?xtasis y martirio para el carb¨®n colombiano
La pol¨ªtica medioambiental del Gobierno de Petro choca con el buen momento que vive la industria minera por la subida de los precios
El carb¨®n colombiano atraviesa un momento agridulce. Tras un a?o de exportaciones r¨¦cord ¡ªimpulsadas por el intenso resurgimiento de la demanda debido al fin de los confinamientos y la invasi¨®n rusa en Ucrania, que dispar¨® los precios ¡ª, el sector vislumbra un futuro cada vez m¨¢s desafiante. La aceleraci¨®n de los planes de transici¨®n energ¨¦tica de sus principales mercados (como el europeo), y el fuerte compromiso del Gobierno de Gustavo Petro de poner un freno a la extracci¨®n minera est¨¢n poniendo en vilo al sector, uno de los motores de esa econom¨ªa sudamericana.
Colombia, el primer productor de carb¨®n en Am¨¦rica Latina y el decimosegundo en el mundo, logr¨® 12.289 millones de d¨®lares (unos 11.580 millones de euros) en 2022 por las exportaciones de carb¨®n (t¨¦rmico y metal¨²rgico), un 117,4% m¨¢s que un a?o antes, seg¨²n el Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªstica (Dane). La cifra ha marcado un m¨¢ximo hist¨®rico para el mineral n¨²mero uno que el pa¨ªs vende en el extranjero y que, despu¨¦s del petr¨®leo, representa su segunda fuente de ingresos for¨¢nea. ¡°El principal rol del carb¨®n en Colombia no es la generaci¨®n de energ¨ªa, sino de divisas¡±, dice Paola Yanguas-Parra, economista de pol¨ªtica y transici¨®n energ¨¦tica del Fossil Exit Group de la Universidad T¨¦cnica de Berl¨ªn.
Colombia produce al a?o 60,9 millones de toneladas de carb¨®n, una pizca con respecto a los 8.000 millones que se consumieron en el mundo en 2022, a?o r¨¦cord, seg¨²n la Agencia Internacional de Energ¨ªa (AIE). El mineral, sin embargo, es una parte importante para las cuentas colombianas: represent¨® el 21,5% de las exportaciones totales el ejercicio pasado. Junto con el crudo, el porcentaje llega hasta el 54,5%. Entre regal¨ªas, impuestos y otras contribuciones, el sector minero brind¨® m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares a las arcas p¨²blicas en 2022, y un 80% corresponde al carb¨®n, seg¨²n la Asociaci¨®n Colombiana de Miner¨ªa (ACM).
¡°El carb¨®n colombiano dentro del mercado global es insignificante. Pero en t¨¦rminos locales es muy relevante¡±, comenta Fernando Patzy, del Instituto de Gobernanza de los Recursos Naturales. En La Guajira m¨¢s del 46% del PIB depende del carb¨®n, y en el Cesar (al norte) un 37% de la econom¨ªa local est¨¢ en manos de este mineral. As¨ª que cuando Petro tom¨® las riendas y ensalz¨® su discurso ambientalista, con la firme convicci¨®n de cerrarle el paso al petr¨®leo y al carb¨®n, la industria se puso a temblar. A finales del a?o pasado, el Congreso aprob¨® una reforma tributaria con tres medidas que ponen en jaque a la industria: la no deducibilidad de las regal¨ªas, una sobretasa del impuesto de renta al carb¨®n y una mayor tributaci¨®n de los dividendos. Adem¨¢s, el Plan Nacional de Desarrollo plantea la prohibici¨®n de nuevos proyectos para la extracci¨®n de carb¨®n t¨¦rmico, que supone m¨¢s del 90% de las exportaciones de este mineral. ¡°Este es un negocio a largo plazo. La incertidumbre generada contrae las inversiones, reduce competitividad y afecta la producci¨®n¡±, dice Juan C. Nari?o, presidente de la ACM.
Los anuncios hechos colocan en una fr¨¢gil posici¨®n a la econom¨ªa. Colombia no solo tiene un d¨¦ficit externo en cuenta corriente, sino tambi¨¦n uno fiscal. ¡°Para repararlos, parcialmente, lo ideal ser¨ªa aumentar las exportaciones y hacer cambios fiscales para sanear las cuentas¡±, explica D¨¦bora Reyna, economista de Oxford Economics. Esto ¨²ltimo ya ha ocurrido: el Gobierno quiere recaudar un 1,8% m¨¢s del PIB con su nuevo plan fiscal, que ha puesto la mira en las grandes fortunas, empresas financieras y en el sector extractivo. Pero, a su vez, la reforma podr¨ªa tener un efecto negativo. ¡°Le pone trabas a inversiones futuras porque va a ser m¨¢s dif¨ªcil hacer negocios¡±, argumenta Reyna. ¡°Hay una desconexi¨®n entre los diferentes ministerios¡±, afirma Yanguas-Parra. ¡°Por un lado, el de Minas y Energ¨ªa dice: no m¨¢s exploraci¨®n, no m¨¢s contratos nuevos, no m¨¢s minas. Y a la vez, el de Hacienda quiere esas regal¨ªas y el dinero del petr¨®leo, del carb¨®n, del gas para poder llevar a cabo en la agenda social¡±.
Antes de la pandemia, la industria hac¨ªa frente a los planes de descarbonizaci¨®n de Europa, el abaratamiento de las renovables, las huelgas y el gas barato ruso consumido en el Viejo Continente, que dejaban relegado al mineral. China (el mayor productor e importador de carb¨®n a nivel global) no ayudaba a equilibrar la balanza. Australia, Sud¨¢frica y Rusia ten¨ªan ventaja territorial sobre Asia. Lo que era una industria boyante a principios de este siglo (con grandes inversiones, que se reflejaban en un r¨¦cord de 91 millones de toneladas de carb¨®n en 2016 y 2017) perd¨ªa fuelle.
Oferta y demanda
La pandemia y una huelga de 91 d¨ªas en el Cerrej¨®n (una de las minas a cielo abierto m¨¢s grandes del mundo) llevaron a la producci¨®n a uno de los peores momentos de su historia con 49,3 millones de toneladas en 2020. Para 2021, mientras la demanda aumentaba, la oferta global no pod¨ªa seguirle el ritmo. La cotizaci¨®n saltaba estrepitosamente. En el segundo trimestre de 2020 el precio de la tonelada del carb¨®n t¨¦rmico llegaba a los 50 d¨®lares, para octubre de 2021 ascendi¨® a los 298 d¨®lares. Colombia, sin embargo, no estaba en su mejor momento. Durante la crisis sanitaria muchas minas redujeron sus operaciones y las empresas entraron en un proceso de consolidaci¨®n. A principios de 2022, BHP y Anglo American vendieron a la suiza Glencore sus participaciones (un 66% que pose¨ªan en conjunto) del yacimiento Cerrej¨®n. Al mismo tiempo, Glencore renunci¨® a los t¨ªtulos que ten¨ªa su filial Prodeco en el departamento del Cesar, donde tambi¨¦n opera Drummond, una compa?¨ªa estadounidense, el mayor exportador de carb¨®n en Colombia.
La invasi¨®n rusa en Ucrania llev¨® la cotizaci¨®n por encima de los 440 d¨®lares por tonelada. Hoy cotiza cerca de los 200 d¨®lares. ¡°La guerra ha restablecido una demanda que casi hab¨ªa desaparecido en el pa¨ªs¡±, dice Patzy. Los Estados europeos, que hab¨ªan dejado de comprar el mineral sudamericano, necesitaban combustible para tapar el bloqueo ruso. Las ventas de carb¨®n colombiano al Viejo Continente se dispararon un 54% en 2022. Pa¨ªses Bajos, Italia, Polonia, Espa?a y Alemania absorbieron las compras. El mercado comunitario cop¨® un 26% del total de las exportaciones, un porcentaje no se ve¨ªa desde 2018. ¡°La industria vivi¨® una especie de bum¡±, se?ala Tom¨¢s Gonz¨¢lez, exministro de Minas en el Gobierno de Juan Manuel Santos.
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