Las presiones a trabajadores para no votar por Petro caldean la campa?a en Colombia
La Misi¨®n de Observaci¨®n Electoral y pol¨ªticos de diferentes partidos rechazan el comportamiento ¡°delictivo¡± de algunos empresarios y piden a la Fiscal¨ªa que se investigue
El ambiente pol¨ªtico est¨¢ caldeado en Colombia. A menos de dos semanas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, arrec¨ªan los ataques y denuncias en una campa?a que se inclina a la polarizaci¨®n, principalmente entre los campos de los dos candidatos que encabezan las encuestas, Gustavo Petro y Federico Guti¨¦rrez. En ese contexto enrarecido, han emergido casos de empresarios que han ejercido presiones indebidas sobre sus trabajadores para que se abstengan de votar por el aspirante de izquierdas, un comportamiento que la Misi¨®n de Observaci¨®n Electoral ha calificado como ¡°delictivo¡±.
El ejemplo m¨¢s notorio ha sido el de Sergio Ara¨²jo Castro, uno de los fundadores del Centro Democr¨¢tico, el actual partido de Gobierno, junto al expresidente ?lvaro Uribe. El pol¨ªtico desat¨® una acalorada discusi¨®n esta semana al asegurar en redes sociales que se propone despedir a los trabajadores de sus empresas que apoyan al candidato presidencial del Pacto Hist¨®rico, la variopinta coalici¨®n de izquierdas que ya obtuvo la mayor bancada en el Congreso en las legislativas de marzo. ¡°Un empleado que vote por Petro no cabe en mi esquema empresarial y simplemente se tiene que ir¡±, escribi¨®.
Diversas voces, desde distintas orillas, rechazaron vehementemente la amenaza de Ara¨²jo ¨Ccon la excepci¨®n de algunos sectores del Centro Democr¨¢tico¨C. Para empezar, muchos se?alaron que esa conducta muy probablemente constituye el delito de constre?imiento al elector, contemplado en el c¨®digo penal colombiano. Aunque es por mucho el episodio m¨¢s controversial, no ha sido el ¨²nico. Entre otros, se ha conocido el caso del gerente de una cooperativa que produce l¨¢cteos que env¨ªo una carta en la que, sin mencionarlo, usaba frases y colores de la campa?a de Fico Guti¨¦rrez, el candidato de la coalici¨®n de derechas, apoyado por el uribismo. O el discurso de un gerente de una empresa de cueros que le dibuja a sus empleados un escenario catastr¨®fico en caso de que Petro sea presidente.
La Misi¨®n de Observaci¨®n Electoral ha rechazado esos episodios, sin dar nombres propios, y ha pedido a las autoridades las investigaciones y sanciones respectivas. Entre los reportes que ha recibido, la MOE se?ala que se han presentado casos de empresas que comunican a sus empleados que ¡°de ganar cierto candidato¡± cerrar¨¢n las instalaciones y perder¨¢n su puesto, lo que ¡°representa un delito electoral en torno al derecho al voto libre¡±. Tambi¨¦n se han presentado casos de empleadores que, en contra de la reglamentaci¨®n, no quieren permitir que sus trabajadores vayan a votar el d¨ªa de elecciones, y otros que est¨¢n organizando eventos de proselitismo pol¨ªtico en favor de alg¨²n candidato en los lugares de trabajo.
La posibilidad de una llegada de Petro a la Casa de Nari?o, en lo que ser¨ªa el primer gobierno marcadamente de izquierda en la historia de Colombia, pone nerviosos a algunos sectores empresariales. El exalcalde de Bogot¨¢, entre otras, defiende cobrar m¨¢s impuestos a las personas de mayores ingresos para combatir la desigualdad y quiere distanciar al pa¨ªs del modelo extractivo de los combustibles f¨®siles. Aunque no es homog¨¦neo, el empresariado colombiano hist¨®ricamente no ha tomado partido en las presidenciales, al menos no decididamente, aunque esa tradici¨®n ya estuvo en entredicho hace cuatro a?os de cara a la segunda vuelta que enfrent¨® a Petro con el presidente Iv¨¢n Duque. Entonces, el Consejo Gremial Nacional de Colombia (CGN) por primera vez apoy¨® un candidato al decantarse por Duque.
Participar indisimuladamente en pol¨ªtica, y despu¨¦s negarlo, se ha vuelto una tendencia en estas elecciones, y el sector empresarial no se ha quedado atr¨¢s, dice Katherin Galindo, investigadora de la consultora Colombia Risk Analysis. En lugar de pretender que los votantes no entiendan los mensajes ocultos, los empresarios deber¨ªan contemplar los riesgos no solo legales sino tambi¨¦n reputacionales de sus pronunciamientos, se?ala. ¡°El empresariado es libre de participar en pol¨ªtica, y lo puede hacer, pero no limitando o constri?endo el ejercicio del voto¡±, valora. Ese tipo de episodios, advierte, ¡°acrecienta la brecha entre el sector empresarial y la sociedad, que siente que el empresariado desde una posici¨®n de privilegio no escucha el descontento social. Por el contrario, pareciera que busca limitar el voto libre para garantizar sus intereses¡±.
En el Congreso, senadores de la bancada de oposici¨®n leyeron ante la plenaria de este martes un comunicado en el que rechazaban las manifestaciones de los empresarios que han indicado a sus empleados no votar por Petro. El senador Roosvelth Rodr¨ªguez, quien renunci¨® al Partido de la U para apoyar para candidatura del Pacto Hist¨®rico, las calific¨® como ¡°un intento desesperado por mantener el status quo¡±, adem¨¢s de exigir investigaciones penales de parte de la Fiscal¨ªa.
Colombia se precia de tener una de las econom¨ªas m¨¢s estables de Am¨¦rica Latina, a¨²n a pesar de los impactos de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, su desempe?o, incluso en los mejores tiempos, siempre se ha visto ensombrecido por los altos niveles de desempleo, informalidad y desigualdad. En medio de la cascada de reacciones, los casos que se han conocido han provocado un debate m¨¢s amplio sobre la cultura laboral. ¡°Rompe la fibra de la dignidad que un empleador condicione contrato de trabajo al voto, cualquiera sea el candidato beneficiado¡±, apunt¨® el exenegociador de paz Humberto de la Calle, un veterano pol¨ªtico y abogado que fue protagonista de la Constituci¨®n de 1991 y ahora es senador electo por la lista de la Coalici¨®n Centro Esperanza. Se?al¨® que los empleadores que condicionan la estabilidad del contrato al sentido del voto representan un degradaci¨®n de la democracia. ¡°No desean tener empleados sino siervos¡±, escribi¨® en sus redes sociales.
M¨¢s all¨¢ de las implicaciones jur¨ªdicas, para el consultor y analista Andr¨¦s Mej¨ªa Vergnaud esos comportamientos reflejan el deterioro de la capacidad pol¨ªtica del establecimiento de derecha, al punto que ¡°lo ¨²nico que le queda es recurrir a ese tipo de inclinaciones y de herramientas de coerci¨®n¡±. De alg¨²n modo denota el agotamiento de su capacidad argumentativa y persuasiva, su incapacidad de leer la realidad pol¨ªtica. ¡°?C¨®mo no se dan cuenta de que eso es contraproducente?¡±, se pregunta. ¡°Desacreditan al establecimiento que dicen estar defendiendo¡±.
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