El Gobierno de Colombia acelera para ofrecer resultados en sus cien primeros d¨ªas
La Administraci¨®n trabaja para concretar el sinf¨ªn de propuestas lanzadas por el presidente Gustavo Petro
La llegada de Gustavo Petro a la Presidencia ha venido acompa?ada de una lluvia de propuestas. Una energ¨ªa de cambio recorre todos los estamentos del poder en un pa¨ªs que permanec¨ªa en cuarentena pol¨ªtica desde hac¨ªa dos a?os. El inmovilismo hab¨ªa permeado toda la estructura durante la ¨²ltima ¨¦poca de la anterior administraci¨®n. El Gobierno ha anunciado, en apenas mes y medio, siete reformas, la desmovilizaci¨®n de una guerrilla con medio siglo de vida, la reconexi¨®n con Venezuela, un proyecto de abandono de armas de grupos armados y hasta la intenci¨®n de crear una nueva pol¨ªtica antidrogas en toda Latinoam¨¦rica, entre otros muchos asuntos. ¡°Ahora es el momento de trabajar para aterrizar todo eso¡±, cuentan desde la Casa de Nari?o, donde se han propuesto ofrecer resultados concretos antes de que se cumplan los cien primeros d¨ªas de Gobierno.
Petro explic¨® largo y tendido su proyecto de pa¨ªs en campa?a electoral. No hubo ni un solo tema, desde el m¨¢s peque?o hasta el cambio clim¨¢tico o la relaci¨®n con EE UU, sobre el que no tuviera una opini¨®n formada. En un intento por mostrarse abierto y transparente frente a una parte del electorado que lo consideraba una amenaza para el pa¨ªs ¡ªlo que se conoci¨® con el t¨¦rmino de Petrofobia¡ª, explic¨® todo lo que iba o no iba a hacer. Con ese mismo ¨ªmpetu comunicativo ha llegado al Gobierno y resulta raro el d¨ªa que no anuncia alg¨²n cambio. Petro es consciente de que el temporizador de su mandato est¨¢ en marcha.
El car¨¢cter de un Gobierno se revela en los primeros cien d¨ªas, se repite estos d¨ªas en los pasillos de palacio. El presidente Juan Manuel Santos, uno de los espejos en los que se mira Petro, dej¨® claro desde el primer minuto que apostaba todo a lograr un acuerdo con las FARC. Petro quiere alcanzar algo m¨¢s grandilocuente, la paz total, en su propia nomenclatura, que consiste en llevar a ese di¨¢logo a todos los actores armados del pa¨ªs. El presidente dijo en Nueva York que en breve iba a concretarse un alto el fuego que en la pr¨¢ctica conlleva una dif¨ªcil implementaci¨®n. Ocurre lo mismo con el ELN, con el que se discute una hoja de ruta nada sencilla por la peculiar forma de entender la desmovilizaci¨®n de los guerrilleros. El Gobierno ha mostrado plena voluntad de alcanzar resultados palpables en un periodo corto de tiempo.
Las voces que reclaman m¨¢s acci¨®n y menos discurso provienen desde el interior del petrismo. El presidente del Congreso, Roy Barreras, ech¨® en falta hace dos semanas cierta celeridad para apuntalar las reformas, principalmente la tributaria. El Ejecutivo ha aplazado otros debates como el de la salud ¡ªel m¨¢s espinoso¡ª para enfocarse en aumentar la recaudaci¨®n. Su predecesor, Iv¨¢n Duque, sufri¨® una rebeli¨®n cuando trat¨® de impulsar una el a?o pasado. Petro camina sobre plomo candente, aunque sabe que sin un ajuste fiscal no podr¨¢ cuadrar las cuentas del Estado ni llevar a cabo las pol¨ªticas sociales que tiene en la cabeza. ?Lo positivo? El pacto de izquierdas que lidera el presidente se ha asegurado unas mayor¨ªas en el Congreso dispuestas a sacar adelante los proyectos despu¨¦s de discutir los textos. Falta plasmarlos.
El liderazgo regional de Petro tambi¨¦n debe contar con respaldo. Debe pasar de ser un deseo a un hecho. Ante la Asamblea de la ONU mostr¨® una intenci¨®n clara de ser un contrapeso a Estados Unidos en la zona y no un gobernante displicente con lo que se acuerda en Washington. All¨ª habl¨® de grandes temas como la lucha de la Amazon¨ªa, la propia guerra contra las drogas y los derechos humanos. Ahora todo eso debe concretarse en una agenda visible para el resto del mundo y una cartera de aliados que le respalden. Con Boric asediado por muchos problemas internos en Chile, con un L¨®pez Obrador a menudo imprevisible en M¨¦xico, Petro tiene fe en la victoria electoral de Lula en Brasil, lo que apuntalar¨ªa el eje progresista regional.
La dispersi¨®n de temas sobre la mesa del despacho de Petro puede quitarle fuerza al relato en el que quiere envolver su presidencia, aunque tambi¨¦n cuenta con un efecto distractor. La oposici¨®n, descabezada, sin l¨ªderes, no consigue centrarse en un solo asunto y as¨ª se dispersa el mensaje. La polarizaci¨®n, fort¨ªsima en la ¨¦poca Santos cuando las FARC eran un monotema, es por ahora mucho menor. Pero todo debe acelerarse e implementarse, coinciden desde dentro. Acabado el tiempo de la ret¨®rica se viene el de las obras.
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