El 60% de los colombianos cree que los j¨®venes vivir¨¢n peor que sus padres

Ahora que ya se ve la salida de la pandemia, es hora de medir las consecuencias de dos a?os inciertos y complejos que marcar¨¢n para siempre a quienes han convivido con el virus. Las mascarillas, la distancia social, la muerte. Los colombianos sufrieron como pocos en la regi¨®n las cuarentenas y los encierros. Quiz¨¢s por eso la salud f¨ªsica y mental es lo m¨¢s importante en su vida para el 98% de los ciudadanos, seguido de la familia y las personas que quieres (97%), por encima del dinero, el trabajo o la religi¨®n, seg¨²n una encuesta de 40dB para EL PA?S Am¨¦rica. La pandemia deja, adem¨¢s, un profundo pesimismo en el terreno econ¨®mico. Los colombianos perciben hoy una sociedad m¨¢s desigual y un futuro m¨¢s negro: el 60% de cree que los j¨®venes tendr¨¢n una situaci¨®n econ¨®mica peor que la de sus padres.

La percepci¨®n econ¨®mica pesa considerablemente en las decisiones de los votantes y los colombianos, que el pr¨®ximo 29 de mayo celebran la primera vuelta de las presidenciales, consideran que su situaci¨®n es mala. Dos tercios de los consultados (69,3%) cree que la pandemia ha aumentado considerablemente la desigualdad del pa¨ªs; el 62% consideran que la Covid-19 ha afectado negativamente a la econom¨ªa de su hogar y casi la mitad (48,6%) califican la situaci¨®n econ¨®mica de Colombia como de mala o muy mala.

Este descontento puede estar detr¨¢s del apoyo mayoritario entre los j¨®venes a Gustavo Petro, el candidato de izquierdas y favorito en las encuestas. La campa?a durante estas elecciones ha demostrado tener un claro abismo generacional. Buena parte del motor del l¨ªder del Pacto Hist¨®rico, el candidato que promete medidas econ¨®micas m¨¢s profundas contra la pobreza y la desigualdad, son j¨®venes. De acuerdo a una encuesta del Centro Nacional de Consultor¨ªa a finales de abril, el 52% de los colombianos de 18 a 25 a?os apoyan al candidato de izquierda, y tambi¨¦n el 41% de los de 26 a 40. Los datos reafirman en parte esa visi¨®n pesimista del panorama econ¨®mico y social. La pobreza en 2021 alcanz¨® al 39% de los 51 millones de colombianos, frente al 35% prepandemia. En el terreno laboral la situaci¨®n tambi¨¦n es precaria. Seis de cada 10 trabajadores se emplean en el sector informal y el desempleo est¨¢ en el 12% (comparado con el 10% del 2019).

La percepci¨®n de la desigualdad es tambi¨¦n interseccional: de clase, de g¨¦nero, de raza, de nacionalidad. El 86% de los colombianos reconoce la desigualdad entre quienes viven en las ciudades y quienes viven en zonas rurales, estas ¨²ltimas golpeadas no solo por la pandemia sino por el conflicto armado. Es un debate que muchas veces atraviesa la campa?a electoral. En un pa¨ªs profundamente centralista, los territorios han sido los eternos olvidados y son varios los candidatos, de derecha a izquierda, que agitan la bandera de las regiones para prometer un cambio.

El 82% de los encuestados tambi¨¦n reconoce las desigualdades entre colombianos y los migrantes, a pesar de los esfuerzos del presidente Iv¨¢n Duque de regularizar la situaci¨®n de casi dos millones de inmigrantes venezolanos con permisos de trabajo y acceso a la salud. El racismo es reconocido por un 76% de los colombianos y el 70% admite desigualdad entre hombres y mujeres. Pero por encima de todo, el 96% de los ciudadanos reconoce una desigualdad de clase, la profunda brecha entre ricos y pobres.

Ese pesimismo es, parad¨®jicamente, la cara inversa al optimismo que tienen quienes analizan las cifras macro de Colombia. En enero de este a?o el FMI dijo que Colombia tuvo un ¡°sorprendente¡± crecimiento en 2021, por encima del 10%, y miraba con optimismo el crecimiento de este a?o. En la ¨²ltima encuesta con empresarios de la ANDI (Asociaci¨®n Nacional de Empresarios de Colombia), el 80,6% de estos consideran que la situaci¨®n econ¨®mica es favorable. ¡°No hay empresa que hoy no diga que las cosas est¨¢n bien¡±, dijo a El PA?S el profesor de Econom¨ªa de la Universidad Javeriana Jorge Restrepo. Pero entre la percepci¨®n de los empresarios y la de la mayor¨ªa de los colombianos hay un enorme abismo.

Los colombianos reconocen abrumadoramente las desigualdades de clase, raza o g¨¦nero, y si se les pregunta si considerar¨ªan un problema que sus propios hijos se casaran con alguien del mismo sexo, o de una clase o raza distinta, las respuestas son m¨¢s o menos acordes. M¨¢s del 50% de los encuestados no considerar¨ªan un problema grave que estos se casaran con alguien m¨¢s pobre, m¨¢s rico, migrante o del mismo sexo. El 60% no tienen problemas con el matrimonio entre dos hombres o dos mujeres, legal en Colombia desde el 2016. Pero, los colombianos s¨ª est¨¢n divididos frente a un posible matrimonio de sus hijos con un antiguo militante de un grupo armado. El 43% de los encuestados lo consideran un problema frente a un 48% que no.

Colombia tiene una larga historia de hombres y mujeres que dejaron las armas. El resultado de esta respuesta es un reflejo m¨¢s de lo polarizada que est¨¢ la sociedad frente al proceso de paz. En 2016, el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018) logr¨® un acuerdo de paz con la antigua guerrilla de las FARC en el que se desmovilizaron unas 13.000 personas. En el Gobierno del expresidente ?lvaro Uribe (2002-2010) se desmovilizaron unos 30.000 paramilitares en un proceso llamado Justicia y Paz. Y miles m¨¢s se desmovilizaron individualmente durante las dos presidencias. La encuesta parece indicar que buena parte de los colombianos a¨²n no est¨¢n dispuestos a recibir a estos excombatientes en sus familias.

Cat¨®licos pero liberales

Colombia se mantiene como un pa¨ªs mayoritariamente cat¨®lico. El 56% de los encuestados se identifican con esa religi¨®n y un 11,5% como protestantes. Pero estas creencias no han frenado el respaldo a posiciones m¨¢s liberales frente a temas como el aborto o la eutanasia. De acuerdo a la encuesta, el 60,9% de los ciudadanos considera que s¨ª debe permitirse que los m¨¦dicos ayuden a morir a una persona con una enfermedad incurable que as¨ª lo desee.

La eutanasia est¨¢ despenalizada en Colombia desde 1997 por un fallo de la Corte Constitucional y en 2015 fue reglamentada. Desde entonces y hasta enero del 2022, unas 157 personas hab¨ªan optado por esta opci¨®n para morir dignamente. Recientemente el debate escal¨® al preguntarse si los m¨¦dicos pueden ayudar a morir a una persona que tenga una enfermedad sin ser un paciente terminal. La Iglesia de opuso de forma tajante al caso de Martha Sep¨²lveda, una mujer de 51 a?os que no estaba a punto de morir pero que padec¨ªa esclerosis lateral amiotr¨®fica. El procedimiento, despu¨¦s varios laberintos jur¨ªdicos, se realiz¨®. De acuerdo a la encuesta, parece que la mayor¨ªa de los colombianos estar¨ªan a favor de Sep¨²lveda.

El aborto es otro de los temas en los que la Iglesia ha estado activamente haciendo campa?a en contra, y los colombianos siguen divididos en tres bloques. Un 31,5% apoya que una mujer pueda decidir libremente interrumpir un embarazo, sin supuestos que condicionen su decisi¨®n. Esto va acorde a lo que decidi¨® la Corte Constitucional en febrero cuando despenaliz¨® el aborto en todos los casos hasta la semana 24.

El aborto estaba despenalizado en Colombia desde el 2006 en solo tres causales: violaci¨®n, malformaci¨®n del feto incompatible con la vida, o riesgo para la salud f¨ªsica o mental de la mujer. Un 52,7% de los encuestados dice estar a favor del aborto ¡°bajo algunos supuestos¡±. Es decir, un poco m¨¢s de la mitad de los colombianos a¨²n no considera que esta debe ser una decisi¨®n completamente libre de las mujeres. Los que se oponen en cualquier caso, sin embargo, est¨¢n en minor¨ªa: solo un 15,8% dice estar radicalmente en contra del aborto.

El feminismo arroja resultados tambi¨¦n ambiguos. M¨¢s del 73,1% de los colombianos dicen no tener posiciones ultra-conservadoras frente a las mujeres: les parece bien que ellas salgan sin su pareja, que sean las que m¨¢s dinero aportan al hogar, que trabajen tiempo completo teniendo hijos menores. Est¨¢n abiertamente a favor de la igualdad de g¨¦nero, al menos en lo laboral, pero si se les pregunta si se identifican como feministas, solo un 31,1% responde afirmativamente. Un 29,7 dice no identificarse como tal y un 30,7% ni una cosa ni la otra. Si el feminismo es la lucha por la igualdad de las mujeres, la mayor¨ªa de los colombianos a¨²n no interpreta este t¨¦rmino con el fin de la desigualdad.

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