#AguantaUcrania: una iniciativa ciudadana desde Am¨¦rica Latina contra la invasi¨®n rusa
La campa?a es liderada por Sergio Jaramillo, excomisionado de paz en Colombia, y busca nuevos puntos de encuentro entre la sociedad civil de Am¨¦rica Latina y la poblaci¨®n ucraniana
Un a?o despu¨¦s de que Rusia decidiera invadir Ucrania, un excomisionado de paz en Colombia considera que Am¨¦rica Latina no ha extendido completamente la mano que tiene a los ucranianos. Sergio Jaramillo es reconocido como una figura clave para firmar el acuerdo del 2016 entre la guerrilla de las FARC y el Gobierno de Colombia¡ªun conflicto armado que dur¨® medio siglo y parec¨ªa nunca acabar. Desde el a?o pasado ¨¦l tiene en la mira otro tipo de proyecto en medio de una guerra, uno m¨¢s cultural e internacional, que lanz¨® los primeros d¨ªas de febrero: #AguantaUcrania.
¡°Esta es una campa?a para levantar la voz de Am¨¦rica Latina en solidaridad con el pueblo de Ucrania¡±, dice Jaramillo en un video promocional, en el que explica liderar esta iniciativa ciudadana con amigos de Per¨², M¨¦xico, Argentina y Uruguay. Una campa?a, a?ade, ¡°para asegurar que Am¨¦rica Latina tenga voz propia en el debate internacional. Es una campa?a a favor del sentido com¨²n, para llamar las cosas por su nombre: invadir al vecino es lo que es, una invasi¨®n. Atacar civiles en sus residencias, con misiles, es lo que es: asesinar civiles. Destruir la infraestructura el¨¦ctrica de un pa¨ªs en medio de un invierno brutal es lo que es: un crimen de guerra¡±.
Por ahora el plan de #AguantaUcrania, explica Jaramillo a EL PA?S, es que los ciudadanos de Am¨¦rica Latina env¨ªen videos de apoyo a los ucranianos denunciando lo que ocurre all¨ª como una invasi¨®n de Rusia y no una guerra leg¨ªtima. ¡°Putin invadi¨® a Ucrania como uno de los peores criminales de guerra¡±, dice en su video Lydia Cacho, periodista mexicana y defensora de derechos humanos. Estos videos tienen el objetivo de ¡°crear conciencia¡±, dice Jaramillo, ¡°porque me parece que Putin est¨¢ imponiendo una narrativa falsa sobre lo que ocurre, reduciendo a los ucranianos como peones de occidente, cuando lo que ocurri¨® es una invasi¨®n de un pa¨ªs soberano¡±.
La lucha contra la invasi¨®n de una gran potencia frente a un pa¨ªs m¨¢s peque?o es algo que, usualmente, une a los ciudadanos de la regi¨®n, considera Jaramillo. ¡°En Am¨¦rica Latina no hay un principio m¨¢s sagrado que la soberan¨ªa, para los diferentes pa¨ªses, aunque tengamos visiones ideol¨®gicas muy diversas¡±, considera. No solo porque es una regi¨®n que se liber¨® del dominio espa?ol al inicio del siglo XIX, y luch¨® contra intervenciones norteamericanas buena parte del ese siglo y del siguiente, sino que ha tenido muy pocas guerras interestatales.
¡°Como cubano, tenemos la triste experiencia hist¨®rica de lo que significan las intervenciones militares¡±, dice en su video de apoyo Leonardo Padura, escritor cubano, resumiendo intervenciones militares de Estados Unidos en Cuba en 1898 y 1906. ¡°Lo que ha ocurrido en Ucrania, es algo que desde nuestra sensibilidad, desde nuestra historia, desde cualquier punto del derecho internacional, es inadmisible¡±, a?ade.
El apoyo de Padura, como cubano, es simb¨®lico, ya que cuando arranc¨® la invasi¨®n en el 2022 tanto el Gobierno de Cuba como los de Nicaragua y Venezuela le dieron su apoyo a Rusia. Entre los escritores nicarag¨¹enses y venezolanos que tambi¨¦n se han sumado a #AguantaUcrania est¨¢n Sergio Ram¨ªrez, Gioconda Belli y Miguel Szinetar. ¡°Como nicarag¨¹ense s¨¦ lo que significaron para mi pa¨ªs las invasiones e intervenciones de Estados Unidos, por eso no puedo estar de acuerdo con la invasi¨®n que sufre Ucrania¡±, dice Belli en su video. ¡°Una intervenci¨®n es una intervenci¨®n, venga de donde venga, y por eso lamento que algunos gobiernos de Am¨¦rica Latina, que dicen no apoyar la injerencia extranjera, est¨¦n apoyando a Putin; es un doble est¨¢ndar, detestable¡±, a?ade la autora nicarag¨¹ense.
En una columna en este diario, el novelista colombiano Juan Gabriel V¨¢squez, quien ha estado apoyando la campa?a #AguantaUcrania junto al escritor H¨¦ctor Abad Faciolince, dec¨ªa que las intervenciones militares de Estados Unidos en el siglo XX ha dejado ¡°entre nosotros otra tradici¨®n paralela: un antiamericanismo feroz, sobre todo en ciertos barrios de la izquierda ideol¨®gica, que a veces nos ha llevado a perder la claridad sobre las cosas¡±. La claridad que busca #AguantaUcrania es defender a la soberan¨ªa sin importar ¡°de d¨®nde venga¡± la agresi¨®n, como dice Belli.
Esta no es una campa?a que Sergio Jaramillo est¨¢ liderando con un Gobierno. ¡°No toma ninguna posici¨®n pol¨ªtica frente a nuestros gobiernos respectivos¡±, dice. #AguantaUcrania existe por ahora en redes sociales, y busca que personajes p¨²blicos y no tan p¨²blicos de la sociedad civil sean los protagonistas. ¡°Lo que queremos es entrar en di¨¢logo con los ucranianos, ver c¨®mo podemos crear m¨¢s canales con la sociedad civil all¨ª¡±, a?ade.
Jaramillo dice que no quiere que los latinoamericanos caigan en la indiferencia. ¡°Entiendo que Ucrania est¨¢ lejos y cuando digo indiferencia no lo digo de forma acusatoria¡±, explica. ¡°Es evidente que en Am¨¦rica Latina tiene muchos problemas diarios, para la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n la vida es dura y despu¨¦s de la pandemia mucho m¨¢s. Pero aqu¨ª estamos frente a la mayor crisis internacional desde la segunda guerra mundial, y esto nos concierne a nosotros, porque se rompi¨® internacionalmente una regla b¨¢sica: uno no invade y se toma el territorio del vecino. Esa es la base con la que hemos tenido paz en Am¨¦rica Latina por dos siglos¡±, a?ade.
La campa?a #AguantaUcrania no est¨¢ activamente pidiendo a los Estados que env¨ªen armas al Gobierno de Volodimir Zelenski, ni tampoco est¨¢ haciendo activismo a favor de una salida negociada con Rusia, como lo sugiri¨® el presidente de Brasil, Lula da Silva. ¡°La campa?a, porque hay opiniones muy distintas, no pretende crear un consenso sobre asuntos muy puntuales como esos¡±, dice Jaramillo.
El gran arquitecto del acuerdo de paz colombiano aclara que, a t¨ªtulo personal, ¨¦l es esc¨¦ptico frente a la posibilidad de un di¨¢logo de paz exitoso en este caso. ¡±Cada cosa tiene su momento, y este no es el momento de la negociaci¨®n¡±, dice Jaramillo. ¡°Uno puede dudar si una negociaci¨®n real de paz es posible mientras Putin est¨¦ en el tim¨®n en Mosc¨². No existen las condiciones hoy para un di¨¢logo real¡±.
#AguantaUcrania lleva una semana y est¨¢ buscando financiaci¨®n entre fundaciones para crecer, pero ya ha comenzado a tener visibilidad. Jaramillo dice que, de acuerdo a sus cifras internas, al menos 36 millones de personas en redes (Facebook, Instagram y Twitter) se han topado con la campa?a, y unos 16 millones ha compartido o comentado los videos.
As¨ª, han empezado a llegar videos de ciudadanos, como el de un m¨¦dico colombiano diciendo ¡°estamos contigo¡± a los ucranianos, camino a su trabajo, o el de una joven ucraniana en Kiev que hizo sus estudios en Madrid. ¡°Gracias por estar con nosotros¡±, dice Kateryna Palanska a la c¨¢mara. La ucraniana Oleksandra Matviichuk, defensora de derechos humanos y premio Nobel de paz en 2022, tambi¨¦n envi¨® un mensaje de agradecimiento a esta iniciativa. ¡°Estoy muy agradecida con todas las personas que han apoyado esta campa?a¡±, dice. ¡°Muchas cosas surgen primero a nivel simb¨®lico, y nosotros no desestimamos el poder de estos gestos humanos de solidaridad¡±, a?ade.
Aunque a la campa?a en Am¨¦rica Latina se unieron inicialmente escritores, el espacio no est¨¢ reducido para los expertos en letras. El m¨²sico cubano Paquito D¡¯ Rivera toc¨® en su clarinete el himno de Ucrania como ¡°saludo afectuoso y solidario¡±, el cantante de pop colombiano Fonseca tambi¨¦n se sum¨®, al igual que los directores de cine Victor Gaviria y Arturo Ripstein. ¡°Mi familia materna vino de Ucrania¡±, cuenta Ripstein, de M¨¦xico, para explicar lo cercano que siente la tragedia all¨ª. Fernando Iwasaki, escritor peruano, se uni¨® a la campa?a leyendo en su video un poema del famoso poeta argentino Juan Gelman cuya madre migrante tambi¨¦n fue ucraniana.
¡°Odessa, 1915, ten¨¦s 18 a?os, estudi¨¢s medicina, no hay de comer¡±, recordaba Gelman en un poema. Una de las consecuencias econ¨®micas de lo que ocurre en Ucrania ha sido la inseguridad alimentaria generada, no solo para los ucranianos, sino a nivel global. La ciudad ucraniana de Odessa est¨¢ lejos de Am¨¦rica Latina, pero cuando no hay que comer, como no hubo para la madre de Gelman, en realidad no est¨¢ tan lejos.
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