El Congreso arranca sus sesiones extras con las grandes reformas todav¨ªa pendientes

Ha llegado la hora de tramitar en el Congreso, a contrarreloj, tanto las grandes reformas sociales que se propone el Gobierno de Gustavo Petro como la ley de sometimiento a la justicia que necesita para apuntalar la b¨²squeda de la paz total con todos los grupos armados. A partir de este martes, los legisladores regresan al Capitolio para iniciar unas sesiones extraordinarias para debatir proyectos de ley, entre los que por ahora no se asoman esas grandes reformas y focos de conflicto. La reforma a la salud se anticipa como el principal punto de fricci¨®n, con un mandatario dispuesto a convocar a las calles a sus simpatizantes para empujar esos cambios.

En una decisi¨®n estrat¨¦gica, el Gobierno posterg¨® para este a?o las grandes reformas sociales (salud, pensiones y laboral), despu¨¦s de haber concentrado sus esfuerzos en el Congreso en el semestre anterior en la reforma tributaria y la paz total. Para que las mayor¨ªas que hasta ahora le han sido favorables por un amplio margen aprueben esa ambiciosa agenda legislativa, vuelven a ser personajes clave los presidentes del Senado y la C¨¢mara de Representantes, Roy Barreras y David Racero, respectivamente, como lo fueron el a?o pasado. Con una gran diferencia: Barreras ha dado se?ales de marcar algunas distancias, en especial al ventilar sus reparos a la reforma a la salud.

Las prioridades absolutas son las reformas, ha dejado en claro el senador Barreras. ¡°La m¨¢s importante de todas, en mi opini¨®n ¨Cque es mi prioridad¨C es la paz. La paz implica el sometimiento a la justicia¡±, le enfatiz¨® a Noticias Caracol en una de varias salidas a lo largo de la semana pasada. Eso deja en segundo lugar de prioridades el paquete de grandes reformas sociales, de las que todav¨ªa no se conocen sus detalles pero s¨ª sus principales ejes. Por ahora, el presidente Petro ha convocado a los colombianos a respaldar sus transformaciones en las calles el 14 de febrero, la v¨ªspera de las protestas citadas por la oposici¨®n.

Aunque la pensional y la laboral tambi¨¦n son reformas de gran calado, la de la salud concentra la atenci¨®n. A la espera del texto del proyecto, la ministra Carolina Corcho anunci¨® este lunes durante una reuni¨®n con gobernadores que se propone presentarla en el Congreso el viernes. La expectativa en torno al articulado se ha venido acumulando. En un debate que divide opiniones y calienta los ¨¢nimos, la mayor discusi¨®n gira en torno al futuro de las Entidades Promotoras de Salud, o EPS, a las que se afilian las personas para que administren los recursos para asegurar su atenci¨®n sanitaria.

La ministra Corcho es una cr¨ªtica de vieja data del sistema de salud colombiano, al que considera uno de los peores del mundo, pero le han surgido contrapesos tanto en el propio Gabinete como en el Congreso, con Barreras a la cabeza. Desde la otra orilla destacan logros como un aseguramiento casi universal y el hecho de que Colombia es el pa¨ªs con el menor gasto de bolsillo en salud de Am¨¦rica Latina, es decir que las familias no se quiebran por pagar un tratamiento. Corcho ha mostrado a cuentagotas, sin ahondar en detalles, que la reforma que prepara apunta a un modelo con preponderancia de lo p¨²blico, aunque con hospitales tanto estatales como privados, que acabar¨ªa el papel actual de las EPS. Los cambios que puedan surgir en su tr¨¢mite legislativo, ha dicho la ministra, criticada por su secretismo, hacen parte del debate democr¨¢tico.

Barreras, m¨¦dico de profesi¨®n, se ha declarado ¡°muy preocupado¡± por esa reforma en particular, y ha calificado de ¡°arrogante¡± y ¡°radical¡± a la ministra Corcho. ¡°Me parece ins¨®lito que se haya creado semejante debate, incluyendo marchas a favor y en contra en las calles, y que la gente no conozca el texto¡±, dijo en otra extensa entrevista con la revista Semana. ¡°Le hago este petici¨®n respetuosa al Gobierno: radiquen, por favor, todas las reformas. Esta legislatura es muy corta y es un a?o electoral. Si las ministras de Trabajo y de Salud no tienen listas las reformas laboral, pensional y de la salud, el tiempo no va a permitir hacer los debates adecuados¡±, advirti¨®. ¡°No crean que si las radican en marzo o en abril el tiempo nos va a alcanzar¡±. Ninguno de esos proyectos aparece en el decreto de este lunes que convoca a las sesiones extraordinarias, que van del 7 de febrero hasta el 15 de marzo, en las que se deber¨¢ tramitar el Plan Nacional de Desarrollo.

En contraste, la ministra de Trabajo, Glor¨ªa In¨¦s Ram¨ªrez, que viene del Partido Comunista y tiene en sus manos las reformas laboral y pensional, se ha mostrado mucho m¨¢s conciliadora y dialogante. La semana pasada, sin embargo, se conoci¨® la renuncia de su viceministra de Empleos y Pensiones, Flor Esther Salazar, despu¨¦s de solo un mes en el cargo. Aunque Ram¨ªrez le baj¨® el tono a esa dimisi¨®n, la propia Salazar se lament¨® este lunes de que no cont¨® ni con el apoyo ni con el equipo necesario ¡°para trabajar en el dise?o, estructuraci¨®n, definiciones y elaboraci¨®n del proyecto de ley¡±.

El tiempo apremia. Ya sea para primer o segundo debate, van a entrar en el Congreso 16 grandes reformas, enumera el senador Ariel ?vila, del partido Alianza Verde, parte de la coalici¨®n de Gobierno, en di¨¢logo con este peri¨®dico. Y no van a empezar todav¨ªa, pues el Gobierno no las ha incluido en el decreto que convoca a sesiones extraordinarias, que puede ampliar a voluntad.

Mientras la pensional hace parte de las reformas que est¨¢n en el coraz¨®n del presidente Petro, valora el senador ?vila, la laboral y la de salud a¨²n pueden ser motivo de negociaciones. ¡°Falta que pase un tamizaje m¨¢s todav¨ªa, de aqu¨ª a unas dos semanas sabremos ya en qu¨¦ termina todo¡±, apunta el senador verde, que comparte el sentido de urgencia de su colega Barreras. ¡°El Plan de Desarrollo sin lugar a dudas es la prioridad del presidente, y luego las reformas que comiencen a entrar¡±, se?ala, al reiterar que ni las tres grandes reformas sociales ni la ley de sometimiento hacen parte de las sesiones extraordinarias. Al menos por ahora.

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