Kasp¨¢rov y el ajedrez de Putin
El excampe¨®n del mundo, ac¨¦rrimo opositor a Putin, propugna que la OTAN le amenace de manera muy cre¨ªble
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Una inmensa mayor¨ªa, yo incluido, pensamos hace siete a?os que Gari Kasp¨¢rov exageraba cuando, en las primeras p¨¢ginas de su libro The winter is coming (Llega el invierno, 2015), se?alaba a Vlad¨ªmir Putin como la principal amenaza para la humanidad. Anoche, durante su magn¨ªfica entrevista con Ana Pastor (El Objetivo, La Sexta), el ajedrecista m¨¢s importante de la historia hasta el momento actual hizo un an¨¢lisis muy convincente de c¨®mo hemos llegado a la tragedia. Y Pastor omiti¨® una pregunta esencial.
Kasp¨¢rov preside una fundaci¨®n de derechos humanos, Human Rights Foundation, y una organizaci¨®n pol¨ªtica, Renew Democracy Initiative. Suele pedir a los periodistas que, en lugar de ¡°presidente Putin¡±, digan ¡°dictador Putin¡±. Pero esto es discutible: es un hecho que unas tres cuartas partes de los rusos apoyaban a Putin antes de la agresi¨®n a Ucrania; tambi¨¦n es verdad que en Rusia no hay libertad de prensa, pero no sabemos si Putin hubiera sido democr¨¢ticamente elegido aunque la hubiera, y la tercera reelecci¨®n del xen¨®fobo Orb¨¢n (admirador de Putin) en Hungr¨ªa el domingo alimenta esa duda. El mundo es como es, y no como nos gustar¨ªa que fuese.
Mucho m¨¢s acertado me pareci¨® el matiz de lo primero que dijo ayer Kasp¨¢rov a Pastor: ¡°Putin es un dictador, eso es as¨ª. Pero no es la dictadura tradicional del siglo XX, no es la dictadura de Hitler, de Franco, de Stalin o de Mao. Es una mezcla extra?a entre una dictadura tradicional y una mafia¡±. Por tanto, ¡°el mafioso Putin¡± s¨ª ser¨ªa correcto, dado que, por ejemplo, se qued¨® con gran parte de la fortuna de los oligarcas que hab¨ªan saqueado (lo llamaron ¡°privatizaci¨®n¡±) los despojos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica a cambio de dejarlos en paz y no meterlos en la c¨¢rcel, como hab¨ªa hecho previamente con el m¨¢s rico de todos, Mija¨ªl Jodorkovsky, hoy residente en Londres tras ocho a?os de prisi¨®n.
Los mafiosos finos, como Corleone en la primera parte de El Padrino, hacen que sus amenazados se despierten junto a la cabeza cortada y sangrante de su caballo favorito entre las s¨¢banas. Putin es mucho m¨¢s prosaico para que sus amenazas resulten cre¨ªbles. Y no solo con Jodorkovsky y los oligarcas: Bor¨ªs Ni¨¦mtsov, l¨ªder de la oposici¨®n con Alex¨¦i Navalny y Kasp¨¢rov en 2012, fue asesinado en 2015. Kasp¨¢rov salv¨® su vida porque se crey¨® la amenaza, y escap¨® a Nueva York en 2013. La creyera o no, Navalny fue despu¨¦s envenenado (como otros) y ahora est¨¢ encarcelado. En lugar de ¡°la amenaza vale m¨¢s que su ejecuci¨®n¡±, como estableci¨® el ajedrecista Aaron Nimz¨®vich hace un siglo, Putin ejecuta a alguien para que la amenaza sea cre¨ªble para otros.
Por tanto, sostiene Kasp¨¢rov, deber¨ªamos haber cre¨ªdo las amenazas que Putin ven¨ªa lanzando en sus discursos ante foros internacionales desde 2007. Pero no lo hicimos. Ni siquiera reaccionamos con la debida proporci¨®n cuando (2014) ocup¨® los territorios ucranios de cultura rusa en el Donb¨¢s y Crimea. Ahora, con la agresi¨®n total a Ucrania, Putin volvi¨® a violar el principio de Nimz¨®vich porque no se sinti¨® amenazado por la OTAN. ¡°Impunidad¡±, subray¨® ayer Kasp¨¢rov. Y a?adi¨®: ¡°Los dictadores no paran hasta que no los paran¡±.
Ese an¨¢lisis es una aplicaci¨®n de una de las virtudes que m¨¢s desarrolla el ajedrez: la autocr¨ªtica. Especialmente tras una derrota -pero tambi¨¦n en caso de victoria o empate-, el jugador debe analizar la partida minuciosamente y sacar conclusiones, sobre todo de los errores. Los ajedrecistas automatizan ese mecanismo cerebral, y lo aplican en su vida normal. Obviamente, Kasp¨¢rov tiene esa capacidad desarrollada al extremo, lo que explica frases como estas que dijo anoche: ¡°Si en la Guerra Civil espa?ola el mundo libre hubiera apoyado a la Rep¨²blica, hoy Europa ser¨ªa mejor¡±. O bien: ¡°Si hubi¨¦ramos aplicado las sanciones tras Crimea, hoy no sufrir¨ªamos esta situaci¨®n¡±. O esta otra: ¡°Tras veinte a?os de pol¨ªtica de Merkel de colaboraci¨®n con Rusia, el precio lo paga Ucrania en vidas humanas¡±.
Kasp¨¢rov considera que China s¨ª ha cre¨ªdo la amenaza, y por eso no ha ocupado Taiw¨¢n. Por el contrario, en el caso de Putin la ¨²nica soluci¨®n ahora es que Ucrania gane la guerra; no s¨®lo que resista, sino que la gane, y para ello hay que armarla todo lo posible. Y en ese punto de la conversaci¨®n es cuando Pastor omiti¨® la pregunta esencial: ?por qu¨¦ cree Kasp¨¢rov que Putin no pulsar¨¢ el bot¨®n nuclear si se siente perdido por las v¨ªas convencionales? El entrevistado se lo puso despu¨¦s en bandeja cuando insinu¨® que Putin se suicidar¨ªa antes de ser juzgado por un tribunal internacional. En consecuencia, tendr¨ªa cierta l¨®gica que se suicidase pulsando el bot¨®n nuclear.
Mientras escribo estas l¨ªneas, Kasp¨¢rov duerme en Nueva York, y no s¨¦ si responder¨¢ al correo que le he enviado hace unas horas. Pero, gui¨¢ndome por algunos tuits suyos recientes, creo que puedo deducir qu¨¦ le hubiera respondido a Pastor. Putin dar¨¢ la orden, pero ser¨¢n otros quienes pulsen el bot¨®n. Son ellos -por ejemplo, los generales de mayor rango del ej¨¦rcito ruso- quienes deben estar absolutamente convencidos de que pulsar ese bot¨®n supondr¨¢ su muerte inmediata y la de todos sus seres queridos. La OTAN y la Uni¨®n Europea deber¨ªan lanzar ese mensaje de manera peri¨®dica e inequ¨ªvoca, de tal modo que solo un deseo de suicidio colectivo de mucha gente pudiera hacer posible el desastre nuclear.
Justo cuando se va a publicar este art¨ªculo, Kasp¨¢rov me contesta: ¡°S¨ª, sus deducciones son correctas. Como he dicho muchas veces, una respuesta fuerte de la OTAN reducir¨ªa el riesgo del uso de armas de destrucci¨®n masiva. Y, por el contrario, lo que se llama ¡®prudencia¡¯ ser¨¢ interpretado por sus secuaces como un signo de debilidad y solo aumentar¨¢ el riesgo de una escalada¡±.
Nimz¨®vich ten¨ªa raz¨®n: la amenaza es m¨¢s fuerte que su ejecuci¨®n. Pero debe ser cre¨ªble sin duda alguna.
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