Petro asiste a una misa con v¨ªctimas de la toma del Palacio de Justicia
El presidente participa de una conmemoraci¨®n por los 37 a?os del asalto perpetrado por el grupo guerrillero M-19, del que ¨¦l fue miembro
Giovanna Soto perdi¨® a su mam¨¢ en la toma del Palacio de Justicia de Bogot¨¢, en 1985. En ese entonces, crey¨® lo que le contaron: Nuri De Pi?eres de Soto era una de las 98 personas que murieron en el asalto que realiz¨® el grupo armado Movimiento 19 de abril (M-19). Pero hace unos a?os su familia tuvo que exhumar el cuerpo porque hab¨ªa indicios de que pod¨ªa ser el cad¨¢ver equivocado. Nuri se convirti¨® en una posible desaparecida y su hija en alguien que tuvo que reabrir las heridas familiares. Giovanna se involucr¨® con el movimiento de v¨ªctimas y por ello este viernes asisti¨® a la conmemoraci¨®n por los 37 a?os de la toma del Palacio. Cuenta que no esperaba encontrarse all¨ª a un antiguo miembro del grupo guerrillero responsable. Estaba el presidente, Gustavo Petro.
¡°Si el M-19 no hubiese tomado el Palacio, no hubiese pasado esto¡±, comenta Giovanna. Dice que respeta la figura presidencial, pero que no puede perdonar a Petro como exguerrillero, a pesar de que ¨¦l estaba en la c¨¢rcel cuando el grupo decidi¨® y ejecut¨® la toma. Sinti¨® una sensaci¨®n incomoda en el pecho cuando lo vio. Para ella, no hay ¡°perd¨®n¡± hasta que se sepa la verdad sobre lo que sucedi¨® con su madre. Ha asistido con su padre y dos primas. Los tres est¨¢n contentos: el nombre de Nuri ahora est¨¢ en una placa que la Corte Suprema descubri¨® en la ceremonia.
Esa Corte, cuyos magistrados fueron rehenes del M-19 hace 37 a?os, organiz¨® la conmemoraci¨®n, dividida en tres partes. La jornada inici¨® con un acto para descubrir la placa en la plazoleta del Palacio de Justicia, a un costado de la Plaza de Bol¨ªvar. Despu¨¦s, sali¨® de all¨ª una procesi¨®n encabezada por magistrados de las altas cortes y la ministra de Cultura, Patricia Ariza. Se quedaron parados frente al Museo de la Independencia. Con rostros solemnes, escucharon el Ave Mar¨ªa que cant¨® la mezzosoprano Zoar V¨¦liz desde el balc¨®n de la Casa del Florero, cuna de la independencia. Finalmente, entraron a la Catedral.
La Catedral estuvo en un relativo silencio durante unos minutos. Miembros del Gabinete de Petro se ubicaron a la izquierda, los magistrados se sentaron a la derecha. Hab¨ªa un sitio vac¨ªo en la primera fila, al lado de la vicepresidenta Francia M¨¢rquez, quien ten¨ªa un rostro serio y manten¨ªa el silencio. Era el asiento reservado para el presidente, que no llegaba porque estaba en una reuni¨®n con la alcaldesa de Bogot¨¢, Claudia L¨®pez. La misa comenz¨® puntual, a las 11.30, sin el invitado principal. Seg¨²n fuentes de Presidencia, era lo acordado y no se pod¨ªa aplazar el inicio, porque el evento era transmitido en vivo por Caracol Televisi¨®n y RCN.
El equipo de Petro no supo durante los primeros minutos si llegar¨ªa el presidente o si su asiento permanecer¨ªa vac¨ªo. Los sacerdotes recitaban partes del evangelio de San Mateo con un mensaje que resaltaba la necesidad de ayudar a los pobres. Finalmente, cerca de las 12.00 entr¨® el presidente con su comitiva, por la puerta de atr¨¢s. Fue un ingreso discreto, sin interrumpir la ceremonia. El nuncio, Luis Mariano Montemayor, y el arzobispo, Luis Jos¨¦ Rueda, no se acercaron a ¨¦l. Utilizaron sus sermones para llamar a la reconciliaci¨®n de un pa¨ªs que busca la paz.
El presidente escuch¨® en silencio los ritos religiosos mientras que la vicepresidenta se arrodill¨® varias veces, rez¨® y se sum¨® suavemente a los cantos del coro. Los miembros del Gobierno, que permanecieron en silencio, segu¨ªan menos los ritos que los magistrados, m¨¢s activos en la liturgia. Petro se acerc¨® a comulgar en uno de sus ¨²nicos gestos religiosos. El otro fue darse la paz con Francia M¨¢rquez y los ministros presentes. No parec¨ªa del todo c¨®modo.
Alejandra Rodr¨ªguez era otra de las v¨ªctimas en la Catedral. Su padre, Carlos Augusto Rodr¨ªguez, era el administrador de la cafeter¨ªa del palacio y todav¨ªa est¨¢ desaparecido. Nunca se encontr¨® el cuerpo y Alejandra denuncia que la justicia dej¨® de lado a quienes no eran magistrados, especialmente los desaparecidos. Sin embargo, reconoce un peque?o cambio en los ¨²ltimos a?os. En esta ocasi¨®n fue una de las encargadas de dar un discurso por parte de las v¨ªctimas durante la conmemoraci¨®n. Destac¨® la inclusi¨®n de una frase en la placa: ¡°A ellos, a los sobrevivientes y a las personas que no han podido ser identificadas como v¨ªctimas, este sentido homenaje¡±. Dice que su expectativa es que el acto no sea solo parte de ¡°un saludo a la bandera¡±.
El resentimiento de Rodr¨ªguez no es con Petro o el M-19. Ella cree que los principales responsables de la violencia fueron las fuerzas armadas. Considera que tuvieron una reacci¨®n excesiva en respuesta a la toma del Palacio, una acci¨®n usualmente conocida como ¡°la retoma¡±.
No obstante, Rodr¨ªguez sinti¨® que era ¡°terrible¡± que el presidente hubiese asistido solamente a la misa. Dice que le hubiese gustado verlo en la ceremonia en el Palacio de Justicia. Desde Presidencia explican que las altas cortes solo invitaron al Ejecutivo al oficio religioso y que Petro acept¨® la ¨²nica invitaci¨®n que recibi¨®. La Justicia estuvo a cargo del acto, al menos hasta el ingreso a la Catedral. Desde las altas cortes replican que la ceremonia de la ma?ana era espec¨ªfica para las v¨ªctimas y que por eso no invitaron al presidente.
La familia de Giovanna Soto cree que el presidente no asisti¨® a la primera parte porque hubiese implicado mayor cercan¨ªa con las v¨ªctimas. En la Catedral no tuvo que interactuar con ellos. Solo salud¨® a los magistrados. Ellos, con gesto adusto, representan a la instituci¨®n cuya sede se inciner¨® en 1985. Murieron all¨ª 11 jueces, incluidos el presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echand¨ªa. Pero no representan a la mayor¨ªa de las v¨ªctimas, que se encontraban atr¨¢s.
Ninguno de los familiares habl¨® con el presidente. La excepci¨®n pareci¨® ser Mauricio Buitrago, un hombre de chaqueta naranja que se acerc¨® al presidente durante la misa para entregarle un documento. Estaba sentado con los dem¨¢s familiares, pero despu¨¦s result¨® que nadie lo conoc¨ªa y que no era una v¨ªctima. Su objetivo era entregarle al presidente un proyecto de movilidad urbana que desarrolla desde hace a?os. Asisti¨® a la recepci¨®n en el Palacio de Justicia, consigui¨® flores blancas y burl¨® la seguridad presidencial. Fue el ¨²nico que pudo acercarse.
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