El apoyo a Fico Guti¨¦rrez agrieta el liderazgo de C¨¦sar Gaviria en el Partido Liberal

La enorme polarizaci¨®n que marca la campa?a electoral colombiana amenaza con resquebrajarlo todo. Incluso el Partido Liberal, que no tiene candidato para las presidenciales, sufre el terremoto que genera la dicotom¨ªa que divide al pa¨ªs entre Gustavo Petro y Fico Guti¨¦rrez. La decisi¨®n de C¨¦sar Gaviria, presidente de la formaci¨®n, de entregar su apoyo y el de los liberales al candidato de la derecha sent¨® como una pu?alada a varios sectores del partido. La tensi¨®n ha ido en aumento y, con las urnas a poco m¨¢s de una semana, un grupo minoritario de liberales que apoyan al l¨ªder de izquierdas han elevado el tono contra Gaviria: ¡°Si el pueblo colombiano elige a Gustavo Petro como su presidente tenga la grandeza de devolverle las llaves del partido al pueblo, porque usted ya no es nuestro l¨ªder y no nos representa¡±.

C¨¦sar Gaviria enfrenta una rebeli¨®n entre buena parte de sus filas. El otro expresidente vivo del Partido Liberal que se mantiene activo en pol¨ªtica, Ernesto Samper, sucesor del propio Gaviria entre 1994 y 1998, tambi¨¦n lo ha desafiado abiertamente. Le ha pedido al mandatario que si Guti¨¦rrez pierde las elecciones, y Petro las gana con el apoyo de lo que ¨¦l considera las bases liberales, abandone la jefatura del partido y ¡°se los devuelva para que lo reconstruyan¡±. En la visi¨®n de Samper, la reuni¨®n esta semana de los liberales progresistas (aunque a¨²n minoritaria) con el Pacto Hist¨®rico es una fecha emblem¨¢tica que marca el comienzo del ¡°deslinde entre el ala derechista y neoliberal del Partido Liberal y la tendencia socialista y solidaria que quiere la paz y la integraci¨®n regional¡±.

El pulso de expresidentes que ha lanzado Samper ha tenido ecos. El senador liberal Luis Fernando Velasco, uno de los primeros disidentes que opt¨® por sumarse al Pacto Hist¨®rico, la variopinta coalici¨®n de izquierdas, antes incluso de que el partido fijara su posici¨®n, fue uno de los m¨¢s cr¨ªticos contra C¨¦sar Gaviria en el encuentro. ¡°Si gana el candidato de los conservadores y del Centro Democr¨¢tico, nosotros entenderemos que su liderazgo volvi¨® al partido uno reaccionario y de derecha y consecuentes, buscaremos otros espacios¡±, le lanz¨®. ¡°Pero si el pueblo colombiano elige a Gustavo Petro como su presidente, tenga la grandeza de devolverle la llave del partido al pueblo¡±, a?adi¨®.

El apoyo de Gaviria a Fico lleg¨® en un momento inesperado. El l¨ªder liberal, que decidi¨® no jugar de la baza de presentar un candidato a las presidenciales, se dej¨® querer durante unos meses por los dos candidatos con m¨¢s opciones de ocupar la Casa de Nari?o. Todo hac¨ªa suponer que no se decantar¨ªa hasta una eventual segunda vuelta, lo que elevaba el precio de un apoyo que es buscado por todos. El Partido Liberal forma con el Conservador el n¨²cleo duro de la pol¨ªtica tradicional colombiana. Aunque en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas han perdido fuerza por la formaci¨®n de nuevas siglas, el lanzamiento de candidaturas independientes y el aumento de las coaliciones, ambos partidos son la base pol¨ªtica de todos los dem¨¢s.

Tanto Petro como Fico buscaron el apoyo de los liberales. La decisi¨®n de Gaviria cay¨® como un misil en la campa?a del Pacto Hist¨®rico y empoder¨® la del exalcalde de Medell¨ªn, que encontr¨® un camino seguro que transitar hacia el ansiado centroderecha, del que lo separa el apoyo cerrado que le dio el uribismo. Hace cuatro a?os, el apoyo del Partido Liberal en la segunda vuelta fue al actual presidente Iv¨¢n Duque, el candidato del Centro Democr¨¢tico de ?lvaro Uribe.

Las voces contra esa decisi¨®n del expresidente surgieron dentro del partido desde el primer momento. El congresista liberal Juan Carlos Losada, que antes de celebrarse las primarias ofreci¨® su respaldo al precandidato del centro Alejandro Gaviria, anunci¨® por redes sociales que no seguir¨ªa la decisi¨®n del partido. ¡°Tropezar dos veces con la misma piedra es inaceptable. (...) La candidatura de Guti¨¦rrez representa un modelo de sociedad que pretende dejar inc¨®lumes las razones de fondo que desataron el estallido social; tambi¨¦n significa un modelo pol¨ªtico de representaci¨®n que debe hacer parte del pasado y que la ciudadan¨ªa ya ha sabido rechazar, con toda contundencia, en las calles y en las urnas¡±.

Gaviria hizo o¨ªdos sordos a las cr¨ªticas. Despu¨¦s de oficializar el respaldo a Guti¨¦rrez, incluso sali¨® el fin de semana a acompa?arlo en eventos de plaza p¨²blica para agitar el tradicional trapo rojo. Y lo hizo precisamente en el Eje Cafetero, donde el expresidente juega de local, pues es oriundo de Pereira, unas de las tres capitales de la zona junto a Manizales y Armenia. Es adem¨¢s uno de los lugares donde Guti¨¦rrez cuenta con mayor acogida. En las encuestas, el candidato de la derecha ha aparecido como el mejor posicionado en el bloque de Antioquia y el Eje Cafetero, la ¨²nica regi¨®n en la que encabeza los sondeos.

El resultado electoral marcar¨¢ tambi¨¦n el futuro del Partido Liberal. Habr¨¢ que ver si la polarizaci¨®n que ahora tensa las costuras de la formaci¨®n acaba por resquebrajar el todopoderoso liderazgo de Gaviria o la crisis es producto de la tensi¨®n del momento. Gaviria tambi¨¦n va a las urnas, aunque su nombre no est¨¦ en ning¨²n sitio.

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