Del balconazo a la pelea permanente con los medios
El presidente Gustavo Petro reemplaza los canales institucionales por Twitter, su red social favorita, para cuestionar a la prensa
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha elevado la intensidad de los reclamos directos a la prensa por medio de Twitter, su plataforma favorita en redes sociales. En solo nueve d¨ªas, entre el 28 de abril y el 6 de mayo, lanz¨® 17 publicaciones, casi dos diarias, cuestionando la falta de rigor de algunos periodistas o medios de comunicaci¨®n. El pico de trinos coincide con el que se ha interpretado como el inicio de ...
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha elevado la intensidad de los reclamos directos a la prensa por medio de Twitter, su plataforma favorita en redes sociales. En solo nueve d¨ªas, entre el 28 de abril y el 6 de mayo, lanz¨® 17 publicaciones, casi dos diarias, cuestionando la falta de rigor de algunos periodistas o medios de comunicaci¨®n. El pico de trinos coincide con el que se ha interpretado como el inicio de la segunda parte de su mandato, tras el quiebre de la coalici¨®n de Gobierno en el Congreso y el cambio de siete de sus ministros, aunque no es una pr¨¢ctica nueva.
La actitud tuitera del jefe de Estado hacia la prensa se sit¨²a en una l¨ªnea delgada entre la cr¨ªtica y los riesgos de estigmatizaci¨®n. ¡°Ha abierto una caja de pandora donde mezcla desde errores puntuales hasta una estigmatizaci¨®n que generaliza a sectores amplios del periodismo, como si los medios estuvieran alineados para hacer una especie de oposici¨®n a su Gobierno¡±, advierte Jonathan Bock, director de la Fundaci¨®n para la Libertad de Prensa (FLIP). Esa organizaci¨®n ya hab¨ªa alertado sobre las implicaciones del uso del Twitter del Presidente, en febrero pasado.
El presidente Petro ha puesto en evidencia errores o inexactitudes en la informaci¨®n, como el d¨ªa que la cadena Blu Radio termin¨® borrando un tuit en el que afirmaba que el Parlamento espa?ol hab¨ªa aplaudido a miembros del partido de ultraderecha Vox, mientras sal¨ªan del recinto cuando el mandatario colombiano se dispon¨ªa a dar un discurso en medio de una visita de Estado. ¡°No se c¨®mo o bajo qu¨¦ ¨¦tica, un medio de comunicaci¨®n social puede poner la verdad de cabeza solo por un objetivo pol¨ªtico que se deshace por la falsedad¡±, expres¨®.
El medio respondi¨® que, efectivamente, hubo un error de interpretaci¨®n.
O como el pasado 4 de mayo, cuando cuestion¨® que un medio escrito local, El Pa¨ªs, de Cali, titulara: ¡°Guardia ind¨ªgena lleg¨® armada con palos a protestar a las afueras del Congreso mientras votan el Plan de Desarrollo¡±. El presidente, que 10 minutos antes le hab¨ªa reclamado al periodista de radio Luis Carlos V¨¦lez por la misma raz¨®n, enfatiz¨®: ¡°?Por qu¨¦ esta prensa quiere una masacre contra los ind¨ªgenas?¡±.
Adem¨¢s de poner el foco en imprecisiones o desaciertos, el presidente ha enviado mensajes generalizados que no solo ponen en entredicho la labor de la prensa, sino que pueden impactar su papel como eje central en una democracia. El periodismo que se ejerce con ¨¦tica y rigor permite a la audiencia acceder a informaci¨®n de calidad como bien p¨²blico.
¡°La prensa cuando el administrador es de derechas y la prensa cuando el administrador es de izquierdas¡±, escribi¨® el presidente en su cuenta de Twitter el pasado 28 de abril, citando otro trino, de tono ir¨®nico, en el que se expon¨ªa un video del exvicepresidente Germ¨¢n Vargas Lleras, defendiendo hace unos a?os la expropiaci¨®n, un asunto que en Colombia se tiende a relacionar con comunismo. ¡°?Maldito @petrogustavo expropiador! Hasta se cambi¨® el aspecto para enga?arnos¡±, se?alaba el mensaje original. Al ser replicado por el presidente, con 6,7 millones de seguidores, alcanz¨® a tener m¨¢s de 5.000 retuits y m¨¢s de 10.000 Me gusta.
Apreciaciones como esa, de la m¨¢xima figura del poder a escala nacional, pueden minar la credibilidad de la prensa, seg¨²n la FLIP. ¡°Es un discurso que cala en millones de personas en Colombia con ese grupo tan amplio de seguidores que tiene el presidente Petro. Esto tiene un impacto, que no acepta discusiones y que es una narrativa que llega para instalarse como una verdad absoluta. Por supuesto que afecta la credibilidad¡±, se?ala Bock.
M¨¢s temprano, el mismo 28 de abril, Petro se hab¨ªa trenzado en un debate en la red social con el periodista Jorge Espinosa, de Caracol Radio, sobre las implicaciones de un art¨ªculo que su partido, el Pacto Hist¨®rico, quer¨ªa incluir en el Plan Nacional de Desarrollo para reducir a 21 d¨ªas los tr¨¢mites de la venta obligada de predios. Entre las 8.24 de la ma?ana y las 3.18 de la tarde, el mandatario public¨® seis trinos, algunos en hilo, tratando de desvirtuar al comunicador. ¡°Amigo Espinosa, tu informaci¨®n busca que la opini¨®n p¨²blica crea que vamos a expropiar tierras y eso es falso¡±, dice en uno de ellos.
Despu¨¦s de la discusi¨®n p¨²blica que desat¨® el controvertido art¨ªculo, la C¨¢mara de Representantes aprob¨® otro alternativo que reglamenta ¡°la compra de tierras por oferta voluntaria¡±, estableciendo adquisiciones a precios comerciales y sin fijar el plazo expr¨¦s.
Espinosa dice que no ha sentido una vulneraci¨®n a su derecho a informar o a hacer preguntas sobre asuntos complejos. ¡°Desde que fue alcalde de Bogot¨¢, el presidente Petro encontr¨® en el periodismo un enemigo perfecto para sus bases. Es m¨¢s f¨¢cil culpar a los medios de las cosas que pasan (lo que ¨¦l ha denominado como la narrativa period¨ªstica) que responder por las descoordinaciones de su Gobierno, las torpezas de sus ministros o las que comete ¨¦l mismo haciendo caso a algunos de ellos¡±, opina. Y subraya: ¡°Hay que ser especialmente cuidadoso en la forma como uno cubre las cosas que pasan con ¨¦l o con su Gobierno¡±.
Aunque al presidente no le ha faltado raz¨®n en algunas de sus cr¨ªticas puntuales a publicaciones de medios de comunicaci¨®n, ha preferido saltarse los mecanismos m¨¢s institucionales de reclamos a la prensa, como las solicitudes de rectificaci¨®n o las comunicaciones a los editores o jefes de redacci¨®n. Para la FLIP, esto representa unas nuevas reglas de juego que pueden poner en riesgo la libertad de prensa.
¡°Preocupa que esto ocurra en un pa¨ªs como Colombia, con picos tan altos de violencia hacia la prensa¡±, se?ala Bock. Colombia es uno de los cinco pa¨ªses m¨¢s peligrosos para la prensa en Am¨¦rica Latina, seg¨²n el ¨ªndice de libertad de prensa 2023 de Reporteros sin Fronteras, pese a haber pasado del puesto 145 al 138 en el ¨²ltimo a?o, entre un total de 180 pa¨ªses. Una encuesta reciente del C¨ªrculo de Periodistas de Bogot¨¢ revela que el estigma o la difamaci¨®n por parte de mandatarios locales y funcionarios contra los periodistas se elev¨® del 27% en los a?os 2015 y 2016 al 37% en 2023.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, la misma que en 2020 le dio la raz¨®n al hoy presidente cuando reclam¨® la protecci¨®n de sus derechos pol¨ªticos despu¨¦s de su destituci¨®n como alcalde de Bogot¨¢, marca los deberes a los que est¨¢ sujeto el ejercicio de la libertad de expresi¨®n por parte de los funcionarios. ¡°Los funcionarios p¨²blicos tambi¨¦n tienen el deber de asegurarse que con sus pronunciamientos no est¨¢n lesionando los derechos de quienes contribuyen a la deliberaci¨®n p¨²blica mediante la expresi¨®n y difusi¨®n de su pensamiento, tales como periodistas y medios de comunicaci¨®n¡±, precisa el marco jur¨ªdico interamericano sobre el derecho a la libertad de expresi¨®n.
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