Jos¨¦ Antonio Ocampo, la carta de Petro contra el miedo
El futuro ministro de Hacienda es un acad¨¦mico con experiencia en varios organismos internacionales que deber¨¢ enfrentar una alta inflaci¨®n, un enorme d¨¦ficit fiscal, y las expectativas de cambio
Pocas personas en el mundo tienen las credenciales de Jos¨¦ Antonio Ocampo, elegido este mi¨¦rcoles como el nuevo ministro de Hacienda por el presidente electo Gustavo Petro. Ocampo, un cale?o de 69 a?os, ha sido secretario ejecutivo de la Cepal (organismo de Naciones Unidas para el desarrollo de Am¨¦rica Latina y el Caribe), secretario adjunto de la ONU para Asuntos Econ¨®micos, investigador que ha trabajado con el Nobel Joseph Stiglitz, y profesor en las universidades m¨¢s prestigiosas del mundo (Cambridge, Yale, Oxford, Columbia). En Colombia ya fue ministro de Hacienda, durante el Gobierno del liberal Ernesto Samper, a mitad de los a?os noventa, en medio de una de las peores crisis pol¨ªticas del pa¨ªs. Y en 2012 lleg¨® a estar en la terna final para dirigir el Banco Mundial. Si Gustavo Petro quer¨ªa darle una se?al de calma a los mercados, Ocampo estaba entre sus mejores cartas.
¡°Me parece que fue una escogencia muy acertada, Ocampo es un tipo cargado de experiencia, de investigaciones, de un conocimiento muy grande del pa¨ªs y de la econom¨ªa internacional¡±, dice a EL PA?S el profesor en econom¨ªa Salom¨®n Kalmanovitz, quien fue codirector del Banco de la Rep¨²blica varios a?os. ¡°Cuando fue Ministro, a Ocampo le toc¨® un momento muy dif¨ªcil, porque hab¨ªa un Gobierno muy desprestigiado y una crisis en el mercado de cr¨¦dito, y creo que lo sobreagu¨® muy bien en ese momento. Ahora le va a tocar otro momento muy duro porque el Gobierno de Iv¨¢n Duque deja ¡®la olla raspada¡¯: un d¨¦ficit monstruoso, el m¨¢s alto en la historia del pa¨ªs, y a Ocampo le va a tocar hacer un ajuste monumental desde el primer a?o de Gobierno¡±.
Jos¨¦ Antonio Ocampo, explica el profesor Kalmanovitz, ¡°es un neoestructuralista. Viene de la teor¨ªa de la CEPAL, del keynesianismo que influy¨® mucho sobre la orientaci¨®n de los estudios de econom¨ªa en Am¨¦rica Latina¡±. En pocas palabras, la visi¨®n de Ocampo no es una completamente proteccionista de la econom¨ªa ¡ªque hablaba de sustituci¨®n de importaciones y cerrar los mercados. Pero tiene una visi¨®n que, ante econom¨ªas abiertas, buscar crear mecanismos de protecci¨®n para que el pa¨ªs no est¨¦ tan vulnerable ante la volatilidad de los mercados de capital, y que no deje de fomentar la innovaci¨®n para diversificar la econom¨ªa (que no dependa solo de las exportaciones del petr¨®leo, por ejemplo). Es una visi¨®n que desconf¨ªa de la capacidad autorregulatoria del mercado, sin dejar de participar activamente en este.
¡°Latinoam¨¦rica tiene que reinventarse para su desarrollo¡±, dec¨ªa Ocampo a este diario en agosto del 2020. Desde hace varios a?os este economista tambi¨¦n habla de despolitizar la integraci¨®n econ¨®mica ¡ªen organismos como Mercosur, por ejemplo. Promueve robustecer una integraci¨®n del comercio internacional entre los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina sin que se derrumbe la alianza cuando suban unos gobiernos de izquierda o de derecha. ¡°Podemos venderle a nuestros propios mercados¡±, a?adi¨® Ocampo entonces.
De acuerdo a Jos¨¦ Antonio Alonso, profesor de Econom¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid y quien ha trabajado desde hace casi 30 a?os con Ocampo, el nuevo Ministro de Hacienda ¡°es una de las pocas personas que tiene la econom¨ªa internacional en la cabeza¡±. Al trabajar con varios organismos internacionales, y ser un respetado acad¨¦mico, tiene el potencial de ser un importante interlocutor para Colombia ante organismos como el FMI o el Banco Mundial. ¡°Un ministro de Econom¨ªa necesita mucha capacidad de interlocuci¨®n con actores relevantes, y aunque Colombia es un actor relevante en Am¨¦rica Latina, a nivel global son otros los actores¡±, explica Alonso. ¡°Por suerte, Ocampo es muy conocido en esos foros ¡ªNaciones Unidas, el FMI, el Banco Mundial¡ª y eso le da esa gran capacidad de interlocuci¨®n¡±. Como ejemplo, Alonso explica que el jefe de Gobierno de Italia, Mario Draghi, ha tenido una mayor capacidad de interlocuci¨®n comparado con otros gobiernos por haber sido, durante casi una d¨¦cada, presidente del Banco Central Europeo.
¡°La clave, para m¨ª, es c¨®mo Ocampo va a manejar una triada¡±, a?ade Alonso. ¡°Por una parte debe compensar el d¨¦ficit social acumulado ¡ªen t¨¦rminos de desigualdades y niveles de bienestar de las poblaciones m¨¢s vulnerables. Por otra parte, debe avanzar tambi¨¦n en una transformaci¨®n productiva, en una econom¨ªa que debe descarbonizarse progresivamente y hacer una transici¨®n hacia la digitalizaci¨®n. Y tercero, c¨®mo hacer esas dos tareas preservando equilibrios macroecon¨®micos. Yo creo que Ocampo lo tiene claro, por la experiencia de Am¨¦rica Latina en periodos anteriores, y ha sido siempre claro en que la estabilidad no garantiza el desarrollo, pero no hay desarrollo sin un cierto grado de estabilidad¡±.
Al igual que Petro y el presidente chileno Gabriel Boric, Jos¨¦ Antonio Ocampo se alinea con una visi¨®n de la econom¨ªa que debe ser m¨¢s responsable ambientalmente y menos dependiente de los hidrocarburos, si bien no habla de frenar la explotaci¨®n en un futuro cercano. ¡°No hay que desligarse de los recursos naturales totalmente, porque nosotros somos una regi¨®n muy rica en recursos naturales. Lo que hay que ver es c¨®mo usar las oportunidades¡±, cont¨® a EL PA?S. ¡°Los metales como el cobre y el litio, por ejemplo, son importantes para las nuevas tecnolog¨ªas y abundan en varios pa¨ªses sudamericanos¡±.
Pero el primer gran reto de Ocampo ser¨¢ la ambiciosa reforma tributaria que prometi¨® Gustavo Petro en campa?a. ¡°La gran disparidad es en el impuesto de renta a las personas naturales, donde en el pa¨ªs se paga el 1,2 % del PIB contra 8,1 % en la OCDE¡±, explicaba Ocampo en un art¨ªculo reciente en el diario El Espectador. ¡°El problema principal es la tributaci¨®n efectiva de las rentas y ganancias de capital, por lo cual la tasa efectiva de tributaci¨®n tiende a disminuir para el 5 % y a¨²n m¨¢s en el 1 % m¨¢s rico de la poblaci¨®n.¡± Ocampo hablaba de reducir o eliminar beneficios tributarios a personas jur¨ªdicas, restablecer un impuesto al patrimonio para las personas naturales, y elevar impuestos a las empresas con altas emisiones de carbono.
En la pol¨ªtica colombiana Ocampo ha estado m¨¢s cercano al sector de izquierda dentro del partido liberal. Salt¨® al Gobierno central en la presidencia de C¨¦sar Gaviria (1990-1994) como el ministro de Desarrollo Econ¨®mico, pero en ese entonces se enfrent¨® all¨ª con varios economistas que defend¨ªan una apertura al mercado mucho m¨¢s r¨¢pida mientras que Ocampo defend¨ªa una m¨¢s gradual. En el siguiente Gobierno, del liberal Ernesto Samper (1994-1998), Ocampo fue su ministro de Hacienda a pesar de que uno de sus antiguos aliados, Guillermo Perry, renunci¨® cuando estall¨® el esc¨¢ndalo que se?alaba a Samper de recibir dinero del narcotr¨¢fico para su campa?a a la presidencia.
Catalina Quevedo, decana de econom¨ªa en la Universidad Externado, reconoce como uno de los logros en ese cuatrenio el control de la inflaci¨®n en el pa¨ªs y mantener un crecimiento econ¨®mico por encima de la regi¨®n. Cuenta adem¨¢s que en el gobierno de Samper ¡°hab¨ªa un alto enduedamiento del pa¨ªs, y controlar ese endeudamiento se volvi¨® un objetivo de la pol¨ªtica macroecon¨®mica¡±. El FMI hab¨ªa impuesto fuertes lineamientos al control de la deuda en varios pa¨ªses, y uno de los trabajos de Ocampo fue dar respuesta a esos requerimientos internacionales. ¡°En temas de endeudamiento, de control de reevaluaci¨®n de la moneda, hubo un esfuerzo grande y fue satisfactorio para el pa¨ªs y la se?al que se envi¨® a los entes multilaterales que ten¨ªan tanta presi¨®n sobre el gobierno¡±, a?ade Quevedo.
Ocampo y el Gobierno Samper mantuvieron la apertura econ¨®mica de Gaviria pero al mismo tiempo intentaban aumentar el gasto social. Samper hab¨ªa aprobado un Plan Nacional de Desarrollo llamado ¡®El Salto Social¡¯, que le di¨® prioridad a una mayor inversi¨®n en programas sociales e infraestructura. ¡°El intento de combinar una econom¨ªa m¨¢s liberal con una pol¨ªtica social muy activa no ha sido una tarea f¨¢cil¡±, escribi¨® Ocampo en 1998, cuando ya hab¨ªa terminado el gobierno de Samper. A?ade en su texto que no fue posible entonces aumentar suficientemente el recaudo fiscal en el cuatrienio para mantener la inversi¨®n que quer¨ªan para el sector p¨²blico. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, ante una crisis econ¨®mica distinta pero igualmente compleja, Jos¨¦ Antonio Ocampo tiene una segunda oportunidad.
Por ahora, ante el nerviosismo que generaba el programa econ¨®mico de Petro, el sector empresarial ha celebrado la decisi¨®n de poner a Ocampo a cargo del Ministro de Hacienda. ¡°Es una persona seria, una persona que inspira confianza¡±, dijo el presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Empresarios de Colombia, o Andi, Bruce Mac Master. ¡°La designaci¨®n de Jos¨¦ Antonio Ocampo brinda confianza sobre el car¨¢cter t¨¦cnico y ponderado que tendr¨¢ la pol¨ªtica macroecon¨®mica del Gobierno¡±, dijo Hernando Jos¨¦ G¨®mez, presidente de Asobancaria, gremio que re¨²ne al sector financiero. Al igual que lo hizo el chileno Gabriel Boric cuando nombr¨® al renombrado economista Mario Marcel, Petro encontr¨® en Ocampo la carta para calmar a los empresarios.
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