Gustavo Petro confirma la muerte de 21 mineros tras las explosiones en las minas de carb¨®n de Sutatausa
Dos d¨ªas despu¨¦s de la explosi¨®n en el municipio minero, el presidente lamenta que los trabajadores murieron bajo tierra
Marco Rinc¨®n escuch¨® la tragedia en forma de tres explosiones: ¡°Se oy¨® como si fueran tres detonaciones de dinamita, pero luego supe que era algo mucho peor¡±. Lo que escuch¨® en la noche oscura del martes, poco despu¨¦s de las ocho de la noche, ocurri¨® dentro de las monta?as andinas del municipio minero de Sutatausa, a solo dos horas de Bogot¨¢. Rinc¨®n, un hombre de 62 a?os, vive en una peque?a casa blanca ubicada cerca a varias minas de carb¨®n, en la vereda Pe?as de Caj¨®n, y lo que oy¨® ven¨ªa de debajo de la tierra. ¡°Esas minas bajan un poco m¨¢s de un kil¨®metro de profundidad y dec¨ªan que ah¨ª la combinaci¨®n del metano con polvillo de carb¨®n pod¨ªa explotar en cualquier segundo¡±, dice Rinc¨®n, quien fue minero por m¨¢s de 40 a?os. La combinaci¨®n qu¨ªmica nunca explot¨® cuando ¨¦l estaba bajo tierra. S¨ª le ocurri¨® a m¨¢s de 30 mineros en la noche del martes. ¡°Nunca vi algo as¨ª, se lo juro¡±, dice.
La explosi¨®n ocurri¨® en unas minas interconectadas cuando los 30 trabajadores apenas empezaban su turno nocturno, que va de las las seis o siete de la noche a las dos o tres de la ma?ana. Algunos de ellos llevaban solo un a?o trabajando all¨ª, otros m¨¢s de 10, la mayor¨ªa hab¨ªa visto a sus padres y hermanos dedicarle su vida a la extracci¨®n del carb¨®n. En la madrugada del mi¨¦rcoles las autoridades informaron que nueve de ellos hab¨ªan logrado salir de las minas con vida. Pero en la madrugada del jueves, dos d¨ªas despu¨¦s de la explosi¨®n, el presidente Gustavo Petro confirm¨® que 21 de los 30 mineros perdieron la vida.
He estado en comunicaci¨®n con el gobernador @nicolasgarciab quien me acaba de informar que pese a todos los esfuerzos de los equipos de rescate, lamentablemente 21 personas perdieron la vida en este tr¨¢gico accidente en Sutatausa. Toda mi solidaridad a sus familias.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 16, 2023
?Qu¨¦ ocurri¨® en Sutatausa? ¡°Seg¨²n las hip¨®tesis iniciales, lo que ocurri¨® fue una aglomeraci¨®n de gases: gas metano, mon¨®xido de carbono, y polvillo de carb¨®n. Juntos son altamente explosivos¡±, dice el capit¨¢n ?lvaro Farf¨¢n, delegado departamental de bomberos. Desde la noche del martes un enorme grupo de rescatistas lleg¨® a la zona, pero varias caracter¨ªsticas han hecho muy dif¨ªcil entrar en grupos grandes para buscar a los cuerpos bajo tierra: el largo kil¨®metro de profundidad por bajar, las m¨¢s de 500 hect¨¢reas subterr¨¢neas por revisar y el aire t¨®xico que se mantiene en las minas.
En la tarde del mi¨¦rcoles los rescatistas a¨²n esperaba que ocurriera un milagro y aparecieran con vida 10 de los mineros (los autoridades hab¨ªan confirmado la muerte de 11 de ellos, y el rescate de 9). Farf¨¢n, que intenta ocultar las ojeras que le han dejado m¨¢s de 20 horas de vigilia, no se adelanta al futuro. Pero su tono no suena optimista. Un colega suyo, unos metros m¨¢s adelante, lo dice expl¨ªcitamente: ¡°Si est¨¢n vivos, ser¨ªa un milagro¡±.
Desde que sali¨® el sol en la ma?ana del mi¨¦rcoles decenas de mineros, hombres y mujeres, vestidos con botas pantaneras y ruanas para defenderse del fr¨ªo andino, observaban desde lejos las operaciones de rescate. En Sutatausa hay miner¨ªa informal y formal de carb¨®n, pero las minas donde ocurri¨® la explosi¨®n son formales y en principio cumplen con la regulaci¨®n de prevenci¨®n contra accidentes. ¡°Somos m¨¢s de 100 personas los que trabajamos ac¨¢ y, no me gusta decir esto, pero menos mal el accidente fue de noche y no de d¨ªa, porque hubi¨¦ramos podido morir muchos m¨¢s¡±, dice un minero que prefiere no dar su nombre.
?l explica que las minas deber¨ªan tener muy buenos ventiladores, para que circule el aire bajo tierra. ¡°Eso no siempre pasa, uno lo siente cuando falta el ox¨ªgeno, por el calor, y lo mejor que uno puede hacer en ese momento es salirse¡±, a?ade.
Las autoridades no han dicho si las minas fallaron en cumplir con los protocolos, pero varios familiares de los fallecidos y desaparecidos est¨¢n molestos porque no fueron las empresas quienes los llamaron a contarles del accidente. Se enteraron por redes sociales. ¡°Ustedes lo que quieren es que nuestras familias se mueran bajo tierra para no pagarles la salud¡±, le grita un hombre mayor a un militar, antes de que su familia lo abrace y lo aleje de la confrontaci¨®n.
La Cruz Roja tambi¨¦n est¨¢ presente en Pe?as de Caj¨®n, dando apoyo psicosocial a los familiares de los desaparecidos o fallecidos, y protegi¨¦ndolos de la jaur¨ªa de periodistas internacionales y nacionales que han llegado. Varios de los cad¨¢veres siguen bajo tierra y sus familiares miran desde lejos los hoyos por los que bajaban sus hermanos o hijos a trabajar. Miran con la triste esperanza de reconocer un cuerpo, pero verlo sin vida. Cerca a ellos hay un mural con el dibujo de un minero y un ni?o. En ¨¦l, el padre le dice a su hijo que en manos de Dios est¨¢ la posibilidad de que ¡°nosotros, los mineros de coraz¨®n, salgamos desde las entra?as de la tierra a ver a nuestros seres amados¡±.
Algunos familiares quieren acercarse a la prensa. Nidia Sof¨ªa Monroy, por ejemplo, es una mujer de 20 a?os que carga en sus brazos a un beb¨¦ de un a?o y cuenta que su hermano es uno de los desaparecidos. ¡°No he podido decirle a mi mam¨¢ lo que pas¨®. Ya perdimos a otro hermano hace unos meses en un accidente de tr¨¢nsito, y a ella se le paraliza un lado del cuerpo por el estr¨¦s¡±, dice despu¨¦s de una noche sin dormir.
Otra es Angela Cristina Pineda cuyo hijo, Cristian Eduardo, de 31 a?os, tambi¨¦n qued¨® atrapado en la mina esa noche. ¡°?l me cont¨® hace un mes que supo de un escape de gases en la mina, pero la verdad pensaba que eso ya se hab¨ªa controlado¡±, cuenta. Mientras habla, otra mujer mayor se lanza a llorar en los brazos de funcionarios de la Cruz Roja. Un hombre, familiar lejano, explica que acaba de saber que uno de sus hijos falleci¨® en la mina; su otro hijo estaba tambi¨¦n en el turno nocturno, y era en ese momento uno de los desaparecidos.
Son las cinco de la tarde del mi¨¦rcoles, cae una lluvia intensa sobre Pe?as de Caj¨®n. Han pasado casi 21 horas desde la explosi¨®n. Una funcionaria de la Unidad de Protecci¨®n, Ang¨¦lica Herrera, sale ante los medios para dar una actualizaci¨®n sobre el trabajo de rescate. Despu¨¦s de las dos de la tarde consiguieron recuperar los cad¨¢veres de cuatro de los 11 fallecidos, explica, y los grupos de rescatistas bajan a las minas en turnos, cada dos horas, para encontrar a los dem¨¢s..
¡°?Pueden aparecer esos 10 mineros con vida?¡±, pregunta a Herrera un reportero. ¡°Tenemos la fe puesta en Dios¡±, responde. En la ma?ana del jueves el presidente confirm¨® la muerte de las personas que estaban desaparecidas.
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