?Traer¨¢ el PND de Petro el cambio esperado para el Caribe?
Las problem¨¢ticas que se viven en la regi¨®n est¨¢n marcadas por la desigualdad y los altos ¨ªndices de pobreza. La inseguridad alimentaria en el pa¨ªs es del 30% y en un departamento como C¨®rdoba alcanza el 70%
El Caribe colombiano mira con optimismo los vientos de cambio del Plan Nacional de Desarrollo (PND) presentado por el gobierno del presidente Gustavo Petro, ¡°Colombia potencia mundial de la vida¡±. Este plan abre la oportunidad de transformar el rumbo del pa¨ªs y es por eso que la gran mayor¨ªa de las acciones all¨ª proyectadas est¨¢n centradas en la reivindicaci¨®n de derechos a poblaciones hist¨®ricamente olvidadas, promover la igualdad, proteger el medio ambiente y generar la plataforma para que los acuerdos de paz, tanto el ya existente con las FARC como los que est¨¢n por venir, puedan ser cumplidos.
El reto es grande, pues el pa¨ªs se encuentra dividido y polarizado desde hace varios a?os, y cada intento por generar transformaciones se puede convertir en un nuevo punto de inflexi¨®n para los colombianos. Es aqu¨ª donde el plan va a jugar su mayor papel, al armonizar la visi¨®n de todos para que nos pongamos de acuerdo en el pa¨ªs que queremos desde las diversas regiones de Colombia. Y hay que decir de todos, o por lo menos de la mayor¨ªa, porque en el Congreso nuestro papel es representar el inter¨¦s no solo de aquellos que nos eligieron.
Hay muchas cosas por resaltar, y la primera es que la mirada es integral, sin l¨ªneas sectoriales excluyentes, sino que entendemos que los problemas complejos requieren de alternativas que aborden sus m¨²ltiples causas. Est¨¢ trazado en cinco transformaciones: i) ordenamiento del territorio alrededor del agua; ii) seguridad humana y justicia social; iii) derecho humano a la alimentaci¨®n; iv) transformaci¨®n productiva, internacionalizaci¨®n y acci¨®n clim¨¢tica; y v) convergencia regional. Adem¨¢s tiene 3 ejes transversales: i) paz total; ii) actores diferenciales para el cambio; y iii) estabilidad macroecon¨®mica. Para esto, se contempla que en los pr¨®ximos cuatro a?os destinemos $1.154 billones de pesos y de estos $780 billones ir¨¢n para las regiones, y para la regi¨®n Caribe $164 billones. Si bien las cifras suenan altas, se destina 12% menos que en el proyectado hace cuatro a?os.
En el Caribe colombiano tenemos grandes expectativas. Somos ocho departamentos, contando con la regi¨®n insular de las islas de San Andr¨¦s y Providencia, y representamos el 25% de la poblaci¨®n del pa¨ªs. Las problem¨¢ticas que se viven en la regi¨®n, al igual que en el resto del pa¨ªs, est¨¢n marcadas por la desigualdad y los altos ¨ªndices de pobreza, pero hay temas en los que la situaci¨®n es m¨¢s compleja, por ejemplo, la inseguridad alimentaria que en el pa¨ªs es del 30%, y en un departamento como C¨®rdoba alcanza el 70%. Al hablar de las tarifas de energ¨ªa las diferencias son altas, pues mientras que en un hogar estrato 1 el servicio mensual puede costar $36 mil, en la costa colombiana supera los $90 mil, lo que denota brechas marcadas en las oportunidades y derechos.
Uno de los grandes desaf¨ªos de los departamentos de la Costa Caribe sigue siendo el fortalecimiento de su infraestructura vial, como las grandes falencias para la conectividad, solo por nombrar apenas uno de los retos que hoy hacen parte de las transformaciones planteadas en el PND, al igual que lo es otra de las transformaciones que gira en torno a la organizaci¨®n del territorio alrededor del agua. Lo primero que necesitamos es conocer c¨®mo est¨¢ dispuesto, porque la desactualizaci¨®n de la informaci¨®n catastral genera retraso para los municipios, pero la actualizaci¨®n debe contemplar una transici¨®n para que los incrementos en el impuesto predial no afecten los bolsillos de los colombianos y menos en estos a?os que la econom¨ªa nacional e individual va a seguir siendo golpeada por el contexto internacional.
Como ya se mencion¨® hay tres ejes transversales. El primero se centra en la paz total, y es que como pa¨ªs estamos hartos de los atentados, los enfrentamientos y requerimos disponer de condiciones que finalicen el conflicto actual y que prevengan futuros, y para eso necesitamos de la garant¨ªa de derechos sociales, culturales y econ¨®micos. El segundo est¨¢ definido en los actores del cambio. Este plan tiene marcados los enfoques diferenciales y reivindica los derechos de las poblaciones hist¨®ricamente apartadas u olvidadas. El tercero est¨¢ destinado a generar condiciones para que mantengamos la estabilidad macroecon¨®mica, que en ¨²ltimas termina impactando la realidad de los hogares.
En los ¨²ltimos d¨ªas hemos escuchado que ¡°hay que construir sobre lo construido¡±, y no es para menos que sea una de las frases m¨¢s reiterativas, ante los cambios que se deben dar en el pa¨ªs, que deben ser con precauci¨®n, con prudencia y entendiendo que cada decisi¨®n impacta en el presente y futuro de los m¨¢s de 50 millones de colombianos. Por eso, hemos hecho el llamado al gobierno nacional para que realice concertaciones, que lleguemos a acuerdos y que construyamos conjuntamente el mejor pa¨ªs con el que so?amos.
El PND no est¨¢ finalizado, y el objetivo de su paso por el Congreso no es meramente notarial, sino por el contrario, estamos trabajando para que las necesidades de las regiones sean tenidas en cuenta. Nos hace falta incluir un mayor esfuerzo en la competitividad del pa¨ªs, la generaci¨®n de empresas, la atracci¨®n de inversi¨®n extranjera, la generaci¨®n de empleo, la transformaci¨®n regional, el desarrollo econ¨®mico, y la infraestructura que, en ¨²ltimas, podr¨¢n permitirnos metas m¨¢s ambiciosas para que las tasas de pobreza y desempleo lleguen a niveles bajos. Una tarea tit¨¢nica en un pais que reclama despu¨¦s de la pandemia mayor poder a las regiones. Particularmente aquella regi¨®n donde naci¨® el presidente de la Rep¨²blica.
Saray Robayo es representante a la C¨¢mara en el Congreso de la Republica de Ciolombia.
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