Un ¡®Me Too¡¯ silenciado enreda a la diplomacia de Petro: el caso de V¨ªctor de Currea-Lugo

Hay un remolino direcci¨®n a la Canciller¨ªa colombiana, con nombre y apellido, que podr¨ªa crecer con los d¨ªas: V¨ªctor de Currea-Lugo, quien anuncia que el Gobierno de Gustavo Petro lo design¨® embajador de Colombia en los Emiratos ?rabes Unidos y a quien varias personas se?alan de haber cometido acoso sexual cuando fue profesor universitario. El m¨¦dico y profesor en ciencias sociales anunci¨® su designaci¨®n el viernes pasado en las redes sociales y las acusaciones sobre su pasado rodaron inmediatamente en su contra desde distintas esquinas. ¡°?No que ¡°el Cambio es con las mujeres¡±? Dejen de revictimizarlas AL MENOS¡±, escribi¨® la congresista de izquierda Jennifer Pedraza, exalumna de la Universidad Nacional donde Currea-Lugo fue profesor.

Ante cr¨ªticas como estas, este lunes De Currea-Lugo publica una columna. En ella se defiende y deja en duda que su nombramiento se haga. ¡°Dejo en manos del presidente Gustavo Petro si contin¨²a con la designaci¨®n o decide retirarla, est¨¢ en todo su derecho de apoyarme o no¡±, dice la carta publicada en su p¨¢gina web. ¡°Dejar la decisi¨®n final en manos del presidente no implica, de ninguna manera, una aceptaci¨®n impl¨ªcita de culpabilidad de mi parte, sino simplemente una priorizaci¨®n de mi salud mental¡±.

V¨ªctor de Currea-Lugo no ha sido condenado por el delito de acoso sexual, pero los se?alamientos en redes sociales y los rumores de pasillo han sido tema de debate desde hace casi diez a?os. Comenzaron cuando era profesor de la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, a principios de la d¨¦cada pasada, cargo en el que estuvo tres a?os y medio. El profesor cont¨®, en una columna de 2018 en la revista Semana, que en 2014 fue acusado de acoso sexual, un se?alamiento que cuenta que entendi¨® como una estrategia de ¡°matoneo de la decanatura¡±.

Admiti¨® que ha tenido por lo menos una novia no solo m¨¢s joven que ¨¦l, sino que era su pareja y al mismo tiempo su estudiante ¡ª y justific¨® su relaci¨®n, que en muchas universidades ser¨ªa sancionada por el evidente desequilibrio de poder. ¡°Eso no me hace ni pederasta, ni violador, ni abusador¡±, escribi¨® en su columna. ¡±Una de ellas, con la que coniv¨ª fue mi alumna. Y en el curso que dict¨¦ fue evaluada por otro profesor con autorizaci¨®n expl¨ªcita del decano y con conocimiento de todos los estudiantes del curso, en una relaci¨®n de la que hasta el rector estaba informado. ?D¨®nde est¨¢ el abuso?¡±, dice.

EL PA?S habl¨® con dos acad¨¦micos que fueron colegas de Currea-Lugo en la Javeriana y que confirmaron las acusaciones que le hicieron en esa ¨¦poca varias estudiantes. Aclaran que estas fueron quejas que hicieron secretamente las estudiantes a algunos docentes y que, hasta donde saben, nunca se convirtieron en denuncias penales ni se formalizaron dentro del sistema administrativo de la universidad. ¡°No era la ¨¦poca del MeToo a¨²n, entonces las estudiantes no estaban pensando en denunciar entre todas sino m¨¢s bien en ver c¨®mo protegerse cada una¡±, dijo uno de los docentes. Entre las actitudes de acoso sexual que escucharon contra Currea-Lugo estaba que ¨¦l le ped¨ªa citas extracurriculares a las estudiantes, a veces a cambio de pasar la materia, o les hac¨ªa comentarios como ¡°qu¨¦ zapatos tan bonitos, como se ver¨ªan de bien debajo de mi cama¡±.

¡°Yo no dudo que ¨¦l tiene un prontuario como acosador¡±, dijo uno de los docentes. ¡°Con V¨ªctor siempre hubo quejas, constantes, era un tema generalizado en los cursos de ¨¦l¡±, dice el otro. A?aden que ¨¦l no fue el ¨²nico profesor de la Javeriana que tuvo relaciones con estudiantes, pero consideran que de ¨¦l muchas estudiantes se quejaron por la que sent¨ªan era una actitud de acoso.

De Currea-Lugo niega que haya sido un acosador, y en su defensa dice que quiz¨¢s la gente confunde coqueteo con acoso. ¡°Es posible que mi coqueteo, del que en principio no tengo que arrepentirme y ni por el cual tenga que pedir perd¨®n, haya ofendido a alguna mujer, eso s¨ª ser¨ªa motivo de disculpa¡±, escribi¨® en 2018. ¡°Duele que se afirme sin pruebas, bajo una falsa solidaridad de g¨¦nero, en las redes sociales, mi culpa y por tanto mi condena¡±.

En 2014 de Currea-Lugo renunci¨® a la Universidad Javeriana por razones que siguen siendo desconocidas, que sus colegas recuerdan que ten¨ªa una disputa con el decano de Ciencias Sociales, Edwin Murillo. Pas¨® a ser profesor en la Universidad Nacional, donde las denuncias le persiguieron entre grupos que mujeres que debat¨ªan all¨ª el acoso sexual. ¡°?Como V¨ªctor de Correa-Lugo que ni siquiera sabe que Linkedin no es una red social para el coqueteo?¡±, dec¨ªa un mensaje en Facebook, un comentario que preocup¨® al profesor. ?l se defendi¨® diciendo que la mujer que escribi¨® el mensaje no era alumna suya, y a quienes le se?alaban les acus¨® de calumnia y de inventar posverdades.

En su columna este lunes, de Currea-Lugo retoma buena parte de sus argumentos, repite que las acusaciones en su contra por mujeres y profesores son calumnias o formas de querer cancelarlo el debate p¨²blico. ¡°Al margen de la decisi¨®n presidencial, desde ya anuncio la apertura de los procesos penales necesarios¡±, anuncia el profesor, aunque no es claro si piensa denunciar a la congresista Pedraza o a la columnista de El Tiempo, Sara Tufano, que ha hecho eco de las acusaciones en su cuenta de Twitter. O a las decenas de personas que lo siguen se?alando en redes sociales cuando su nombre vuelve a hacerse p¨²blico. ¡°Lugo es un viejo zorro acosador capaz de oscilar entre lo pasivo y agresivo de su violencia, a m¨ª se me present¨® preocupado por mi aprendizaje y mis notas y dispuesto a qu¨¦ hici¨¦ramos ¡®algo¡¯ para mejorarlas¡±, escribi¨® una tuitera. ¡°Un profesor que acos¨® a varias compa?eras m¨ªas en la universidad termin¨® siendo premiado con el puesto de Embajador¡±, escribi¨® otro.

La Canciller¨ªa no se ha pronunciado sobre el tema, pero los vientos contra el profesor Currea-Lugo siguen creciendo. ¡°En otro pa¨ªs, tener un mero indicio de comportamiento ilegal o no ¨¦tico ya le elimina la posibilidad de carrera pol¨ªtica a cualquiera. Aqu¨ª la premisa ante los casos de acoso es que hasta que la justicia (que rara vez funciona bien en esas instancias) no condene, todo se puede¡±, escribi¨® la analista pol¨ªtica Sandra Borda. Para un presidente que dijo en su discurso de posesi¨®n que gobernar¨¢ ¡°con y para las mujeres¡±, la designaci¨®n de de Currea-Lugo como embajador puede ser costoso.

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