Petro maniobra para traerse de M¨¦xico a Colombia los di¨¢logos entre el Gobierno chavista y la oposici¨®n

La ofensiva diplom¨¢tica colombiana para solucionar la crisis venezolana es total. Gustavo Petro y su entorno han maniobrado en las ¨²ltimas semanas para traer a Colombia los di¨¢logos entre el Gobierno chavista y la oposici¨®n que se celebran en M¨¦xico. Las negociaciones permanecen all¨ª estancadas desde hace cuatro meses y sin visos de soluci¨®n. Esta ser¨ªa una nueva forma de darle un impulso al proceso, que vendr¨ªa a celebrarse a un lugar m¨¢s natural por historia y relaciones diplom¨¢ticas. El embajador en Caracas, Armando Benedetti, habl¨® con Estados Unidos acerca de esta posibilidad en su ¨²ltimo viaje a Washington, hace diez d¨ªas.

Antes de la llegada de Petro, Colombia no ten¨ªa ning¨²n papel en este asunto. Nada m¨¢s acceder ¨¦l a la presidencia, restableci¨® relaciones diplom¨¢ticas con Venezuela y quiso ser protagonista a la hora de encontrar una fecha para las elecciones presidenciales de 2024. En Par¨ªs se reuni¨® junto a Emmanuel Macron con Jorge Rodr¨ªguez, mano derecha de Nicol¨¢s Maduro, y con Gerardo Blyde, representante de la oposici¨®n. En su ¨²ltima visita a Caracas le propuso a Maduro hacer una ronda de di¨¢logo en Bogot¨¢ para destrabar el estancamiento y luego ir a M¨¦xico a refrendar el descongelamiento.

A Petro le faltaban gestos con la oposici¨®n, una parte de ella lo ve muy alineado con el chavismo. Para solventarlo, ha propuesto celebrar un foro con la oposici¨®n, algo que est¨¢ en marcha porque este mi¨¦rcoles sus asesores han mantenido los primeros contactos con la Plataforma Unitaria de Venezuela, que re¨²ne a los cuatro partidos m¨¢s importantes de la oposici¨®n m¨¢s a unos cuantos minoritarios. A todo esto se suma la conferencia internacional con cancilleres que ha organizado Petro para despu¨¦s de Semana Santa, el paso m¨¢s grande que ha dado hasta ahora como facilitador.

De ah¨ª tiene que surgir un equipo t¨¦cnico y pol¨ªtico que acerque las posturas enfrentadas que tienen los chavistas y Estados Unidos. Los primeros piden que se liberen los activos venezolanos congelados en el extranjero, como se hab¨ªa acordado, recibir licencias para vender petr¨®leo y la extradici¨®n de ?lex Saab, a quien EE UU acusa de ser el testaferro de Maduro. Los segundos, que se liberen presos y que se le levante la inhabilitaci¨®n a algunos pol¨ªticos opositores.

Los mediadores tienen que acercar esas dos posturas. Atraer la mesa de M¨¦xico a Bogot¨¢ ser¨ªa el paso definitivo para que Petro tuviera todo el protagonismo en la resoluci¨®n de la crisis venezolana. Sin embargo, hay trabas importantes para que eso pueda ocurrir. En lo externo, EE UU podr¨ªa no ver con buenos ojos que pol¨ªticos sancionados entraran en Colombia, adem¨¢s de que esto deber¨ªa ser producto de un acuerdo entre las partes que modificar¨ªa el memorando de entendimiento de M¨¦xico, dado que Colombia no es sede ni acompa?ante.

En lo interno, la oposici¨®n y otros sectores cr¨ªticos con el chavismo y que no est¨¢n a favor de una negociaci¨®n presionar¨ªan mucho a Colombia. ¡°Aqu¨ª hay un sector muy fuerte que no quiere saber nada de los chavistas. Imag¨ªnate la reacci¨®n de los venezolanos. Le incendian el pa¨ªs...¡±, explica una fuente diplom¨¢tica.

Una fuente del Gobierno, por contra, solo le ve cosas positivas a atraer la mesa de negociaci¨®n: ¡±Pens¨¢ndolo por el lado electoral que supuestamente va a tener condiciones de verificaci¨®n, creo que es un punto de ventaja al menos para los migrantes venezolanos que est¨¢n ac¨¢ y que seguramente se encontraban desprotegidos en su derecho de sufragio, no porque Colombia no lo permitiera sino por asuntos t¨¦cnicos que tendr¨¢n que resolverse pronto, como la reapertura de los consulados que es donde la gente vota¡±.

Las pretensiones de Colombia colisionan con Noruega, pa¨ªs facilitador. Los noruegos vieron con asombro c¨®mo Petro anunciaba en su cuenta de Twitter que se restablec¨ªa la mesa de M¨¦xico, pensaron que se arrog¨® un papel que no le correspond¨ªa. ¡°Es la vanidad de un pol¨ªtico¡±, dijo una fuente al respecto. Era sencillamente el comienzo, desde ese momento su implicaci¨®n solo ha ido a m¨¢s. Ahora Petro lo quiere todo.

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