Jugar al ajedrez con 100 a?os: ¡°Hay que ejercitar el cerebro como el resto del cuerpo¡±
El centenario Manuel ?lvarez sigue siendo un jugador activo en los Campeonatos de Espa?a y de Madrid de veteranos
Los ocho astros del ajedrez que disputan en el Palacio de Santo?a de Madrid el Torneo de Candidatos quedaron muy impresionados este mi¨¦rcoles, cuando Manuel ?lvarez Escudero, de 100 a?os, hizo el saque de honor. F¨ªsico e ingeniero de formaci¨®n, considera el ajedrez como un gimnasio mental, que le permite mantener una salud cognitiva asombrosa. Particip¨® en el ¨²ltimo Campeonato de Espa?a de Veteranos en Altea (Alicante). Y despu¨¦s gan¨®, hace dos meses, su ¨²ltima partida oficial hasta ahora, en el Veteranos de Madrid.
Pregunta. ?C¨®mo se ve la vida a los cien a?os?
Respuesta. Pues en cierto modo igual que a los 20, pero con algunas dificultades. Estoy bien de la vista, pero no del o¨ªdo, camino peor y pienso peor. Pero le sigo dando importancia a todo, especialmente al bienestar de mis hijos y de quienes me rodean.
P. Piensa peor, pero sigue jugando al ajedrez, y con mucha pasi¨®n, tras haberlo practicado durante 75 a?os. ?Qu¨¦ le aporta para seguir ocupando buena parte de su vida?
R. Adem¨¢s de muchos amigos por todas partes, que es algo valios¨ªsimo porque te pueden ser muy ¨²tiles en cualquier circunstancia, el ajedrez te ense?a a pensar correctamente, a razonar, es un estupendo gimnasio para la mente. Por ejemplo, tengo un amigo con mucha experiencia como maestro de escuela y ha visto que los alumnos con grandes dificultades en matem¨¢ticas las superaban tras convertirse en ajedrecistas. Por otro lado, creo que el ajedrez tambi¨¦n me ha ense?ado a comprender que, a veces, las cosas que parecen sencillas son muy complejas; y lo contrario, tambi¨¦n te ense?a a ver con claridad las situaciones complicadas.
P. ?Atribuye su excelente salud mental a la pr¨¢ctica constante del ajedrez?
R. S¨ª. Quiz¨¢ haya tambi¨¦n algo gen¨¦tico, pero no hay duda de que el ajedrez tiene mucho que ver. Es cuesti¨®n de ejercitar el cerebro como hacemos con el resto del cuerpo. Por ejemplo, antes de la pandemia yo pod¨ªa correr para no perder un autob¨²s, pero ahora ya no porque durante la pandemia anduve poco. Y por eso ahora procuro apoyarme en alguien para caminar.
P. ?Jug¨® al ajedrez durante la pandemia?
R. Tampoco, pero s¨ª dediqu¨¦ bastante tiempo a ver programas de televisi¨®n que me obligaban a pensar, como documentales o concursos de juegos mentales. Y supongo que eso me ha ayudado a mantener mi salud mental. Recuerdo que durante mi ¨¦poca de pluriempleado estuve 20 a?os sin ajedrez, pero luego lo recuper¨¦ con rapidez. Espero ser capaz de hacer lo mismo ahora, voy notando que cada d¨ªa juego un poco mejor, aunque todav¨ªa me falta para llegar al nivel de hace dos a?os.
P. Entre sus innumerables recuerdos, supongo que haber conocido al campe¨®n del mundo Alexander Alekhine (1892-1946) ser¨¢ algo especial.
R. S¨ª, claro. Era un hombre realmente incre¨ªble porque, a pesar de que en esa ¨¦poca, a?os cuarenta, ya beb¨ªa mucho, era capaz de jugar exhibiciones de partidas simult¨¢neas a ciegas. Y segu¨ªa viviendo el ajedrez con tremenda pasi¨®n. Le conoc¨ª en 1946, en un torneo clasificatorio para el Campeonato de Espa?a, cuando ¨¦l era el entrenador del ni?o prodigio Arturo Pomar (1931-2016). Alekhine sufr¨ªa mucho porque Pomar no ve¨ªa una idea ganadora en una partida decisiva y, cuando por fin la vio, Alekhine dio un salto de alegr¨ªa. Pocos meses despu¨¦s, Pomar fue campe¨®n de Espa?a absoluto con solo 14 a?os.
P. ?C¨®mo ve el mundo actual?
R. Creo que en los ¨²ltimos 25 a?os ha cambiado tanto o m¨¢s que en cualquier otro periodo de la historia. Lo ha hecho en progresi¨®n geom¨¦trica. Yo recuerdo los ordenadores que utilic¨¦ cuando trabajaba en el departamento de inform¨¢tica de la Seguridad Social. Los comparo con los de ahora y parecen dos mundos distintos. El contenido de aquellos tremendos mamotretos cabe hoy en un tel¨¦fono m¨®vil.
P. ?Y esa progresi¨®n mete¨®rica es buena o mala?
R. Es buena si se emplea bien, dedic¨¢ndola a mejorar la vida de la gente. Pero si se usa para la guerra o para fastidiar la vida del pr¨®jimo, mejor ser¨ªa que no existiera.
P. Adem¨¢s del ajedrez, ?a qu¨¦ dedica su tiempo?
R. Sigo siendo ma?oso, supongo que por mi pasado como ingeniero. Hace poco cre¨¦ una m¨¢quina de hacer rosquillas.
P. Un poco antes de nacer usted, otro ingeniero espa?ol, Leonardo Torres Quevedo (1852-1936) ya se hab¨ªa convertido en uno de los inventores m¨¢s brillantes del mundo. Sin embargo, en Espa?a no lo conoce casi nadie.
R. Efectivamente. Torres Quevedo invent¨®, entre otras cosas, el mando a distancia, la tecnolog¨ªa de los globos Zeppelin y una m¨¢quina que jugaba al ajedrez, dando perfectamente el jaque mate de torre y rey contra rey solo. Es un ejemplo claro de lo mal que tratamos a la ciencia en Espa?a, donde se paga mucho mejor a un futbolista que a buen cirujano. Si hubiera sido alem¨¢n, por ejemplo, ser¨ªa una gloria nacional. Recuerdo que en Alemania reun¨ªan a 500 ingenieros y los alentaban a crear ideas porque seguro que al menos una ser¨ªa buena. Por eso ellos prosperaron tanto y nosotros no.
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