoley, presidente ejecutivo de GEO.
Pero la gran apuesta de la Administraci¨®n Trump parece ser el uso de bases militares para detener inmigrantes en proceso de deportaci¨®n. Despu¨¦s de anunciar la utilizaci¨®n de la prisi¨®n aleda?a a la base naval de Guant¨¢namo, en Cuba, para internar a hasta 30.000 migrantes, las autoridades enviaron a un pu?ado de detenidos a la isla a principios de febrero. Pero los obst¨¢culos legales y operativos parecen haber pinchado temporalmente ese plan. Para finales de febrero ICE report¨® que hab¨ªa vaciado de migrantes la instalaci¨®n y este mismo viernes una delegaci¨®n oficial del Congreso estaba estipulada para visitar la base y corroborar que las condiciones eran aceptables para el internamiento de migrantes. Por ahora, no est¨¢ claro si volver¨¢n a intentar usar la controversial c¨¢rcel caribe?a como una c¨¢rcel masiva para migrantes.
Lo que s¨ª se sabe es que otra base militar, Fort Bliss, ubicada en El Paso, est¨¢ en el centro de los planes de deportaci¨®n. De acuerdo a comunicados internos vistos por NPR, el plan es que Fort Bliss, cuya base a¨¦rea ya ha servido como puerto de salida para vuelos de deportaci¨®n, llegue a albergar hasta 10.000 inmigrantes. Por ahora, sin embargo, la idea es que reciba 1.000 detenidos durante un periodo de prueba de 60 d¨ªas, antes de convertirse oficialmente en el ¡°eje central de las operaciones de deportaci¨®n¡±.

A partir del ¨¦xito o fracaso del uso de Fort Bliss como centro de detenci¨®n, este servir¨ªa como modelo para hasta otras 10 bases militares en el resto del pa¨ªs, incluyendo la Base Conjunta McGuire-Dix-Lakehurst, en Nueva Jersey; la Estaci¨®n de Reserva A¨¦rea de las Cataratas del Ni¨¢gara, cerca de Buffalo, Nueva York; la Base A¨¦rea de Hill, en Utah; y la Base de Reserva A¨¦rea de Homestead, cerca de Miami.
No est¨¢ claro cu¨¢l podr¨ªa terminar siendo la capacidad de las bases militares, pues cabe la posibilidad de que se construyan campamentos temporales en los terrenos de las bases. Tambi¨¦n hay dudas del costo que estas medidas puedan tener y sus repercusiones en otras partes del presupuesto, pues retener migrantes es de lejos la parte m¨¢s costosa del proceso de deportaci¨®n. Sin embargo, no parece que esta Administraci¨®n, que busca recortar supuestas ineficiencias por todos lados, llegando a despedir a miles de trabajadores federales, escatime gastos. Al declarar por decreto la emergencia nacional por la situaci¨®n migratoria, Trump puede usar fondos y capacidades militares para estas operaciones y el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha dicho previamente que ¡°cualquier activo necesario¡± est¨¢ disponible.
Asimismo, hay preocupaci¨®n por los posibles malos tratos a los detenidos por casos pasados. En Fort Bliss, por ejemplo, un organismo de control interno del Departamento de Salud y Servicios Humanos descubri¨® que los ni?os y adolescentes sufr¨ªan ansiedad y ataques de p¨¢nico debido a la falta de recursos y de formaci¨®n por parte de los funcionarios. Y Guant¨¢namo se ha vuelto sin¨®nimo del horror, tras numerosos y grav¨ªsimos reportes de malos tratos hacia los detenidos.
No existe una l¨ªnea de tiempo para que la locomotora de la deportaci¨®n masiva alcance su velocidad m¨¢xima, y los obst¨¢culos en el camino son numerosos. Pero los esfuerzos por expandir la capacidad de detenci¨®n de ICE no pretenden ocultar la direcci¨®n de movimiento. Hace unas semanas, las palabras de Miller, como ya es costumbre, tampoco llevaban velo cuando aseguraba: ¡°Estamos a punto de alcanzar un ritmo y una velocidad de deportaciones nunca vistos en este pa¨ªs¡±.
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