Clemencia Carabal¨ª: ¡°Las mujeres tenemos que jugar un rol importante en las negociaciones de paz¡±
La Consejera Presidencial para la Equidad habla de los enormes desaf¨ªos para hacerle frente a la violencia que sufren las mujeres en Colombia
Clemencia Carabal¨ª Rodallega (Cauca, 52 a?os) es en esencia una sobreviviente. Ahora ejerce como Consejera Presidencial para la Equidad de las Mujeres, pero siempre ha sido una reconocida lideresa social en el norte del Cauca, que en 2019, junto a la vicepresidenta Francia M¨¢rquez, sobrevivi¨® a un atentado con artefactos explosivos. Antes acumul¨® casi una decena de amenazas de muerte a ra¨ªz de los m¨¢s de 30 a?os de lucha por su comunidad. Carabal¨ª cuenta que en las primeras charlas con M¨¢rquez, despu¨¦s de su victoria, le expres¨® la intenci¨®n de seguir en su territorio, pero los planes de la vicepresidenta eran otros. Quiz¨¢ porque conoce la experiencia de Clema, como la llaman cari?osamente, abogando por los derechos de las mujeres desde que en los a?os noventa lider¨® la creaci¨®n de la Asociaci¨®n de Mujeres de Buenos Aires, un grupo de 200 mujeres que por a?os fue referente de construcci¨®n de paz.
El nombramiento la tom¨® por sorpresa, pero Carabal¨ª decidi¨® asumirlo porque conf¨ªa en que es un espacio en el que puede poner su experiencia al servicio de una vida libre de violencia para las mujeres y las comunidades marginalizadas, como en la que creci¨® y por las que ha arriesgado la vida. La Consejera recibe a EL PA?S en su oficina en la Presidencia, donde en medio de las dificultades propias de la ¡®burocracia¡¯ ¨Dque se?ala ya le ha dado varios ¡°dolores de cabeza¡±¨D, ha consolidado un equipo de confianza que ser¨¢ su apoyo en una de las tantas tareas que tiene por delante: lograr un cambio real en la vida de las mujeres a trav¨¦s de una articulaci¨®n real y eficaz entre las entidades del Gobierno.
Pregunta. ?Qu¨¦ significa para usted que una mujer negra y caucana sea la Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer?
Respuesta. Para m¨ª es un reconocimiento a los territorios que han liderado por mucho tiempo la construcci¨®n de paz, territorios con poca presencia integral del Estado y en donde hemos sentido el rigor de la guerra. Es una oportunidad para hacer realidad eso por lo que hemos venido trabajando toda la vida, para que caminemos hacia una sociedad con mayor justicia social, con mayor inclusi¨®n. Eso es lo que me mueve y eso es lo que me tiene aqu¨ª. Si bien es un reto por las expectativas que hay en todo el pa¨ªs y de manera particular en nuestras comunidades, nos invita a trabajar con un compromiso f¨¦rreo porque nos debemos a esas comunidades. Nos debemos a la ilusi¨®n de cambio que tiene la gente.
P. ?Qu¨¦ opina de los comentarios racistas que ha recibido la vicepresidenta, una mujer negra como usted?
R. Son parte de la discriminaci¨®n estructural que se vive en el pa¨ªs. Nuestra presencia en estos espacios y el racismo que se han presentado contra nosotras deber¨ªa prender una alarma, en el sentido de que esas discriminaciones deben erradicarse. Las violencias hacia las mujeres y hacia los grupos ¨¦tnicos no deben tolerarse. Asimismo, es una oportunidad para revisar las leyes y acabar con la impunidad. Que esos discursos tengan una sanci¨®n efectiva evitando que a generaciones futuras les pase lo mismo.
P. Frente a su nueva labor, ?cu¨¢les ser¨¢n las acciones estrat¨¦gicas de la consejer¨ªa para frenar la violencia contra las mujeres?
R. La Consejer¨ªa tendr¨¢ un enfoque territorial significativo por las implicaciones que ha tenido el conflicto en la vida de las mujeres, m¨¢s que todo en territorios con fuerte presencia de mujeres racializadas y marginalizadas, sin que esto signifique que no vamos a trabajar a lo largo y ancho del pa¨ªs. Igualmente, contaremos con un enfoque de inclusi¨®n. Tiene que existir la posibilidad de trabajar con las mujeres en su diversidad: negras, ind¨ªgenas, de sectores populares, de la academia, de la poblaci¨®n LGTBIQ+, en condici¨®n de discapacidad. Otro enfoque central ser¨¢ el di¨¢logo, la concertaci¨®n, que nos podamos estar escuchando porque es la ¨²nica manera de conocer las necesidades reales de las mujeres.
P. La semana pasada se instalaron en Caracas los di¨¢logos entre el Gobierno y el ELN. ?C¨®mo van a promover la participaci¨®n de las mujeres en esa negociaci¨®n?
R. Tenemos mucha fe en las tres mujeres que ya hacen parte del equipo negociador. Son mujeres que conocen lo que significa la guerra en nuestro pa¨ªs, especialmente en la vida de las mujeres, en nuestros cuerpos y en nuestros proyectos de vida individuales, familiares y comunitarios. Confiamos en que sus aportes van a poner en un lugar superior esos intereses.
P. Precisamente para avanzar en esa participaci¨®n, la Resoluci¨®n 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU es clave. ?C¨®mo avanza el plan de acci¨®n para implementarla?
R. De la mano de la viceministra de Asuntos Multilaterales, Laura Gil, hemos avanzado para que el pr¨®ximo a?o podamos presentarle a la ONU ese plan de acci¨®n, una hoja de ruta de c¨®mo las mujeres utilizaremos esa herramienta para los ejercicios de construcci¨®n de paz. Para eso requerimos articular con las instituciones y consolidar un equipo que haga presencia en los ministerios para facilitar dicha labor. Una de las misiones de la Consejer¨ªa es esa: la articulaci¨®n. Tenemos que asegurar la participaci¨®n de las mujeres en todos los niveles, desde los territorios m¨¢s excluidos hasta las grandes ciudades.
P. Seg¨²n varias oeneg¨¦s, Colombia es el segundo pa¨ªs con m¨¢s altos ¨ªndices de violencia de g¨¦nero en la regi¨®n y registra cifras de impunidad de alrededor del 90% ?Qu¨¦ planea la Consejer¨ªa para mitigar esas alarmantes cifras?
R. La impunidad genera reincidencia porque no hay sanciones ejemplares. A¨²n hay numerosas barreras para el cumplimiento de la ley. Aspiramos que, en el marco del Pacto por la prevenci¨®n y la atenci¨®n de la violencia contra las mujeres, junto a los entes responsables de la garant¨ªa de los derechos de las mujeres como la Fiscal¨ªa y el Congreso, podamos revisar las leyes e identificar qu¨¦ se necesita para que sean efectivas a la hora de aplicar sanciones en las violaciones graves a los derechos de las mujeres. Eso implica un trabajo muy fuerte con el Ministerio de Justicia y con los entes de control, para que exijan de manera eficaz el cumplimiento de la ley.
P. El expresidente Iv¨¢n Duque dej¨® una deuda con las mujeres: el Sistema nacional de cuidados ?Cu¨¢l es su plan para saldar esa deuda?
R. Aspiramos a que el Sistema haga parte del Ministerio de la Igualdad, as¨ª que hemos empujado para que se apruebe la ley que crea esa cartera. Mientras tanto, estamos estudiando c¨®mo tiene que ser ese Sistema. Debe ser incluyente; no es lo mismo tener un sistema de cuidado en la ciudad, con su infraestructura, que tenerlo en otros territorios. Eso es un desaf¨ªo, ya que en nuestros territorios carecemos de v¨ªas, de puentes, de conectividad. Es necesario pensar c¨®mo crear un sistema que tenga en cuenta las particularidades territoriales y las de los pueblos ¨¦tnicos. Hay que construirlo con participaci¨®n de todos los sectores sociales.
P. ?Cu¨¢l es su reflexi¨®n para los primeros 100 d¨ªas de Gobierno?
R. Han sido 100 d¨ªas de Gobierno, pero 60 de Clemencia al frente de la Consejer¨ªa. Para m¨ª han sido d¨ªas muy esperanzadores. Tengo la ilusi¨®n de que mi trabajo aporte al cambio, a lograr una Colombia potencia mundial de la vida. En lo personal ha significado grandes retos como no estar con mi familia, estar lejos de mi comunidad y estar en una ciudad fr¨ªa y con una sociedad bastante individualista. Sin embargo, yo la di toda por el cambio y creo que puedo aportar las capacidades que hemos desarrollado durante tanto tiempo en el ejercicio de la defensa de los derechos humanos.
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