Kosteniuk lidera el Gran Premio de M¨²nich tras un error garrafal de Paethz

Los cerebros de los ajedrecistas atraen a los neur¨®logos como la miel a las moscas porque el deporte mental exige un alto rendimiento que se puede medir, dado que las reglas son muy claras. Sin embargo, ni siquiera las m¨¢quinas m¨¢s sofisticadas podr¨¢n explicar el tremendo error cometido hoy por la alemana Elizabeth Paethz. Su rival, la todav¨ªa rusa (pronto ser¨¢ suiza) Alexandra Kosteniuk es la ¨²nica l¨ªder tras la 2? ronda del Gran Premio FIDE Femenino que doce jugadoras de ¨¦lite disputan en M¨²nich (Alemania).

¡°Est¨¢ claro que Elizabeth ha sufrido lo que se conoce como punto ciego, porque no hay otra explicaci¨®n racional. A veces nos pasan estas cosas¡±, explic¨® Kosteniuk despu¨¦s al jefe de prensa, el espa?ol Michael Rahal. Fue uno de los m¨¢s eminentes entrenadores sovi¨¦ticos, Alex¨¢nder K¨®tov, autor de libros todav¨ªa de culto (Piense como un gran maestro, Juegue como un gran maestro, Entrene como un gran maestro), quien universaliz¨® el concepto del ¡°punto ciego¡±: de pronto, un jugador de muy alto nivel comete un error t¨¢ctico propio de un principiante porque olvida un detalle elemental. En el caso de Paethz, que la dama de su rival imped¨ªa un mate en e8 con su torre. Casi todos los ajedrecistas, incluso los de primera fila mundial, cometen alguna vez ese tipo de pifia.

Hubo otro error tremendo en la misma ronda, pero este tiene una explicaci¨®n mucho m¨¢s frecuente: apuros de tiempo. Ocurri¨® en la dura pelea entre dos estrellas asi¨¢ticas y mundiales, la india Humpy Koneru y la kazaja Zhansaya Abdumalik, que se lanzaron tremendas miradas intimidantes, incluso en los minutos previos al primer movimiento, nada m¨¢s estrechar sus manos como saludo inicial. Es probable que Koneru, de 35 a?os, 3? del mundo, vea en Abdumalik (23, 15?) la estrella emergente que ella fue en su juventud, y quisiera conminarla como hicieron entonces con ella. Pero Abdumalik, quien tambi¨¦n es concejal del Ayuntamiento de Almaty (antes Alma Ata), no es f¨¢cil de intimidar.

En todo caso, Koneru logr¨® una posici¨®n muy ventajosa tras la apertura. Omiti¨® un remate tan espectacular como dif¨ªcil de calcular para un ser humano, pero continu¨® disfrutando de una c¨®moda ventaja posicional. Sin embargo, bajo la presi¨®n del reloj, se le olvid¨® que si su torre se iba al ataque en lugar de presionar desde lejos quedar¨ªa encerrada, y eso es lo que ocurri¨®.

Mas a¨²n no estaba todo dicho. La pelea continu¨®, y Koneru exhibi¨® una tenacidad impresionante hasta que logr¨® una posici¨®n defensiva de fortaleza muy dif¨ªcil de romper, aunque seg¨²n las m¨¢quinas todav¨ªa era perdedora. Pero Abdumalik no es un chip, no pudo encontrar la ruptura precisa y el empate se firm¨® tras casi cinco horas y media de combate.

Segunda ronda: Koneru ¨C Abdumalik, tablas; Dzagnidze ¨C M. Muzychuk, tablas; Zhu ¨C Harika, tablas; Kashl¨ªnskaya ¨C Tan, tablas; Paehtz ¨C Kosteniuk, 0-1; Wagner ¨C A. Muzychuk, 0-1.

Clasificaci¨®n: 1? Kosteniuk 2 puntos; 2?-4? Tan, Dzagnidze y A. Muzychuk 1,5; 5?-8? Paethz, Harika, Koneru y M. Muzychuk 1; 9?-11? Kashl¨ªnskaya, Zhu y Abdumalik 0,5; 12? Wagner 0.

Tercera ronda (s¨¢bado, 15.00): Tan ¨C Paethz; Kosteniuk ¨C Wagner; Harika ¨C Kashl¨ªnskaya; Abdumalik ¨C Zhu; M. Muzychuk ¨C Koneru; A. Muzychuk ¨C Dzagnidze.

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