Un paro armado del ELN y el Clan del Golfo amenazan los pilotos de paz
El recrudecimiento de la guerra en el Pac¨ªfico colombiano dificulta aterrizar el alivio humanitario que el Gobierno de Petro y los comandantes del ELN prometieron al cierre del primer ciclo de negociaciones
El optimismo dur¨® menos de 24 horas. En la ma?ana del lunes, el gobierno de Gustavo Petro y la guerrilla del ELN cerraban su primer ciclo de negociaciones de paz, en Caracas, anunciando alivios humanitarios para dos regiones rurales del litoral pac¨ªfico colombiano: el Bajo Calima y el Medio San Juan. La noticia fue bienvenida por miles de familias en estas dos zonas del pa¨ªs que han estado m¨¢s de a?o y medio en el fuego cruzado entre el ELN y el grupo armado AGC, tambi¨¦n conocido como Clan del Golfo. Muchas de esas familias han tenido que desplazarse a los cascos urbanos m¨¢s cercanos, y con el anuncio de Caracas esperaban que empezara el retorno seguro hacia sus casas. Pero en menos de un d¨ªa hubo un ataque mortal del Clan del Golfo en un municipio de la zona, y horas despu¨¦s el frente del ELN con presencia all¨ª anunci¨® un paro armado indefinido. El entusiasmo que lleg¨® de Caracas se transform¨® r¨¢pidamente en escepticismo.
¡°?De esta manera piensan que va a haber retorno seguro de poblaci¨®n desplazada a sus comunidades? ?De esta manera piensan lograr la paz total?¡±, pregunta el comunicado del frente Omar G¨®mez, del ELN, que anuncia un paro armado indefinido en esta zona del litoral pac¨ªfico a partir del jueves 15 de diciembre a las 6 la tarde. El frente lo public¨® despu¨¦s de que el Clan del Golfo entrara en la noche del lunes a la comunidad de Negria y asesinara all¨ª a un joven llamado Santiago Felipe C¨¢ceres. Los guerrilleros dicen que el Estado es c¨®mplice de esa muerte, se?alando al Ej¨¦rcito de perseguirlos y de no combatir de la misma forma a los miembros del Clan del Golfo que cometieron el homicidio.
¡°?De est¨¢ manera es que piensan garantizar los alivios humanitarios para desescalonar el conflicto?¡±, a?ade el comunicado de este frente del ELN, aparentemente en contradicci¨®n con sus comandantes que negociaron en Caracas. El grupo dice que el paro armado es para ¡°visibilizar lo que pasa en la regi¨®n¡±.
Elizabeth Moreno es representante legal del Consejo Comunitario General del San Juan y cuenta a EL PA?S que los enfrentamientos entre los grupos armados en esa zona aumentaron a partir de agosto del 2021. Dice que Gobierno actual no ha explicado a¨²n a las comunidades c¨®mo frenar esta guerra tripartita entre el ELN, el Ej¨¦rcito, y las AGC.
¡°Desde 2021 se han desplazado cientos de personas, m¨¢s de 800 familias, y ha habido asesinatos de ni?os indefensos, territorios minados que han dejado a muchas personas afros e ind¨ªgenas lesionadas¡±, dice Moreno. ¡°Anoche en el ataque de Negria las familias se resguardaron en casas de madera, y esta es una comunidad que ya se ha desplazado tres veces este a?o, y que siempre retorna pero sin garant¨ªas de seguridad. A m¨ª me pareci¨® muy placentero escuchar el anuncio de Caracas [sobre los posibles retornos], pero conociendo la situaci¨®n de seguridad, la presencia de todos los grupos armados, solicitamos que se nos informe c¨®mo ser¨¢ esa intervenci¨®n en el territorio¡±.
Aunque al principio del Gobierno de Gustavo Petro el Clan del Golfo manifest¨® que quiere acogerse a la pol¨ªtica de paz total, a¨²n no es claro si va a entrar en un proceso de di¨¢logos para someterse a la justicia ni si frenar¨ªa los ataques que lleva a cabo en zonas como el litoral Pac¨ªfico. Para lograr el regreso de familias en zonas como el Bajo Calima y el Medio San Juan, falta que definan cu¨¢l va a ser su papel.
Hay una dificultad adicional para los retornos humanitarios: las divisiones dentro del ELN. Esa guerrilla es mucho m¨¢s descentralizada de lo que eran las antiguas FARC, y el comunicado del paro armado muestra una desconexi¨®n entre este frente en el pac¨ªfico colombiano y la comandancia del ELN negociando en Caracas. Es una distancia que ¡°puede dificultar el acatamiento de lo que se acuerde¡±, dice a El PA?S Mauricio Aguirre, alcalde encargado de Buenaventura, el municipio que contiene al bajo Calima.
Aguirre a?ade que el anuncio desde Caracas fue bienvenido en la zona, porque la crisis humanitaria del Bajo Calima tambi¨¦n es dram¨¢tica. En el casco urbano hay cientos de familias desplazadas, algunos hace m¨¢s de un a?o. De acuerdo al alcalde, ha habido al menos 10 desplazamientos masivos desde el 2021 en el Bajo Calima, donde m¨¢s de mil ciudadanos que abandonaron sus hogares por los combates entre AGC y ELN. El Gobierno no le ha aclarado a¨²n a la alcald¨ªa c¨®mo piensa garantizar la seguridad en esas zonas para que las familias vuelvan a sus casas. ¡°El componente de seguridad es el m¨¢s fundamental, no podemos empezar los retornos sin eso¡±, dice el alcalde encargado.
Lorenzo Gonz¨¢lez es uno de esos desplazados que lleva sobreviviendo en el casco urbano de Buenaventura desde noviembre de 2021. ¡°Recibimos con mucha alegr¨ªa la noticia de Caracas¡±, dice a El PA?S este representante legal del Consejo Comunitario de la Comunidad Negra de la Cuenca Baja del R¨ªo Calima. ¡°Pero claro que me preocupa la contradicci¨®n del comunicado del ELN, porque si se anuncia unos alivios humanitarios, por un lado, en la mesa de negociaci¨®n, y, por otro lado, se anuncia un paro armado, lo que yo siento es que no hay garant¨ªas para retornar¡±.
Varias personas consultadas para este art¨ªculo coinciden con que la guerra se recrudeci¨® en esa zona del litoral Pac¨ªfico cuando entraron las AGC. Antes del acuerdo de paz del 2016, estas tierras donde se mueve el narcotr¨¢fico y la miner¨ªa ilegal eran controladas por las FARC. Despu¨¦s de la desmovilizaci¨®n de esa guerrilla, el ELN entr¨® a algunos de esos territorios. Y desde 2021 las AGC han arreciado sus ataques para controlar completamente la zona que va desde el casco urbanos de Istmina hasta el de Buenaventura, con miles de hombres armados intentando eliminar completamente al ELN. En esa guerra, las AGC parecen llevar la delantera.
¡°Antes del 2021, digamos, no viv¨ªamos en paz, pero tore¨¢bamos la situaci¨®n¡±, explica Gonz¨¢lez, del Bajo Calima. ¡°A veces, ante los jefes de las FARC o del ELN, las comunidades hablaban con ellos para que nos dejaran tranquilos. Pero desde que llegaron las AGC todo ha sido m¨¢s duro, no hay nadie que quiera conversar, y hay much¨ªsimas extorsiones¡±. Dos personas en la zona de Buenaventura dicen que el grupo armado extorsiona a casi toda la comunidad del Bajo Calima, a veces con ¡®vacunas¡¯ de hasta 20 millones de pesos que esas comunidades rurales en la pobreza no tienen como pagar. Entonces abandonan el territorio para salvar su vida. Ahora todas esas familias esperan que los que les prometieron un retorno humanitario, desde Caracas, expliquen c¨®mo piensan aterrizar esa ambiciosa promesa en medio de la dura guerra que se vive en el occidente de Colombia.
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